Los procesos del berilio deben realizarse de manera cuidadosamente controlada para proteger al trabajador y a la población general. El riesgo más importante consiste en la contaminación a través del aire, por lo que el proceso y la planta deben diseñarse con el objetivo de que se forme la menor cantidad posible de polvo o vapores. Deben utilizarse procesos en húmedo en lugar de procesos en seco, y los componentes de las preparaciones que contienen berilio deben unificarse como suspensiones acuosas en lugar de como polvos desecados; siempre que sea posible, la planta se diseñará en grupos de unidades cerradas aisladas. La concentración permisible de berilio en la atmósfera es tan baja que deberá aplicarse el cerramiento incluso a los procesos en húmedo, ya que de lo contrario podrían desecarse los vertidos y salpicaduras producidos y el polvo podría entrar en la atmósfera. Las operaciones a partir de las cuales puede producirse polvo deben realizarse en áreas con el máximo grado de cerramiento compatible con las necesidades de manipulación. Algunas operaciones se llevan a cabo en cajas selladas, pero son muchos más los que se realizan en cerramientos con aspiración similares
a los instalados en las cámaras de vapores químicos. Las operaciones mecanizadas pueden ventilarse por sistemas de aspiración
local de alta velocidad y bajo volumen o mediante encoframientos con aspiración.
Para comprobar la eficacia de estas medidas de precaución, el control atmosférico debe realizarse de tal forma que pueda calcularse la exposición promedio diaria de los trabajadores al berilio respirable. El área de trabajo debe limpiarse de forma regular con una aspiradora apropiada o una fregona húmeda. Los procesos del berilio deben separarse de las otras operaciones de la fábrica.
Debe proporcionarse un equipo protector personal a los trabajadores que intervengan en procesos del berilio. Si trabajan
a tiempo completo en procesos relacionados con la manipula- ción de compuestos de berilio o en procesos asociados a la extracción del metal a partir del mineral, deben tomarse las disposiciones necesarias para que se cambien completamente de ropa y no vuelvan a sus casas con la misma con la que han estado trabajando. También deberán tomarse las disposiciones pertinentes para el lavado seguro de las ropas de trabajo, y deberán proporcionarse guardapolvos protectores a los trabaja- dores de la lavandería para asegurar que no tengan una exposi- ción excesiva al riesgo. Estas disposiciones no deben limitarse a los procedimientos de lavado doméstico normales. Los casos de intoxicación por berilio en las familias de los trabajadores se han atribuido a que éstos llevaban a casa la ropa contaminada o bien la llevaban puesta en casa.
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