viernes, 31 de mayo de 2013

A escala nacional

Es necesario promulgar una legislación general sobre salud y seguridad en el trabajo, respaldada por la voluntad de aplicarla y velar por su cumplimiento. Esta medida debe contar con el apoyo de una promoción de la salud positiva y generalizada.

jueves, 30 de mayo de 2013

A escala inter nacional

Un elemento problemático de la economía mundial son los aspectos negativos asociados a la transferencia de tecnología, y de los correspondientes procesos peligrosos, desde los países desarro- llados a los países en desarrollo. Otro problema reside en el
“dumping social”: con el fin de competir en el mercado mundial, se reducen los salarios, se hace caso omiso de las normas de seguridad, se amplían las jornadas de trabajo, se rebaja la edad mínima de acceso al empleo y se instituye una forma moderna de esclavitud. Es urgente que la OIT y la OMS desarrollen nuevos instrumentos (convenios y recomendaciones) que prohíban esas prácticas.

miércoles, 29 de mayo de 2013

¿Cuáles son las soluciones? (II)

A pesar de la formulación de estos principios, los avances logrados son escasos, debido, casi con toda certeza, a la baja prioridad concedida a los pequeños lugares de trabajo y al personal que desarrolla su actividad en ellos en la planificación de los servicios de salud de la mayoría de los países. Las razones de esta situación son las siguientes:
• estos trabajadores no influyen en la formulación de políticas;
• es difícil atender las necesidades de salud por factores ya mencionados como el aislamiento, los niveles educativos y el tradicionalismo inherente;
• carencia de un sistema de asistencia sanitaria primaria eficaz;

Para la solución de este problema se plantean enfoques a escala internacional, nacional y local.

martes, 28 de mayo de 2013

Colaboración externa (II)

Las autoridades competentes en materia de salud y seguridad y de inspección laboral son colaboradores clave de los servicios de salud en el trabajo. Además de facilitar las inspecciones formales, unas buenas relaciones pueden prestar apoyo a las actividades internas de salud y seguridad y ofrecer oportunidades de participar en la elaboración de las reglamentaciones y sus métodos de aplicación.
La participación en asociaciones profesionales y actividades de institutos de educación y formación y de universidades es útil para proporcionar educación continuada al personal profesional. En teoría, el tiempo y los gastos deben correr de cuenta de la empresa. Además, los contactos colegiales con profesionales de la salud en el trabajo de otras empresas puede propor- cionar conocimientos e información estratégica y dar lugar a colaboraciones estables para la recopilación de datos y la investigación.
Los tipos de colaboración descritos deben emprenderse desde el inicio de las actividades del servicio de salud en el trabajo, y continuar y ampliarse convenientemente. No sólo pueden faci- litar el logro de los objetivos del servicio, sino también contribuir
a la buena marcha de las actividades de relaciones públicas y comunitarias de la empresa.

lunes, 27 de mayo de 2013

Colaboración externa (I)

Los servicios de salud en el trabajo deben establecer estrechas relaciones con instituciones y servicios externos. Ocupan un lugar primordial las relaciones con el sistema sanitario público del país en su conjunto y con las instituciones e instalaciones de las comunidades locales. Las relaciones comienzan en el nivel de los servicios de asistencia primaria y se amplían al nivel de los servicios hospitalarios especializados, algunos de los cuales pueden prestar también servicios de salud en el trabajo. Estas relaciones son importantes cuando se necesita remitir a un trabajador a servicios sanitarios especializados para una adecuada evaluación y tratamiento de lesiones y enfermedades profesionales, y también ofrece la oportunidad de atenuar los posibles efectos adversos de problemas sanitarios no profesionales sobre la asis- tencia y el rendimiento en el trabajo. La colaboración con los servicios de salud pública y medioambiental es asimismo impor- tante. Invitar a los médicos generales y a otros profesionales de la salud a visitar el servicio de salud en el trabajo y familiarizarse con las exigencias impuestas a sus pacientes por sus tareas o por los peligros a que están expuestos no sólo ayuda a establecer rela- ciones amistosas, sino que ofrece también una oportunidad de sensibilizarles frente a las cuestiones específicas de salud en el trabajo a las que normalmente no prestarían atención en su trata- miento a los trabajadores en el marco de los servicios de asis- tencia sanitaria general.
Los institutos de rehabilitación suelen ser colaboradores importantes, especialmente en el caso de trabajadores con discapacidades crónicas que requieran esfuerzos especiales de intensificación y mantenimiento de su capacidad de trabajo. Esta colaboración es especialmente importante para la recomendación de modificaciones temporales del trabajo que aceleren y faciliten la reincorporación de las personas en fase de recuperación de lesiones o enfermedades graves con etiología tanto profesional como no profesional.
Las organizaciones de asistencia de urgencia y primeros auxilios, tales como los servicios de ambulancias, las consultas de urgencia y externas del hospital, los centros toxicológicos, los servicios de policía y bomberos y las organizaciones cívicas de asistencia pueden permitir el tratamiento rápido de lesiones y enfermedades agudas y ayudar a planificar y ejecutar las reac- ciones ante las urgencias. Los contactos adecuados con la seguridad social y las instituciones de seguros sanitarios pueden facilitar la administración de prestaciones y el funcionamiento del sistema de remuneración de los trabajadores.

domingo, 26 de mayo de 2013

Colaboración interna (III)

Los instrumentos de la OIT recomiendan la colaboración entre la empresa y los trabajadores en materia de salud y segu- ridad en el trabajo (OIT 1981a, 1981b, 1985a, 1985b). Esta colaboración se realiza en el seno del comité de salud y segu- ridad de la empresa, que consta de representantes de ambas partes y constituye un foro para el análisis de cuestiones relativas
a esta materia. La creación de este comité puede venir impuesta por la legislación nacional o por los convenios colectivos en empresas de 50 o más trabajadores. En empresas más pequeñas, sus funciones se realizan mediante reuniones menos formales entre delegados de seguridad de los trabajadores y la empresa.
El comité tiene una amplia gama de funciones (OIT 1981b), entre las que se incluyen:
• participar en las decisiones relativas a la creación, organiza- ción, dotación de personal y funcionamiento del servicio de salud en el trabajo;
• participar en la elaboración del programa de salud y seguridad en el trabajo de la empresa;
• prestar apoyo al servicio de salud en el trabajo en la realización de sus funciones;
• participar en la evaluación de las actividades del servicio de salud en el trabajo y en la elaboración de los informes que remite a los organismos financiadores, a la dirección de la empresa y a las autoridades públicas;
• facilitar la transmisión de información sobre el tema entre los distintos servicios de la empresa;
• ofrecer un foro de debate y decisión sobre acciones de colabo- ración en la materia;
• evaluar el estado global de la salud y seguridad en el trabajo en la empresa.
El principio de la participación de los trabajadores en las deci- siones relativas a su propia salud y seguridad, a los cambios en los puestos de trabajo y en el medio ambiente de trabajo y a las actividades de salud y seguridad queda recalcado en recientes directrices sobre la práctica de la salud en el trabajo. También es necesario que los trabajadores tengan acceso a la información sobre las actividades de la empresa en este campo y sobre cual- quier peligro potencial para la salud en el lugar de trabajo. Del mismo modo, las legislaciones de varios países han reforzado el principio del “derecho a saber” y el de transparencia.

sábado, 25 de mayo de 2013

Colaboración interna (II)

Si se requiere un programa especial a escala de fábrica para las actividades de salud en el trabajo, es crucial la colaboración para la preparación del mismo y la elaboración del informe de actividades.
Los servicios de salud en el trabajo tienen como fin proteger y promover la salud de los trabajadores mediante la evitación de las lesiones del trabajo y las enfermedades profesionales. Muchas funciones de los servicios de salud en el trabajo no pueden ser realizadas sin la colaboración de los trabajadores. Según los instrumentos de la OIT, los trabajadores y sus organizaciones deben colaborar con los servicios de salud en el trabajo y apoyarlos en la ejecución de sus tareas (OIT, 1981a, 1981b,
1985a, 1985b). Esta colaboración se concreta especialmente en:

• informar al servicio de salud en el trabajo de cualquier factor del trabajo o el medio ambiente de trabajo del que se sepa que tiene o se sospeche que puede tener efectos adversos sobre su salud;
• ayudar al personal de salud en el trabajo a realizar sus tareas en el lugar de trabajo;
• participar en los reconocimientos médicos, encuestas y demás actividades realizadas por el servicio de salud en el trabajo;
• observar las normas y reglamentos de salud y seguridad;
• disponer de equipos de seguridad y dispositivos personales de protección, así como materiales de primeros auxilios y equipos de emergencia y aprender a utilizarlos adecuadamente;
• participar en los ejercicios de educación sanitaria y formación de seguridad en el lugar de trabajo;
• informar sobre la eficacia de las medidas de salud y seguridad adoptadas,
• participar en la organización, planificación, ejecución y evaluación de las actividades de los servicios de salud en el trabajo.

viernes, 24 de mayo de 2013

Colaboración interna (I)

El servicio de salud en el trabajo forma parte integrante del aparato productivo de la empresa, y debe coordinar estrecha- mente sus actividades con los servicios de higiene, seguridad, educación sanitaria, promoción de la salud en el trabajo y otros cuando estos servicios actúan separadamente. Además, debe colaborar con todos los servicios en el funcionamiento de la empresa: administración de personal, finanzas, relaciones con los trabajadores, planificación y diseño, ingeniería de producción, mantenimiento de las instalaciones, etc. No debe haber obstá- culos para acceder a cualquier departamento de la empresa cuando se trate de cuestiones de salud y seguridad de los trabaja- dores. Al mismo tiempo, el servicio de salud en el trabajo debe tener en cuenta las necesidades y restricciones de los restantes departamentos. Y, si no depende de un alto directivo, debe tener el privilegio del acceso directo a la alta dirección en los casos en que no se preste la debida consideración a recomendaciones importantes sobre la salud de los trabajadores.
Para funcionar eficazmente, el servicio de salud en el trabajo necesita el apoyo de la empresa, la dirección, los trabajadores y sus representantes. Los instrumentos de la OIT (OIT 1981a,
1981b, 1985a y 1985b) exigen a la empresa y a los trabajadores que cooperen y participen en la ejecución de las medidas organi- zativas y de otra índole relativas a los servicios de salud en el trabajo de forma igualitaria. La empresa debe colaborar con el servicio de salud en el trabajo para conseguir sus objetivos, especialmente de las siguientes formas:

• proporcionando información general sobre la salud y la seguridad profesional en la empresa;
• proporcionando información sobre cualquier factor que afecte
a la salud de los trabajadores, bien sea conocido o se sospeche su existencia;
• proporcionar a los servicios de salud en el trabajo los recursos adecuados en cuanto a instalaciones, equipos y suministros, así comopersonalcualificado;
• dotar al servicio de salud en el trabajo de la autoridad nece- saria para realizar sus funciones;
• permitir el libre acceso a todas las dependencias e instalaciones de la empresa (incluidas fábricas separadas y servicios de campo) y proporcionar información sobre los planes de cambios en los equipos y suministros de producción, así como en los procesos y la organización del trabajo, de modo que puedan adoptarse medidas preventivas antes de que los traba- jadores se vean expuestos a peligros potenciales;
• atender sin dilación cualquier recomendación formulada por el servicio de salud en el trabajo para el control de los peligros profesionales y la protección de la salud de los trabajadores, así como garantizar su aplicación;
• salvaguardar la independencia profesional de los profesionales de la salud en el trabajo, fomentando y, cuando sea posible, financiando su educación y formación continuadas.

jueves, 23 de mayo de 2013

Confidencialidad y derecho a la intimidad

La salud de los trabajadores determina en gran medida la productividad y la vitalidad de las organizaciones, pero, en esencia, es una cuestión personal. La empresa u organización de trabajadores que desee ofrecer asesoramiento y educación sani- taria debe incorporar a los programas procedimientos que garan- ticen la confidencialidad y derecho a la intimidad. Los trabajadores estarán dispuestos a participar voluntariamente en tales programas si se convencen de que la información personal sobre su salud no será revelada a terceros sin su permiso. Para ellos y para sus representantes es fundamental que los datos obtenidos en los programas de mejora de la salud no se tengan en cuenta de ningún modo en la evaluación de su actuación en el puesto de trabajo ni en las decisiones de contratación, despido y ascenso.

miércoles, 22 de mayo de 2013

Patrocinio

El patrocinio de las empresas suele incluir la financiación total o parcial de los programas. No obstante, algunas empresas finan- cian únicamente la planificación u organización de las activi- dades de promoción de la salud, que los trabajadores deben sufragar. En ocasiones, los programas patrocinados por las empresas ofrecen incentivos a los trabajadores por la participación, la finalización del programa o la correcta modificación de los hábitos en materia de salud. Tales incentivos pueden consistir en la concesión de permisos y de premios económicos por participación o resultados y en el reconocimiento de la consecución de objetivos referentes a la salud. En sectores con implantación sindical, sobre todo cuando los trabajadores están repartidos en lugares de trabajo demasiado pequeños para organizar un programa, los programas de promoción de la salud pueden estar diseñados y aplicados por las organizaciones sindicales. Aunque las empresas y las organizaciones de trabajadores suelen patro- cinar programas de asesoramiento y educación sanitaria en el lugar de trabajo, en ocasiones financian también otros desarro- llados total o parcialmente en servicios de la comunidad, ya sean gestionadas por la administración pública o por organizaciones lucrativas o no lucrativas.
El patrocinio financiero debe completarse con el compromiso de la empresa, tanto de la alta dirección como de los mandos intermedios. Las empresas tienen muchas prioridades. Si la promoción de la salud es una de ellas, debe ser apoyada finan- cieramente de forma activa y manifiesta por la dirección y recibir una atención continua, destacando su importancia ante los trabajadores, los accionistas, los directivos y los inversores

martes, 21 de mayo de 2013

PROMOCION DE LA SALUD EN EL LUGAR DE TRABAJO

El entorno de trabajo constituye un lugar adecuado para avanzar en la consecución de objetivos como la evaluación, la educación, el asesoramiento y la promoción de la salud en general. Desde el punto de vista de la formulación de políticas nacionales, el lugar de trabajo favorece el desarrollo de este tipo de actividades, ya que su aplicación suele requerir una amplia concentración de personas. Además, la mayoría de los trabajadores se encuentran en una ubicación laboral predecible durante un período de tiempo significativo casi todas las semanas. El lugar de trabajo suele ser un entorno controlado en el que las personas o los grupos pueden someterse a una programación educativa o recibir consejos sin las distracciones propias del hogar o la precipitación habitual de los centros médicos.
La salud es una función habilitadora, es decir, permite a las personas alcanzar otras metas, incluida una actuación acertada en el cumplimiento de sus funciones profesionales. Las empresas desean optimizar la salud debido a la vinculación de ésta con la productividad en el trabajo, tanto cuantitativa como cualitativa. Por tanto, reducir la aparición (incidencia) y la existencia (preva- lencia) de enfermedades que conllevan absentismo, incapacidad
o trabajo deficiente constituye un objetivo prioritario que justifica una inversión considerable. Las organizaciones de trabaja- dores, creadas para elevar el bienestar de sus miembros, también tienen un interés intrínseco en patrocinar programas que pueden mejorar el estado de salud y la calidad de vida.

lunes, 20 de mayo de 2013

Conclusión Promocion de la salud programas

De las anteriores consideraciones se deduce que los programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo constituyen una extensión de los programas de salud y seguridad en el trabajo que, correctamente diseñados y aplicados, pueden beneficiar a los trabajadores, a las plantillas y a las organizaciones. Además, pueden impulsar el cambio social en la comunidad.
En los últimos decenios, los programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo han aumentado en número y ámbito, tanto en las pequeñas y medianas empresas, como en las grandes de los sectores privado, de beneficiencia y público. Como ponen de manifiesto los artículos incluidos en el presente capítulo, los programas también han aumentado en alcance, pasando de limitarse a los servicios sanitarios como, por ejemplo, los reconocimientos médicos y las vacunaciones, a incluir la atención a problemas personales y familiares cuya vinculación con el lugar de trabajo resulta menos evidente. La selección de elementos y actividades comprendidas en un programa determinado debe basarse en las características concretas de la plantilla, la organización y la comunidad en cuestión, teniendo en cuenta que parte de dichas actividades sólo serán necesarias para cohortes específicas de trabajadores y no para el conjunto de la población.
Al considerar la creación de un programa de promoción de la salud en el lugar de trabajo, se recomienda una planificación detallada, una aplicación gradual que permita el crecimiento y la ampliación, el seguimiento de la actuación y la calidad del programa y, en la medida de lo posible, la evaluación de los resultados. Los artículos contenidos en el presente capítulo deben resultar extremadamente útiles en tal empeño.

domingo, 19 de mayo de 2013

Diversidad de la población activa

Los programas de promoción de la salud deben diseñarse para su adaptación a la diversidad cada vez más característica de la población activa actual. Las diferencias de antecedentes étnicos y culturales, niveles educativos, edad y sexo deben reflejarse en el contenido y presentación de las actividades comprendidas en dichos programas.

sábado, 18 de mayo de 2013

DISTROFIA UNGUEAL PROFESIONAL* (II)

Las causas más frecuentes de enfermedad ungueal son la paroniquia crónica, las dermatofitosis, los traumatismos, la psoriasis, los trastornos circulatorios y el eccema u otros tipos de dermatitis. La paroniquia es una inflamación del pliegue ungueal. La paroniquia aguda es un trastorno supurativo agudo que requiere tratamiento antibiótico y, a veces, tratamiento quirúrgico. La paroniquia crónica se produce tras la pérdida de la cutícula, lo cual permite el acceso de agua, bacterias y Candida albicans al espacio periungueal. Es común en las personas con exposición intensa al agua, sustancias alcalinas y detergentes, como personal de cocinas, limpiadores, trabajadores que preparan frutas y verduras o de centros de enlatado y amas de casa. No es posible lograr una recuperación completa mientras no se haya restaurado al integridad de la cutícula que sella el espacio periungueal.


La exposición al cemento, la cal y los disolventes orgánicos, y algunos tipos de trabajo como los de carnicero o granjero de aves de corral, pueden dañar la cutícula y los pliegues ungueales. Cualquier inflamación o enfermedad de la matriz ungueal puede provocar una distrofia (distorsión) del cuerpo de la uña, y esta alteración es el síntoma que suele inducir al paciente a buscar atención médica. La exposición al frío extremo o el fenó- meno de espasmos arteriales de Raynaud, pueden lesionar también la matriz y producir distrofia ungueal. A veces, la lesión es temporal y la distrofia ungueal desaparece después de eliminar la causa y de tratar el trastorno inflamatorio (en la Figura 12.3 se muestra un ejemplo).

viernes, 17 de mayo de 2013

DISTROFIA UNGUEAL PROFESIONAL* (I)

La función del epitelio de la epidermis es formar la superficie o capa córnea de la piel; su principal componente es la queratina, una proteína fibrosa. En ciertas áreas, el epitelio se desarrolla de forma especial para producir un tipo particular de estructura de la queratina, como sucede en el pelo y las uñas. El cuerpo de la uña está formado en parte por el epitelio de la matriz y en parte por el lecho ungueal. La uña crece de la misma forma que el pelo
y la capa córnea y se afecta por los mismos mecanismos patogénicos que intervienen en las enfermedades del pelo y de la epidermis. Algunos elementos como el arsénico y el mercurio se acumulan en la uña al igual que en el pelo.
En la Figura 12.2 se observa que la matriz ungueal es una invaginación del epitelio y está cubierta por el pliegue ungueal en su base. Una fina capa córnea denominada cutícula sirve para sellar el espacio periungueal y se extiende desde el pliegue ungueal hasta el lecho de la uña.
Las partes más vulnerables de la uña son el pliegue ungueal y el área situada bajo el extremo del cuerpo de la uña, aunque este último puede sufrir también traumatismos físicos o químicos directos. Las sustancias químicas o los agentes infecciosos pueden penetrar bajo el cuerpo de la uña por su margen libre. La humedad y los álcalis pueden destruir la cutícula y permitir la entrada de bacterias y de hongos, que causarán inflamación del tejido periungueal y producirán alteraciones secundarias del crecimiento ungueal.

jueves, 16 de mayo de 2013

Prevención en el lugar de trabajo (VI)

Aunque a pocas personas les agrada utilizar equipos de protección, no queda otra elección si las medidas descritas antes son inadecuadas. El equipo de protección consta de botas, delan- tales, gafas, mangas, batas, zapatos y guantes. Este material se comenta en otra parte de la Enciclopedia.
Numerosos trabajadores se quejan de que los guantes protec- tores reducen su destreza, pero su uso resulta inevitable en algunas situaciones. Es preciso tratar de reducir al mínimo los inconvenientes que causan. Existen muchos tipos, tanto permeables (algodón, cuero, malla metálica, Kevlar®) como impermea- bles (látex de caucho, neopreno, nitrilo, cloruro de polivinilo, Viton®, alcohol de polivinilo, polietileno) al agua. El tipo seleccionado deberá tener en cuenta las necesidades específicas de cada situación. El algodón ofrece una protección mínima y una buena ventilación. El cuero es eficaz frente a la fricción, presión y tracción, y frente a algunos tipos de lesiones. Las mallas de metal protegen contra los cortes. El Kevlar® es igní- fugo. El amianto es resistente al fuego y al calor. La resistencia de los guantes impermeables frente a los disolventes es muy variable y depende de su composición y grosor. Para aumentar la resistencia a los disolventes, algunos investigadores han desarro- llado guantes con capas múltiples de polímeros.
A la hora de seleccionar guantes deben tenerse en cuenta varias características, como grosor, flexibilidad, longitud, dureza, ajuste a las muñecas y los dedos y resistencia química, mecánica
y térmica. En varios laboratorios se han desarrollado técnicas, basadas en la determinación de los tiempos de rotura y las constantes de permeabilidad, para calcular la resistencia de los guantes a productos químicos específicos. Existen listas que sirven de guía para la elección de los guantes (Lachapelle y cols.
1992; Berardinelli 1988).
En algunos casos, el uso prolongado de guantes protectores puede provocar una dermatitis de contacto alérgica a los componentes del guante o a los alergenos que penetran a través de ellos. El uso de guantes protectores también se asocia a un mayor riesgo de irritación cutánea por la exposición prolongada a niveles altos de humedad dentro del guante o por la penetración de agentes irritantes a través de las perforaciones. Para evitar el empeoramiento de las lesiones, todos los trabajadores que padezcan una dermatitis de la mano, con independencia de su origen, deben evitar el uso de guantes que aumenten el calor y la humedad alrededor de sus lesiones.
Para establecer un programa completo de prevención de las dermatosis profesionales hay que adaptar cuidadosamente los principios y las normas a las características específicas de cada lugar de trabajo. Para asegurar su eficacia, los programas de prevención deben revisarse periódicamente, teniendo en cuenta los cambios en el lugar de trabajo, la experiencia con el programa y los avances tecnológicos.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Prevención en el lugar de trabajo (IV)

Los detergentes sintéticos, disponibles en forma líquida y en polvo, emulsionan las grasas. Por tanto, eliminan generalmente el sebo de la piel, que es una sustancia protectora contra la sequedad. La emulsificación de la piel suele ser menos marcada con los jabones que con los detergentes sintéticos y es propor- cional a la concentración del detergente. Para contrarrestar este efecto suelen añadirse a los detergentes sustancias emolientes como la glicerina, la lanolina y la lecitina.
Las pastas y las cremas, conocidas también como “jabones para usar sin agua” son emulsiones de sustancias oleosas en agua. Su agente limpiador principal es un disolvente, en general un derivado del petróleo. Se dice que no “necesitan agua” porque pueden emplearse cuando no se dispone de agua corriente. Debido a su dureza, no se consideran como limpia- dores de elección. Recientemente se han comercializado
“jabones para usar sin agua” que contienen detergentes sinté- ticos menos irritantes para la piel que los disolventes. La American Association of Soap and Detergent Manufacturers recomienda lavarse con un jabón suave después de utilizar
“jabones para usar sin agua” que contengan un disolvente. Los trabajadores que utilizan estos jabones que no necesitan agua tres o cuatro veces al día deberán aplicarse una loción o una crema hidratante al final del día de trabajo para evitar la sequedad.
Las partículas abrasivas que suelen añadirse a los limpiadores antes descritos para aumentar su poder limpiador son irritantes. Estas pueden ser solubles (p. ej., bórax) o insolubles. Los abra- sivos insolubles pueden ser minerales (p. ej., piedra pómez), vege- tales (p. ej., cáscaras de nuez) o sintéticos (p. ej., poliestireno).
Los limpiadores antimicrobianos sólo deberían emplearse en los lugares de trabajo en los que existe un riesgo real de infec- ción, ya que algunos son alergenos potenciales y los trabajadores no deberían exponerse a ellos de forma innecesaria.
Por la influencia de ciertas sustancias o de lavados repetidos, las manos de los trabajadores tienen a secarse. El mantenimiento
a largo plazo de una buena higiene cutánea en estas condiciones requiere la humidificación diaria, con una frecuencia que depen- derá del individuo y del tipo de trabajo. En muchos casos, las lociones o cremas hidratantes, conocidas también como cremas para las manos, son adecuadas. En los casos de sequedad grave o
si las manos se sumergen durante períodos prolongados, las vase- linas hidrofílicas son más adecuadas. Las cremas denominadas protectoras o de barrera suelen ser cremas hidratantes, a veces contienen silicona, zinc u óxidos de titanio. Las cremas protec- toras específicas para el tipo de exposición son raras, salvo las que protegen frente a la radiación ultravioleta. Estas han mejo- rado de forma notable en los últimos años y ahora ofrecen una protección eficaz frente a los rayos UV-A y UV-B. Se recomienda un factor de protección mínimo del 15 (escala norteamericana). La crema Stokogard® parece ser eficaz contra la dermatitis de contacto causada por la hiedra venenosa. Las cremas de barrera
o protectoras nunca deben considerarse como el equivalente a un guante impermeable invisible (Sasseville 1995). Además, las cremas protectoras sólo son eficaces en la piel sana.

martes, 14 de mayo de 2013

Prevención en el lugar de trabajo (III)

Dada la ausencia de normas de seguridad para las sustancias dermatotóxicas (Mathias 1990), las medidas preventivas deben respaldarse con la observación atenta del estado de la piel de los trabajadores. Por suerte, esto resulta fácil, ya que cualquiera puede observar directamente la piel, sobre todo de las manos y la cara. El objetivo de este tipo de observación es identificar los signos precoces de alteraciones cutáneas que indiquen la ruptura del equilibrio corporal natural. Los trabajadores y los especia- listas en seguridad y salud deben, por tanto, estar atentos a los siguientes signos de aviso:
• sequedad progresiva
• maceración
• engrosamiento localizado
• traumatismos frecuentes
• enrojecimientos, sobre todo alrededor de los pelos.

Es muy importante identificar y tratar con rapidez los tras- tornos cutáneos y los factores causales subyacentes para evitar su cronificación.
Si los sistemas de control en el lugar de trabajo no pueden impedir el contacto de la piel con sustancias peligrosas, deberá reducirse al mínimo posible la duración del contacto cutáneo. Con este fin, los trabajadores deben tener un acceso rápido a equipos de higiene apropiados. La contaminación de los agentes limpiadores puede evitarse utilizando recipientes cerrados equi- pados con un sistema de bombeo que dispense la cantidad adecuada de limpiador con un único movimiento de presión. La selección de los limpiadores debe realizarse manteniendo un equilibrio entre la eficacia limpiadora y el potencial de irrita- ción. Por ejemplo, los limpiadores de alta potencia suelen contener disolventes o sustancias abrasivas que aumentan la irri- tación. El limpiador seleccionado deberá adaptarse a las caracte- rísticas específicas del lugar de trabajo, ya que los trabajadores emplearán un disolvente si los limpiadores disponibles son inefi- caces. Los limpiadores pueden ser jabones, detergentes sinté- ticos, pastas o cremas sin agua, preparaciones abrasivas y agentes antimicrobianos (Durocher 1984).
En diversas actividades laborales, la aplicación de una crema protectora antes del trabajo facilita la limpieza de la piel con independencia del agente limpiador utilizado. En todos los casos, la piel debe enjuagarse por completo y secarse después de cada lavado. Si esto no se realiza, la irritación puede aumentar, por ejemplo, debido a la reemulsificación de los residuos de jabón causada por la humedad en el interior de los guantes impermeables.
Los jabones industriales suelen suministrarse en forma de líquidos que se dispensan mediante presión manual. Se componen de ácidos grasos de origen animal (manteca) o vegetal
(aceite), tamponados con una base (p. ej., hidróxido sódico). El tamponado puede ser incompleto y, en ese caso, deja radicales libres residuales que pueden irritar la piel. Para evitar este problema, conviene que el pH sea neutro (4 a 10). Estos jabones líquidos son adecuados para muchas tareas.

lunes, 13 de mayo de 2013

Trastornos del gusto Conceptos generales

La diversidad anatómica y la amplia distribución del sistema del gusto tienen un valor protector suficiente para prevenir su pérdida permanente y total. La pérdida de unas pocas áreas periféricas del gusto, por ejemplo, no afecta a la capacidad gustativa global de la boca (Mott, Grushka y Sessle 1993). El sistema puede ser mucho más vulnerable a la distorsión del gusto o a los sabores fantasma. Por ejemplo, las disgeusias parecen ser más frecuentes en las exposiciones profesionales que las propias pérdidas del gusto. Aunque se piensa que el sentido del gusto se conserva mejor que el sentido del olfato en el proceso de envejecimiento, se han documentado pérdidas en la percepción del sabor con la edad.
Cuando la mucosa oral se irrita, es posible que se produzcan pérdidas pasajeras del gusto. En teoría, podrían inflamarse las células gustativas, cerrarse los poros gustativos o alterarse la función en la superficie de las células gustativas. La inflamación puede modificar el aporte sanguíneo a la lengua y afectar así al gusto. El flujo de saliva también puede alterarse. Los agentes irritantes pueden provocar hinchazón y obstrucción de los conductos salivales. Los tóxicos absorbidos y excretados en las glándulas salivales son capaces de dañar el tejido glandular durante la excreción. Cualquiera de estos procesos podría provocar sequedad oral a largo plazo y tener efectos sobre el gusto. La exposición a sustancias tóxicas podría alterar el índice de recambio de las células gustativas, modificar los canales del gusto en la superficie de la célula gustativa o cambiar el ambiente químico interno o externo de las células. Se sabe que muchas sustancias son neurotóxicas y pueden dañar los nervios periféricos del gusto, ya sea de forma directa o por lesión de las vías superiores del gusto en el cerebro.

domingo, 12 de mayo de 2013

Anatomía y fisiología

Las células receptoras del gusto se reparten por toda la cavidad oral, la faringe, la laringe y el esófago; son células epiteliales modificadas localizadas en las yemas gustativas. Sobre la lengua, las yemas se agrupan en estructuras superficiales denominadas papilas; en el epitelio se encuentran también yemas gustativas extralinguales. Las células gustativas pueden lesionarse debido a su localización superficial. Los agentes nocivos suelen entrar en contacto con la boca mediante ingestión, aunque la respiración bucal asociada a obstrucción nasal o a otras condiciones (p. ej., ejercicio, asma) permite el contacto de la mucosa oral con agentes que se transmiten a través del aire. El promedio de vida de la célula receptora es de diez días, lo que permite una recuperación rápida cuando se produce una lesión superficial. Asimismo, el sentido del gusto depende de cuatro pares de nervios periféricos: la parte anterior de la lengua de la cuerda del tímpano, una rama del séptimo par craneal (VII); la parte posterior de la lengua y la faringe, del nervio glosofaríngeo (IX); el paladar blando de la rama petrosa superficial mayor del VII par; y la laringe/esófago del nervio vago (X). Por último, las vías centrales del gusto, aunque no se conocen por completo en el ser humano (Ogawa 1994), parecen más divergentes que las vías olfatorias centrales.


En el primer paso en la percepción del gusto se produce una interacción entre las sustancias químicas y las células receptoras. Las cuatro cualidades del gusto, es decir, los sabores dulce, agrio, salado y amargo, se expresan por diferentes mecanismos a nivel del receptor (Kinnamon y Getchell 1991), y generan en último término potenciales de acción en las neuronas gustativas (trans- ducción).
Las sustancias con sabor difunden por las secreciones salivares y también por el moco secretado alrededor de las células gusta- tivas, para interactuar con la superficie de éstas. La saliva asegura el transporte de las sustancias con sabor a las yemas y crea un ambiente iónico óptimo para la percepción gustativa(Spielman 1990). Las alteraciones del gusto pueden demostrarse por los cambios en los componentes inorgánicos de la saliva. La mayoría de las sustancias estimuladoras del gusto son hidrosolubles y difunden con facilidad; otras necesitan proteínas portadoras solubles para el transporte hasta el receptor. La cantidad y la composición de la saliva, por tanto, desempeñan un papel esencial en la función del gusto.
El sabor de la sal se estimula por cationes como Na, K o NH4. La mayoría de los estímulos salados se transducen cuando los iones atraviesan un tipo específico de canal del sodio (Gilbertson 1993), aunque pueden intervenir también otros mecanismos ciertas. Variaciones en la composición del moco del poro gustativo o en el entorno de la célula gustativa podrían modificar el sabor salado. Asimismo, los cambios estructurales en las proteínas de los receptores cercanos podrían alterar la función de los receptores de la membrana. El sabor agrio corres- ponde a la acidez. El bloqueo de los canales específicos del sodio por iones hidrógeno es el fenómeno inductor de este sabor. Sin embargo, como sucede con el sabor salado, se cree que existen otros mecanismos. Numerosos compuestos químicos se perciben con un sabor amargo, incluidos cationes, aminoácidos, péptidos y compuestos de gran tamaño. En la detección de estímulos amargos intervienen, al parecer, mecanismos más diversos, como el transporte de proteínas, los canales del calcio, las proteínas G y otras vías mediadas por un segundo mensajero (Margolskee 1993). Las proteínas salivares pueden ser muy importantes para el transporte de estímulos lipofílicos amargos a las membranas del receptor. Los estímulos dulces se unen a receptores específicos relacionados con los sistemas de segundos mensajeros activados por la proteína G. Según algunos estudios, en los mamíferos los estímulos dulces pueden acceder directa- mente a los canales iónicos (Gilbertson 1993).

sábado, 11 de mayo de 2013

GUSTO

Los tres sistemas quimiosensibles, el olfato, el gusto y el sentido químico común, requieren la estimulación directa por sustancias químicas para la percepción sensorial. Su función consiste en vigilar constantemente las sustancias químicas nocivas y beneficiosas que se inhalan e ingieren. Las propiedades irritativas y de hormigueo son detectadas por el sentido químico común. El sistema del gusto percibe sólo los sabores dulce, salado, agrio, amargo y, posiblemente, el sabor metálico y el del glutamato monosódico (umami). La totalidad de la experiencia sensorial oral se denomina “sabor”, es decir, la interacción entre olor, gusto, irritación, textura y temperatura. Como la mayoría de los sabores se derivan del olor, o aroma, de las comidas y bebidas, la lesión del sistema olfativo se notifica con frecuencia como un problema de “gusto”. Es más probable que existan déficit de gusto verificables si se refieren pérdidas específicas de las sensa- ciones de sabor dulce, agrio, salado y amargo.
Las molestias quimiosensoriales son frecuentes en salud laboral y pueden producirse por la percepción de agentes químicos ambientales por parte de un sistema sensorial normal. Por otro lado, también pueden indicar una lesión del sistema: el contacto obligado con sustancias químicas aumenta la vulnera- bilidad de estos sistemas sensoriales a las lesiones (véase la Tabla 11.5). En el contexto laboral, estos sistemas también pueden lesionarse por traumatismos craneales y por agentes distintos de las sustancias químicas (p. ej., radiaciones). Los tras- tornos del gusto pueden ser temporales o permanentes: pérdida de gusto completa o parcial (ageusia o hipogeusia), exacerbación del gusto (hipergeusia) y gustos distorsionados o fantasmas (disgeusia) (Deems, Doty y Settle 1991; Mott, Grushka y Sessle 1993).
El sistema del gusto se mantiene gracias a su capacidad regenerativa y a su abundante inervación. Por este motivo, los trastornos del gusto de relevancia clínica son menos comunes que los trastornos olfatorios. Las distorsiones del gusto son más frecuentes que la pérdida significativa del mismo y, cuando se producen, es más probable que presenten efectos secundarios adversos como ansiedad y depresión. La pérdida o distorsión del gusto puede interferir con la actividad laboral cuando se necesita una agudeza especial del mismo, como ocurre en las artes culinarias y en la cata de vinos y licores.

viernes, 10 de mayo de 2013

En el lugar de trabajo, la mayor parte de la información y de las señales son de tipo visual

En el lugar de trabajo, la mayor parte de la información y de las señales son de tipo visual, aunque también se utilizan las señales acústicas; tampoco hay que olvidar la importancia de las señales táctiles en el trabajo manual, así como en el trabajo administra- tivo (por ejemplo, la velocidad de un teclado).
Nuestros conocimientos sobre el ojo y la visión provienen en su mayor parte de dos fuentes: las médicas y las científicas. Para el diagnóstico de los defectos y las enfermedades oculares se han desarrollado técnicas que miden las funciones visuales; estos procedimientos pueden no ser los más eficaces en salud laboral. Las condiciones en que se realizan las exploraciones médicas son, de hecho, muy distintas a las que se encuentran en el lugar de trabajo; por ejemplo, para determinar la agudeza visual, el oftalmólogo utilizará gráficos o instrumentos en los que el contraste entre el objeto del ensayo y el fondo sea el máximo posible, donde los contornos de los objetos de la prueba sean nítidos, no se perciban fuentes de luz molestas, etc. En la vida real, las condiciones de iluminación son con frecuencia defi- cientes y la visión se fuerza durante horas.
Esto subraya la necesidad de utilizar aparatos de laboratorio e instrumentos con un poder predictivo superior para determinar la tensión y la fatiga visual en el lugar de trabajo.
Numerosos experimentos científicos citados en los libros de texto se realizaron para lograr un mejor conocimiento teórico del sistema visual, ya que se trata de un sistema muy complejo. Las referencias de este artículo se han limitado a las que presentan una utilidad directa en el área de la salud en el trabajo.
Aunque los procesos patológicos pueden impedir que algunas personas cumplan todos los requisitos visuales de un trabajo, parece más seguro y justo, con la excepción de trabajos especiales con normativas legales propias (aviación, por ejemplo), dejar al oftalmólogo el poder de decisión, en vez de establecer reglas generales, y esto es así en la mayoría de los países. Si se desea más información, existen directrices sobre este tema.
Por otro lado, existen peligros para el ojo en la exposición a diversos agentes nocivos de tipo químico o físico ya han comen- tado. Se brevemente los peligros para el ojo en la industria. Según los conocimientos científicos actuales, no hay ningún peligro de cataratas por el hecho de trabajar con monitores de representación visual.

jueves, 9 de mayo de 2013

Gafas protectoras

Como las medidas de protección individual (gafas y máscaras) pueden obstaculizar la visión (reducción de la agudeza visual por pérdida de transparencia de las gafas a causa de la proyección de cuerpos extraños; obstáculos en el campo visual como las piezas laterales de las gafas), la higiene industrial también tiende a utilizar otros medios como la extracción de polvo y de partículas peligrosas del aire mediante la ventilación general.

Se acude con frecuencia al médico del trabajo para pedir consejo sobre la calidad de las gafas adaptadas según el riesgo; la elección se realizará se acuerdo con las normativas nacionales e internacionales. Además, ahora se dispone de gafas de mejor calidad, más eficaces y cómodas y de mejor aspecto estético.
En Estados Unidos, por ejemplo, es posible referirse a las normas ANSI (en particular a la ANSI Z87. 1-1979), que tienen el respaldo legal de la ley federal de salud y seguridad en el trabajo (Fox 1973). La norma ISO nº 4007-1977 se refiere también a los dispositivos protectores.
En Francia, el INRS de Nancy ofrece recomendaciones y material de protección. En Suiza, la empresa nacional de seguros CNA establece normas y procedimientos para extraer cuerpos extraños en el lugar de trabajo. En las lesiones peli- grosas, es preferible enviar al trabajador lesionado al oftalmó- logo o a una clínica especializada.
Finalmente, las personas con patologías oculares pueden sufrir más riesgo que otras; la discusión de este controvertido problema se halla fuera del marco de este artículo. Como se comentó previamente, el oftalmólogo debe conocer los peligros que pueden encontrarse en el lugar de trabajo e investigarlos cuidadosamente.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Protección de la salud (I)

Los procesos del berilio deben realizarse de manera cuidadosamente controlada para proteger al trabajador y a la población general. El riesgo más importante consiste en la contaminación a través del aire, por lo que el proceso y la planta deben diseñarse con el objetivo de que se forme la menor cantidad posible de polvo o vapores. Deben utilizarse procesos en húmedo en lugar de procesos en seco, y los componentes de las preparaciones que contienen berilio deben unificarse como suspensiones acuosas en lugar de como polvos desecados; siempre que sea posible, la planta se diseñará en grupos de unidades cerradas aisladas. La concentración permisible de berilio en la atmósfera es tan baja que deberá aplicarse el cerramiento incluso a los procesos en húmedo, ya que de lo contrario podrían desecarse los vertidos y salpicaduras producidos y el polvo podría entrar en la atmósfera. Las operaciones a partir de las cuales puede producirse polvo deben realizarse en áreas con el máximo grado de cerramiento compatible con las necesidades de manipulación. Algunas operaciones se llevan a cabo en cajas selladas, pero son muchos más los que se realizan en cerramientos con aspiración similares
a los instalados en las cámaras de vapores químicos. Las operaciones mecanizadas pueden ventilarse por sistemas de aspiración
local de alta velocidad y bajo volumen o mediante encoframientos con aspiración.
Para comprobar la eficacia de estas medidas de precaución, el control atmosférico debe realizarse de tal forma que pueda calcularse la exposición promedio diaria de los trabajadores al berilio respirable. El área de trabajo debe limpiarse de forma regular con una aspiradora apropiada o una fregona húmeda. Los procesos del berilio deben separarse de las otras operaciones de la fábrica.
Debe proporcionarse un equipo protector personal a los trabajadores que intervengan en procesos del berilio. Si trabajan
a tiempo completo en procesos relacionados con la manipula- ción de compuestos de berilio o en procesos asociados a la extracción del metal a partir del mineral, deben tomarse las disposiciones necesarias para que se cambien completamente de ropa y no vuelvan a sus casas con la misma con la que han estado trabajando. También deberán tomarse las disposiciones pertinentes para el lavado seguro de las ropas de trabajo, y deberán proporcionarse guardapolvos protectores a los trabaja- dores de la lavandería para asegurar que no tengan una exposi- ción excesiva al riesgo. Estas disposiciones no deben limitarse a los procedimientos de lavado doméstico normales. Los casos de intoxicación por berilio en las familias de los trabajadores se han atribuido a que éstos llevaban a casa la ropa contaminada o bien la llevaban puesta en casa.

martes, 7 de mayo de 2013

Prevención de incendios

Deben tomarse las disposiciones pertinentes para prevenir posibles fuentes de ignición, como la formación de chispas o arcos de luz en aparatos eléctricos, fricción, etc, en la proximidad de polvo de berilio finamente dividido. El equipo en el que ha estado presente este polvo debe vaciarse y limpiarse antes de usar en él acetileno o un aparato de soldadura. El polvo de berilio ultrafino libre de óxido preparado en gas inerte es propenso a la ignición espontánea ante la exposición al aire.
Para extinguir un incendio por berilio debe utilizarse un polvo desecado adecuado, no agua. Deberá llevarse un equipo de protección personal completo, que incluya equipo de protección respiratoria, y los bomberos deberán bañarse después y disponer su ropa para que sea lavada por separado.

lunes, 6 de mayo de 2013

Medidas de seguridad y salud

Las precauciones de seguridad y de salud deben cubrir el riesgo de incendio, así como el peligro mucho más grave de la toxicidad.

domingo, 5 de mayo de 2013

Berilio y cáncer

En animales, el berilio administrado de forma experimental es cancerígeno y causa sarcoma osteogénico tras la inyección intra- venosa en conejos y cáncer de pulmón tras inhalación en ratas y monos. Un tema controvertido es si el berilio podría ser cancerí- geno para el ser humano. Algunos estudios epidemiológicos han sugerido una asociación, en particular después de padecer enfer- medad aguda por berilio. Este hallazgo ha sido rebatido por otros estudios. Puede concluirse que el berilio es cancerígeno en animales y que podría existir una conexión ente el cáncer de pulmón y el berilio en el ser humano, particularmente en las personas con la enfermedad aguda.

sábado, 4 de mayo de 2013

Pronóstico

El pronóstico de la enfermedad crónica por berilio ha variado de forma favorable en los últimos años; se ha sugerido que los retrasos más prolongados en la aparición de la enfermedad entre los trabajadores del berilio podrían reflejar una exposición menor o una carga corporal de berilio menor, que daría lugar a un curso clínico más leve. Existen pruebas clínicas de que el tratamiento esteroideo, administrado en el momento de aparición de una discapacidad mensurable y a dosis adecuadas durante períodos de tiempo suficientemente largos, ha mejorado el estado clínico de muchos pacientes, permitiendo a algunos de ellos reincorporarse a trabajos útiles. No existen pruebas claras de que los esteroides hayan curado la intoxicación crónica por berilio.



viernes, 3 de mayo de 2013

Artritis infecciosa Signos y síntomas

En el caso típico, el paciente presenta una inflamación articular aguda, por lo general en una sola articulación, que está dolorida, caliente, roja y con hiperestesia al movimiento. Existen síntomas generales de infección (fiebre, escalofríos) y signos analíticos de inflamación aguda. El aspirado de la articulación es turbio, y al examen microscópico se observan leucocitos, con tinciones y cultivos positivos para bacterias. El paciente puede presentar signos de un foco de infección en cualquier otro lugar, como una neumonía.

jueves, 2 de mayo de 2013

Artritis infecciosa Epidemiología y etiología

En la infancia, la artritis infecciosa a menudo se desarrolla en un niño previamente sano, pero los adultos con frecuencia presentan algún factor predisponente como diabetes, artritis crónica, uso de glucocorticosteroides o inmunosupresores, o infecciones o trau- matismos previos de la articulación. Los pacientes con endopró- tesis también son susceptibles a las infecciones en la articulación operada.
Las bacterias son las causas más frecuentes de artritis infecciosa. En los pacientes inmunosuprimidos pueden encontrarse hongos. Aunque la infección bacteriana de la articulación es rara, es muy importante su diagnóstico ya que, si no se trata, la infección destruye rápidamente la articulación. Los microbios pueden alcanzar la articulación por medio de la circulación (infección séptica), por heridas penetrantes directas o durante una inyección intraarticular, o a partir de un foco infeccioso adyacente.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Gota Signos y síntomas

La evolución natural de la gota pasa por varias fases, desde una hiperuricemia asintomática hasta una artritis gotosa aguda, períodos asintomáticos y una gota tofácea crónica (gota con nódulos).
La artritis gotosa aguda a menudo se manifiesta como inflamación aguda en una articulación, habitualmente en la base del primer dedo del pie. La articulación presenta una gran hiperestesia, tumefacción y dolor intenso; a menudo está enrojecida. El ataque agudo puede ceder espontáneamente en unos días. Si no se trata, pueden producirse ataques repetidos, que en algunos pacientes continúan (durante los años siguientes), dando lugar al desarrollo de una artritis crónica. En estos pacientes es posible observar depósitos de urato en los pabellones auriculares, los codos o los tendones de Aquiles, donde forman masas subcutá- neas indoloras palpables (tofos).