De las anteriores consideraciones se deduce que los programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo constituyen una extensión de los programas de salud y seguridad en el trabajo que, correctamente diseñados y aplicados, pueden beneficiar a los trabajadores, a las plantillas y a las organizaciones. Además, pueden impulsar el cambio social en la comunidad.
En los últimos decenios, los programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo han aumentado en número y ámbito, tanto en las pequeñas y medianas empresas, como en las grandes de los sectores privado, de beneficiencia y público. Como ponen de manifiesto los artículos incluidos en el presente capítulo, los programas también han aumentado en alcance, pasando de limitarse a los servicios sanitarios como, por ejemplo, los reconocimientos médicos y las vacunaciones, a incluir la atención a problemas personales y familiares cuya vinculación con el lugar de trabajo resulta menos evidente. La selección de elementos y actividades comprendidas en un programa determinado debe basarse en las características concretas de la plantilla, la organización y la comunidad en cuestión, teniendo en cuenta que parte de dichas actividades sólo serán necesarias para cohortes específicas de trabajadores y no para el conjunto de la población.
Al considerar la creación de un programa de promoción de la salud en el lugar de trabajo, se recomienda una planificación detallada, una aplicación gradual que permita el crecimiento y la ampliación, el seguimiento de la actuación y la calidad del programa y, en la medida de lo posible, la evaluación de los resultados. Los artículos contenidos en el presente capítulo deben resultar extremadamente útiles en tal empeño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario