lunes, 31 de diciembre de 2012

Epidemiología veterinaria

Por razones obvias, la epidemiología veterinaria no está directa- mente relacionada con la higiene industrial ni con la epidemio- logía del trabajo. No obstante, los estudios epidemiológicos en animales pueden proporcionar claves sobre las causas ambien- tales y profesionales de las enfermedades por varias razones:
1. El período de vida de los animales es relativamente corto en comparación con el del ser humano y el período de latencia de las enfermedades (p. ej., la mayoría de los cánceres) es más corto en los animales que en el hombre. Esto significa que una enfermedad que aparece en un animal salvaje o domés- tico puede servir como episodio centinela para alertarnos de la presencia de un agente ambiental potencialmente tóxico o cancerígeno para el ser humano antes de que se haya identificado por otros medios (Glickman 1993).
2. Los marcadores de las exposiciones, como los aductos de hemoglobina o el nivel de absorción y excreción de toxinas, pue- den medirse en animales salvajes o domésticos para evaluar la contaminación ambiental de fuentes industriales (Blondin y Viau 1992; Reynolds y cols. 1994; Hungerford y cols. 1995).
3. Los animales no están expuestos a ciertos factores que pueden confundir los estudios en poblaciones humanas y, por tanto, las investigaciones en poblaciones animales pueden realizarse sin tener en cuenta esos posible factores de confusión. Por ejemplo, un estudio del cáncer de pulmón en perros podría detectar una importante asociación entre la enfermedad y la exposición al amianto (supongamos que por la profesión de sus amos, relacionada con el amianto, o su proximidad a fuentes industriales de amianto). Claramente, este tipo de estudio eliminaría el efecto de confusión del tabaquismo activo.
Los veterinarios hablan de una revolución epidemiológica en la medicina veterinaria (Schwabe 1993) y ya se han publicado varios libros de texto sobre esta disciplina (Thrusfield 1986; Martin y cols. 1987). Es cierto que la identificación de muchos peligros ambientales y profesionales ha sido el resultado de los esfuerzos conjuntos de los epidemiólogos especializados en poblaciones humanas y animales. Entre otras importantes contri- buciones, destaca el efecto de los fenoxiherbicidas en ovejas y perros (Newell y cols. 1984; Hayes y cols. 1990), así como el efecto de los campos magnéticos (Reif y cols. 1995) y de los pesti- cidas (principalmente pulguicidas) contaminados con compuestos similares al amianto en perros (Glickman y cols. 1983).


domingo, 30 de diciembre de 2012

Transferencia de industrias peligrosas

La mayoría de los estudios epidemiológicos se realizan en el mundo desarrollado, donde la legislación y el control de los peligros profesionales conocidos han reducido el riesgo de enfermedades en las últimas décadas. Pero al mismo tiempo muchas de las industrias peligrosas se han transferido al mundo en desarrollo
(Jeyaratnam 1994). Sustancias químicas que se han prohibido en Estados Unidos o Europa se fabrican ahora en los países en desarrollo. Por ejemplo, la pulverización del amianto se ha transferido de Estados Unidos a México y la producción de bencidina se ha transferido de los países europeos a la antigua Yugoslavia y a Corea (Simonato 1986; LaDou 1991; Pearce y cols. 1994).
Un signo indirecto del nivel de riesgo profesional y de las malas condiciones de trabajo en los países en desarrollo es la epidemia de intoxicaciones agudas que está teniendo lugar en algunos de ellos. Según un estudio, todos los años se producen unas 20.000 muertes por intoxicación aguda con pesticidas, aunque es probable que esta cifra esté muy subestimada (Koge- vinas y cols. 1994). Se cree que el 99 % de todas las muertes por intoxicación aguda con pesticidas se producen en países en desa- rrollo que tan sólo consumen el 20 % de las sustancias agroquí- micas del mundo (Kogevinas y cols. 1994). Esto significa que la reducción de los riesgos profesionales que sugieren las investiga- ciones epidemiológicas podría deberse simplemente al hecho de que la mayoría de las investigaciones se realizan en el mundo desarrollado. Es posible que los riesgos profesionales hayan sido transferidos a los países en desarrollo o incluso que la carga mundial total de exposiciones profesionales haya aumentado
(Vineis y cols. 1995).

sábado, 29 de diciembre de 2012

Proporción de una enfermedad atribuible a la profesión

La proporción de una enfermedad que puede atribuirse a exposiciones profesionales, ya sea en un grupo de trabajadores expuestos o en la población general, se comenta, al menos en lo que se refiere al cáncer, en otra sección de esta Enciclopedia. Aquí debemos recordar que si se calcula un estimador, éste debe referirse a una enfermedad específica (y un lugar específico en el caso del cáncer), un período de tiempo específico y una región geográfica específica. Además, dicho estimador debe basarse en medidas exactas de la proporción de personas expuestas y del nivel de exposición. Esto significa que la proporción de una enfermedad imputable a una profesión variará de muy pequeña o nula en algunas poblaciones, a muy grande en otras situadas en zonas industriales en las que, por ejemplo, casi el 40 % de los casos de cáncer de pulmón pueden atribuirse a exposiciones profesionales (Vineis y Simonato 1991). Las estimaciones que no se basan en un análisis detallado de estudios epidemiológicos correctamente diseñados pueden considerarse, en el mejor de los casos, como suposiciones informadas, cuyo valor es limitado.


viernes, 28 de diciembre de 2012

Enseñanza de la epidemiología del trabajo

Los especialistas en epidemiología del trabajo pueden tener distintas trayectorias académicas. Medicina, enfermería y estadís- tica son algunas de las disciplinas más frecuentes de los que se especializan en este campo. En Norteamérica, casi la mitad de los epidemiólogos han recibido formación científica, mientras que la otra mitad son doctores en medicina. En otros países, la mayoría de los especialistas en epidemiología del trabajo son médicos. En Norteamérica, los epidemiólogos que proceden del campo de la medicina se consideran “expertos en contenido”, mientras que los que proceden del campo de las ciencias se consideran
“expertos metodológicos”. Siempre es conveniente que un experto en contenido trabaje en equipo con un experto metodológico para diseñar y realizar el mejor estudio posible.
La especialidad de la epidemiología del trabajo no sólo exige conocimientos sobre métodos epidemiológicos, estadística e informática, sino también sobre toxicología, higiene industrial y registros de enfermedades (Merletti y Comba 1992). En los grandes estudios, es posible que los datos tengan que cruzarse con registros de enfermedades, razón por la cual es útil conocer las fuentes de datos sobre la población. También son importantes los conocimientos sobre organización de la mano de obra y administración de empresas. Las tesis de los estudios de tercer ciclo y las disertaciones doctorales confieren a los alumnos los conocimientos necesarios para realizar grandes estudios basados en registros y en encuestas de los trabajadores.



jueves, 27 de diciembre de 2012

Características comunes de las pequeñas empresas (I)

Las características comunes de las pequeñas empresas son las siguientes (véase la Tabla 20.1):
• Es probable que su capitalización sea insuficiente.
• La presencia de los sindicatos suele ser nula (sobre todo en los domicilios y en las explotaciones agrarias) o escasa (oficinas, fábricas, establecimientos de alimentación, etc.).
• La probabilidad de que sean inspeccionadas por organismos públicos es menor. De hecho, en un estudio realizado hace algunos años se indicaba que la existencia de un gran número de pequeñas empresas era desconocida para el departamento gubernamental responsable de las mismas (Departamento de Salud Comunitaria 1980).



miércoles, 26 de diciembre de 2012

PEQUEÑAS EMPRESAS Y SALUD Y SEGURIDAD EN EL TRABAJO

La pequeña empresa es un modo de producción característico
desde tiempos remotos. Industrias artesanales en que los miem- bros de una familia desarrollan su actividad en función de una determinada división del trabajo siguen existiendo actualmente en los medios rural y urbano. De hecho, la mayoría de los traba- jadores de todos los países, remunerados o no, prestan sus servicios en empresas que pueden calificarse de pequeñas.
Antes de determinar sus problemas de salud, es necesario definir qué es una pequeña empresa. Se admite comúnmente que son aquellas empresas en las que trabajan plantillas de 50 o menos miembros. Pueden localizarse en el propio domicilio, en una explotación agraria, en una pequeña oficina, en una fábrica, en una mina o cantera, en una explotación silvícola, en un jardín o en un barco de pesca. La definición se basa en el número de trabajadores, no en lo que hacen ni en si se les remu- nera o no. El propio domicilio constituye sin lugar a dudas una pequeña empresa.

martes, 25 de diciembre de 2012

Previsiones de futuro

La cobertura de los trabajadores por parte de los servicios de salud en el trabajo especializados sigue siendo poco satisfactoria, salvo en algunos países europeos. Mientras que la prestación de este servicio siga siendo voluntaria, habrá muchos trabajadores privados de ella, sobre todo en las pequeñas empresas. En países con un alto nivel de cobertura, como Francia y algunos Estados nórdicos, los sistemas de seguro contribuyen en gran medida a la disponibilidad de ayuda financiera y asistencia técnica. Para garantizar el servicio en centros de menor tamaño puede ser necesario cierto nivel de compromiso por parte de la seguridad social.
Los servicios de salud en el trabajo suelen actuar con mayor celeridad que la sanidad general. Así ocurre especialmente en las grandes empresas. El resultado es un desfase entre los servicios prestados en cada uno de los dos ámbitos. Los trabajadores que reciben un mejor servicio sanitario a lo largo de su vida laboral frecuentemente experimentan problemas de salud después de la jubilación. En ocasiones, la disparidad entre grandes y pequeñas empresas no puede ignorarse, por ejemplo, en Japón, donde muchos trabajadores de edad avanzada se mantienen activos en las pequeñas empresas tras su jubilación obligatoria en las grandes. La continuidad de los servicios en estos entornos dife- rentes es una cuestión que deberá abordarse inevitablemente en un futuro próximo.
A medida que aumenta la complejidad del sistema industrial, el control de la contaminación ambiental resulta más difícil. Una actividad anticontaminación intensiva en una fábrica puede dar lugar, sencillamente, al traslado de la fuente de contaminación a otra industria o a otra instalación productiva. Asimismo, puede provocar la exportación de la fábrica, con su problema medioambiental asociado, a un país en desarrollo. La integración entre salud en el trabajo y salud medioambiental es cada vez más necesaria.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Factores que influyen en la salud y la seguridad en el trabajo

La prevención a escala primaria, secundaria y terciaria debe constituir un objetivo básico del programa de salud y seguridad en el trabajo. La prevención primaria basada en la higiene industrial ha obtenido un éxito considerable en la reducción del riesgo de enfermedades profesionales. No obstante, cuando se llega a un nivel bastante inferior al admisible, este enfoque pierde eficacia, sobre todo si se tienen en cuenta los costes y beneficios.
El paso siguiente en el ámbito de la prevención primaria consiste en el control biológico, haciendo hincapié en las diferencias en materia de exposición individual. La sensibilidad de cada persona es importante en esta fase. La determinación de la idoneidad para el trabajo y la asignación de un número razo- nable de trabajadores a tareas específicas son objeto de una atención cada vez mayor. La ergonomía y diversas técnicas de salud mental diseñadas para reducir el estrés en el trabajo son otros de los elementos indispensables en esta etapa.
El objetivo de prevenir las exposiciones a riesgos en el lugar de trabajo ha ido perdiendo importancia en favor de la promoción de la salud. El objetivo final es lograr la autogestión de la salud. La educación sanitaria orientada a la consecución de este objetivo se considera una de las áreas principales a las que deben dedicar sus esfuerzos los especialistas. El gobierno japonés ha propuesto un programa de promoción de la salud denominado “Plan de Promoción de la Salud Total”, en el que la formación de especialistas y la ayuda financiera al programa de cada centro de trabajo son componentes fundamentales.
En la mayoría de los países industrializados, los sindicatos desempeñan un papel importante en el desarrollo de iniciativas de salud y seguridad en el trabajo en todos los ámbitos, desde el central hasta el periférico. En muchos países europeos los repre- sentantes sindicales son invitados oficialmente a formar parte de los comités encargados de decidir la orientación administrativa básica del programa. En Japón y Estados Unidos, la participación de los trabajadores es indirecta y los ministerios o departa- mentos de trabajo conservan las competencias administrativas. Parte de la población activa de numerosos países industriali- zados procede del extranjero, ya sea oficial o extraoficialmente. Estos trabajadores inmigrantes plantean diversos problemas, como los relativos a la lengua, las barreras étnicas y culturales, el nivel educativo y las deficiencias de salud.
Las empresas que aportan servicios profesionales en el campo de la salud en el trabajo cumplen una función importante en lo que se refiere a la ayuda a la formación y la educación y la infor- mación. Algunas sociedades académicas expiden certificaciones especializadas. Estas organizaciones contribuyen asimismo a la cooperación internacional.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Protección de grupos vulnerables

El servicio de salud en el trabajo es responsable de formular reco- mendaciones para la protección de los grupos vulnerables de trabajadores, tales como los que presentan hipersensibilidades, enfermedades crónicas o determinadas discapacidades. Las reco- mendaciones pueden aludir a la búsqueda de un puesto que minimice los efectos adversos, a la entrega de equipos especiales o dispositivos de protección, a la prescripción de bajas por enfermedad, etc. Deben ser viables en función de las circunstancias del lugar concreto de trabajo, y pueden incluir la petición a los traba- jadores de que reciban formación especializada sobre prácticas de trabajo adecuadas y uso de equipos de protección personal.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Adaptación del trabajo a los trabajadores

Para facilitar la adaptación del trabajo a los trabajadores y mejorar las condiciones y el medio ambiente de trabajo, los servi- cios de salud en el trabajo deben asesorar a la empresa, a los trabajadores y al comité de seguridad y salud sobre las cuestiones de salud, higiene y ergonomía en el trabajo. Pueden formular recomendaciones sobre modificaciones del trabajo, de los equipos
y del medio ambiente de trabajo encaminadas a permitir al trabajador actuar de forma segura y eficaz. En este sentido quizá sea necesario reducir la carga física de trabajo para el trabajador de más edad, proporcionar equipos especiales a los trabajadores con deficiencias sensoriales o locomotrices, o adaptar los equipos
o las prácticas de trabajo a las dimensiones antropométricas. Las adaptaciones pueden ser temporales en el caso de trabajadores en fase de recuperación de una lesión o enfermedad. Varios países tienen disposiciones legales que exigen adaptaciones en el lugar de trabajo.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Rehabilitación

La participación de los servicios de salud en el trabajo es especial- mente decisiva en la orientación de la rehabilitación de los trabajadores y su reincorporación al trabajo, función cada vez más importante debido al gran número de accidentes profesionales de los países en vías de desarrollo y al envejecimiento de la pobla- ción activa en los países desarrollados. Los servicios de rehabilita- ción suelen ser prestados por unidades externas, ya sean autónomas o integradas en un hospital, dotadas de especialistas en rehabilitación, terapeutas del trabajo, especialistas en asesoramiento profesional, etc.
Hay algunas cuestiones importantes relativas a la participación de los servicios de salud en el trabajo en la rehabilitación de trabajadores lesionados.
En primer lugar, este servicio puede ayudar decisivamente a que el trabajador que se recupera de una lesión o enfermedad le sea enviado sin dilación. Es mucho mejor que el trabajador regrese a su lugar de trabajo original, si es posible, y el servicio de salud en el trabajo tiene como importante función mantener el contacto durante el período de incapacidad con los responsa- bles del tratamiento en las fases agudas para conocer cuándo podrá producirse esa reincorporación.
En segundo lugar, el servicio de salud en el trabajo puede faci- litar el pronto regreso al trabajo colaborando en la planificación con el servicio de rehabilitación. Su conocimiento del trabajo y el medio ambiente de trabajo será útil para estudiar las posibili- dades de modificar el trabajo original (por ejemplo: cambios en la asignación de tareas, limitación de jornada, períodos de descanso, equipos especiales, etc.) o de disponer una sustitución alternativa temporal.

Por último, el seguimiento de los progresos del trabajador permite al servicio de salud en el trabajo mantener informada a la dirección acerca de la probable duración de la ausencia o la limitación de capacidad, o sobre el grado de una posible discapacidad residual, de modo que puedan tomarse las medidas necesarias para una dotación alternativa de personal con una repercusión mínima sobre los planes de producción. Por otra parte, el servicio mantiene contacto con los trabajadores y a menudo también con sus familias, facilitando y preparando mejor su reincorporación al trabajo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Ser vicios de asistencia sanitaria en el trabajo y ser vicios sanitarios generales preventivos y curativos (III)

La prestación de servicios de asistencia sanitaria preventivos y curativos generales incluye la prevención y tratamiento de enfer- medades no profesionales y otros importantes servicios de asis- tencia sanitaria primaria. Normalmente, los servicios de asistencia sanitaria preventiva general incluyen vacunaciones, la asistencia por maternidad y puericultura, y servicios generales de higiene y sanitarios, en tanto que los servicios de asistencia sanitaria curativa general incluyen la actividad propia del médico general. A este respecto, la Recomendación nº 171 de la OIT establece que el servicio de salud en el trabajo, habida cuenta de la organización de la medicina preventiva a nivel nacional, podría desempeñar las siguientes funciones:

• proceder a inmunizaciones en relación con los riesgos biológicos que se presentan en el lugar de trabajo;
• participar en campañas de protección de la salud;
• colaborar con las autoridades sanitarias en el marco de programas de salud pública.

Los servicios de salud en el trabajo establecidos en las grandes empresas, así como los que operan en áreas alejadas o médica- mente subatendidas, pueden asumir la prestación de la asis- tencia sanitaria no profesional no sólo para los trabajadores, sino también para sus familias. El alcance de estos servicios depen- derá de la infraestructura de los servicios sanitarios de la comu- nidad y de la capacidad de la empresa. Cuando las empresas industriales se establecen en áreas poco desarrolladas, puede ser incluso conveniente prestar tales servicios junto con la asistencia sanitaria en el trabajo.
En algunos países, los servicios de salud en el trabajo prestan en horas de trabajo el tratamiento ambulatorio normalmente a cargo del médico general. Suele limitarse a tratamientos senci- llos, pero puede suponer una asistencia médica más completa si la empresa tiene un acuerdo con la seguridad social u otra entidad de seguros en el que se establezca el reembolso de los costes del tratamiento de los trabajadores.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Quién participa

Los programas de promoción de la salud reciben críticas por la tendencia constatada a que los participantes sean más jóvenes y sanos y estén más interesados en cuestiones de salud que los que no participan (el fenómeno “llueve sobre mojado”). Esta situación plantea a los responsables del diseño y funcionamiento de los programas el reto de incentivar a las personas que tienen más que ganar al participar.

martes, 18 de diciembre de 2012

Confidencialidad e intimidad

Otra característica esencial de un programa de promoción de la salud eficaz consiste en mantener la confidencialidad de la infor- mación personal relativa a los trabajadores que participan, o que no participan, en el programa y, en concreto, evitar que sus datos se incluyan en los archivos de personal. Para lograr estos objetivos cuando se utiliza dicha información en las tabulaciones de evaluación y en los procesos de investigación, algunas organizaciones han creado bases de datos en las que se identifica a los trabajadores mediante códigos cifrados o mecanismos semejantes. Esta iniciativa es especialmente pertinente en las exploraciones selectivas a gran escala y los procedimientos de laboratorio, prác- ticas en las que se producen errores administrativos.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Persuasión, no coerción (II)

• A los trabajadores y sus cónyuges que no asisten a los semina- rios sobre cuidados prenatales no se les reembolsa el coste de la atención obstétrica o del recién nacido en el hospital. Además, para poder optar a las prestaciones de seguro, las embarazadas deben visitar un médico en el primer trimestre.
• Si los trabajadores o las personas a su cargo fuman, deben contribuir a la prima del seguro de enfermedad colectivo abonando una cuota superior al doble de la ordinaria: 66 dólares al mes, en lugar de 30 dólares. La fábrica sigue una política de prohibición del consumo de tabaco desde 1991 y ofrece cursos en el lugar de trabajo para abandonar el tabaco o financia la matrícula de los trabajadores que siguen cursos ajenos a la empresa.
• La empresa no cubre los costes médicos del trabajador o de la persona a su cargo que resulten heridos en accidente de auto- móvil si conducían bajo los efectos del alcohol o de las drogas o no llevaban puesto el cinturón de seguridad, ni se hace cargo de los costes generados por lesiones producidas en accidentes de moto si el accidentado no llevaba el casco.

Una forma de coerción cada vez más aceptada consiste en amenazar con la pérdida del empleo a los trabajadores cuyo abuso del alcohol o de las drogas haya repercutido en su asis- tencia al trabajo y en su actuación en el mismo. En este caso, se expone el problema al trabajador y se le comunica que las acciones disciplinarias no se aplicarán siempre que siga un trata- miento prescrito y permanezca en período de abstinencia. Aunque se permite alguna recaída esporádica (algunas organiza- ciones fijan un número concreto), el incumplimiento de las condiciones establecidas da lugar al despido. La experiencia demuestra que este tipo de amenaza, considerada por algunos como el factor de estrés más importante en el lugar de trabajo, constituye un estimulo efectivo para muchas personas con problemas de tal magnitud que les obligan a tomar parte en un programa para su corrección.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Persuasión, no coerción (I)

Según un principio esencial de los programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo, la participación en ellos debe ser voluntaria. Debe instruirse a los trabajadores sobre la conveniencia de las intervenciones sugeridas, garantizarles el acceso y persuadirles para lograr su participación. No obstante, suele haber un estrecho margen entre la persuasión decidida y la obli- gación, entre el paternalismo bien intencionado y la coerción. En muchos casos, ésta puede ser más o menos sutil: por ejemplo, algunos profesionales de la promoción de la salud tienden a ser excesivamente autoritarios y los trabajadores temen las situaciones embarazosas, el rechazo e incluso el castigo provocados por su negativa a aceptar el consejo que se les da; las opciones de los trabajadores respecto a las actividades de promoción de la salud recomendadas pueden estar muy limitadas y es posible que los ejecutivos dificulten la existencia de aquellos de sus subordinados que no les acompañen en su actividad favorita, como salir a correr a primera hora de la mañana.
Aunque muchas organizaciones recompensan el comportamiento sano a través, por ejemplo, de certificados de méritos, premios y seguros de enfermedad “tarifados en función del riesgo” (que, en Estados Unidos, contemplan una reducción en la proporción de la prima abonada por el trabajador), otras imponen penalizaciones a las personas que no cumplen sus patrones arbitrarios de comportamiento en materia de salud. Entre las penalizaciones figuran la no concesión de un empleo o de un ascenso e incluso el despido y la denegación de presta- ciones a las que podría tenerse derecho. Un ejemplo de este último tipo de penalización es el caso de E.A. Miller, una fábrica de envasado de carne con sede en Hyrum, Utah, núcleo de 4.000 habitantes situado unos 65 km al norte de Salt Lake City (Mandelker 1994) E.A. Miller es la mayor empresa de esta pequeña comunidad y ofrece seguros de enfermedad colectivos a sus 900 trabajadores y sus 2.300 familiares a cargo. Sus activi- dades de promoción de la salud son las habituales en muchos sentidos, si bien se distinguen por las penalizaciones impuestas a la no participación:

sábado, 15 de diciembre de 2012

Tratamiento y pronóstico

Los pacientes con traumatismo craneoencefálico deben remitirse a un servicio de urgencias, y es importante que se realice una evaluación neuroquirúrgica. Todos los pacientes en los que se haya observado un período de inconsciencia mayor de 10 a 15 minutos, que presenten fractura de cráneo o alguna alteración neurológica requieren ingreso hospitalario y observación, ya que existe la posibilidad de que se produzca un deterioro posterior como consecuencia de lesiones en forma de masa expansivas (Gennarelli y Kotapa 1992).
En función del tipo y la gravedad del traumatismo craneal pueden ser necesarias las siguientes medidas: administración de oxígeno complementario, ventilación adecuada, disminución del edema cerebral mediante la administración intravenosa de agentes hiperosmolares de acción rápida (p. ej., manitol), corti- costeroides o diuréticos, y descompresión quirúrgica. En fases posteriores se recomienda una rehabilitación adecuada.

Un estudio multicéntrico reveló que el 26 % de los pacientes con lesiones craneales graves tenían una recuperación buena, el 16 % presentaban una discapacidad moderada y el 17 % estaban gravemente discapacitados o en estado vegetativo (Gennarelli y Kotapa 1992). En un estudio de seguimiento se encontró también cefalea persistente en el 79 % de los casos leves de lesión craneal y alteraciones de la memoria en el 59 % (Gennarelli y Kotapa 1992).

viernes, 14 de diciembre de 2012

Diagnóstico y diagnóstico diferencial

Además de los antecedentes y las exploraciones neurológicas seriadas y de un instrumento de evaluación normalizado como es la escala del coma de Glasgow (Tabla 14.2), las exploraciones radiológicas son útiles para establecer un diagnóstico definitivo. La prueba diagnóstica más importante que se debe realizar en los pacientes con hallazgos neurológicos después de un traumatismo craneal es una TC del cráneo (Gennarelli y Kotapa 1992; Gorden 1991; Johnson y Lee 1992), ya que permite evaluar con exactitud y rapidez las lesiones quirúrgicas y no quirúrgicas en los pacientes con lesiones graves (Johnson y Lee 1992). La resonancia magnética (RM) es una técnica complementaria para la evaluación del traumatismo craneoencefálico. Muchas lesiones se identifican mediante RM, como contusiones corticales, hematomas subdurales pequeños y lesiones axonales difusas que pueden pasar desapercibidas en las exploraciones con TC (Sklar y cols. 1992).

jueves, 13 de diciembre de 2012

Lesión axonal difusa:

Produce un estado comatoso prolongado (más de 6 horas). En la forma leve, el estado de coma tiene una duración de 6 a 24 horas y puede asociarse a déficit cognitivos o neurológicos permanentes o prolongados. En la forma moderada el coma dura más de 24 horas y se asocia con una mortalidad del 20 %. En la forma grave aparecen disfunciones del tronco encefálico y el estado de coma dura más de 24 horas, o incluso meses, debido a la afectación del sistema activador reticular.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Conmoción:

La conmoción leve se define como la interrupción de resolución rápida (menos de 24 horas) de una función (como la memoria) que se produce como consecuencia de un traumatismo. Incluye síntomas tan sutiles como la pérdida de memoria y otros tan obvios como la inconsciencia.
La conmoción cerebral clásica se manifiesta como una disfunción neurológica reversible, temporal, de resolución lenta, como la pérdida de memoria, que suele acompañarse de una pérdida importante de conciencia (más de 5 minutos y menos de 6 horas). La imagen de TC es normal.

martes, 11 de diciembre de 2012

Factores de riesgo (I)

Numerosas sustancias utilizadas en la industria pueden causar dermatosis, y el riesgo depende de la concentración de la sustancia y de la frecuencia y duración del contacto cutáneo. El esquema de clasificación general que se presenta en la Tabla 12.8
(véase al dorso), basado en la clasificación de los factores de riesgo como mecánicos, físicos, químicos o biológicos, es una herra- mienta útil para identificar los factores de riesgo en las visitas a los centros. Durante la evaluación en el lugar de trabajo, la presencia de factores de riesgo puede observarse de forma directa
o sospecharse por las lesiones cutáneas observadas. En el esquema de clasificación de la Tabla 12.8 se presta especial atención a este aspecto. En algunos casos pueden existir efectos específicos de un factor de riesgo determinado, mientras que en otros, los trastornos cutáneos pueden asociarse a varios factores de una categoría determinada. Los trastornos de este último tipo se conocen como efectos de grupo. Los efectos cutáneos específicos de los factores físicos se enumeran en la Tabla 12.8 y se describen en otras secciones de este capítulo.
Entre los factores mecánicos figuran la fricción repetida, la presión excesiva y prolongada y la acción física de algunos polvos industriales, cuyos efectos dependen de la forma y el tamaño de sus partículas y del grado de fricción con la piel. Las propias lesiones pueden ser mecánicas (sobre todo en los trabajadores expuestos a vibraciones repetidas), químicas o térmicas, e incluyen las lesiones físicas (úlceras, vesículas), la infección secundaria y el isomorfismo (fenómeno de Koebner). Asimismo, pueden desarrollarse cambios crónicos, como cicatrices, queloides, discromías y el fenómeno de Raynaud, que es una alteración neurovascular periférica causada por el uso prolongado de herramientas vibratorias.

lunes, 10 de diciembre de 2012

PREVENCION DE LAS DERMATOSIS • PROFESIONALES

El objetivo de los programas de salud profesional es permitir a los trabajadores que conserven su puesto de trabajo y su salud durante muchos años. El desarrollo de programas eficaces requiere la identificación de factores de riesgo sectoriales, basados en la población, y específicos del lugar de trabajo. Esta información podrá utilizarse entonces para desarrollar políticas de prevención para grupos e individuos.
La Comisión de salud y seguridad en el trabajo de Quebec ha caracterizado las actividades laborales en 30 sectores de servicios, comerciales e industriales (Commmision de la santé et de la securité au travail 1993). Sus estudios muestran que las dermatosis profesionales son más prevalentes en las industrias de alimentación y de bebidas, los servicios médicos y sociales, los servicios comerciales y de personal y en la construcción
(incluidos los trabajos públicos). Los trabajadores afectados suelen participar en actividades de servicios, fabricación, montaje, reparación, manipulación de materiales o preparación de alimentos.
Las dermatosis profesionales son particularmente prevalentes en dos grupos de edad: los trabajadores jóvenes sin experiencia que no son conscientes de los riesgos, a veces insidiosos, asociados a su trabajo y los trabajadores de edad próxima a la jubilación para los que puede pasar desapercibida la sequedad progresiva de su piel con el paso de los años, y que aumenta tras varios días consecutivos de trabajo. A causa de esta deshidratación, la exposición reiterada a los productos irritantes o sustancias astringentes que antes toleraban bien puede provocar una dermatitis irritativa en estos trabajadores.

Como se indica en la Tabla 12.7, aunque en la mayoría de las dermatosis profesionales la baja laboral no suele superar dos semanas, en un número significativo de casos las lesiones pueden persistir durante más de dos meses (Durocher y Paquette 1985). En esta Tabla se muestra con claridad la importancia de la prevención de las dermatosis crónicas que requieren bajas labo- rales prolongadas.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Indemnización del trabajador

Con frecuencia es necesario retirar al paciente de su puesto de trabajo. El médico deberá especificar de la forma más precisa posible la duración aproximada del período de incapacidad, teniendo en cuenta que la recuperación total de la barrera de defensa epidérmica se prolonga entre cuatro y cinco semanas después de la curación clínica de la dermatitis. Los formularios legales que permitirán al trabajador incapacitado recibir una compensación adecuada deben rellenarse con diligencia. Por último, hay que determinar el grado de incapacidad permanente o la presencia de limitaciones funcionales que puedan impedir al paciente la vuelta a su antiguo trabajo o necesiten un tratamiento rehabilitador.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Tratamiento

El tratamiento local de una dermatitis aguda vesiculosa consiste en la aplicación,3ó4 veces al día durante 15-30 minutos, de una compresa empapada en solución salina, solución de Burow o agua corriente templadas. Tras la colocación de las compresas debe aplicarse un corticosteroide tópico potente. Cuando la dermatitis mejora y se secan las lesiones, las compresas húmedas se aplican a intervalos cada vez mayores y se acaban retirando, y se disminuye progresivamente la potencia del corticosteroide según la parte del cuerpo tratada. Si la dermatitis es intensa o diseminada, el mejor tratamiento se realiza por vía oral con prednisona, 0,5 a 1,0 mg/kg/día durante dos o tres semanas. Según el estado clínico del paciente, se administran antihistamínicos sistémicos de primera generación para sedarlo y aliviar el prurito. La dermatitis subaguda suele responder a las cremas de corticosteroides de potencia media aplicadas dos a tres veces al día, a menudo combinadas con medidas protectoras como la utilización de guantes de algodón bajo los guantes de goma o de vinilo cuando no puede evitarse el contacto con los agentes irritantes o los alergenos. La dermatitis crónica se trata con pomadas de corticosteroides y la aplicación frecuente de emolientes, cuanto más grasos, mejor. En los casos de dermatitis persistente puede ser necesario el tratamiento con psoralenos y la fototerapia con rayos ultravio- leta A (PUVA), o con inmunosupresores sistémicos como la azatioprina (Guin 1995). En todos los casos hay que evitar estrictamente las sustancias causales. Para el trabajador resulta más fácil mantenerse alejado de las mismas si recibe información escrita con los nombres, sinónimos, fuentes de exposición y patrones de las reacciones cruzadas. Este folleto deberá ser claro y conciso y en su redac- ción deberán emplearse términos que el paciente entienda sin dificultad.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Lesiones por aire comprimido

Este tipo de lesiones es muy frecuente. Intervienen dos fenó menos: la fuerza del propio chorro (y los cuerpos extraños acelerados por el flujo de aire) y la forma del chorro: cuanto menos concentrado sea, menos lesión produce.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Quemaduras oculares

Diversos agentes producen quemaduras oculares: los fogonazos y las llamas (en una explosión de gas); el metal fundido (la gravedad de la lesión depende del punto de fusión: los metales que funden a temperaturas más altas causan lesiones más graves); y las lesiones químicas causadas, por ejemplo, por ácidos y bases fuertes. Se producen también quemaduras por agua hirviendo, quemaduras eléctricas y de otros muchos tipos.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Trastornos oculares causados por cuerpos extraños

Estos trastornos se observan sobre todo en torneros, pulidores, trabajadores de fundiciones, caldereros, albañiles y canteros. Los cuerpos extraños pueden ser sustancias inertes como la arena, metales irritantes como el hierro y el plomo o materiales orgánicos de origen animal o vegetal (polvos). Por ello, además de las lesiones oculares, pueden producirse complicaciones como infec- ciones e intoxicaciones si la cantidad de sustancia introducida en el organismo es lo bastante grande. Las lesiones producidas por cuerpos extraños serán más o menos discapacitantes dependiendo de si afectan a las capas externas de ojo o penetran profundamente en el bulbo ocular; el tratamiento, por tanto, será muy diferente y a veces requiere el traslado inmediato de la víctima a una clínica oftalmológica.

martes, 4 de diciembre de 2012

Riesgos oculares en el trabajo

Estos riesgos pueden expresarse de distintas formas (Rey y Meyer 1981; Rey 1991): por la naturaleza del agente causal (agente físico, agentes químicos, etc.), por la vía de penetración (córnea, esclerótica, etc.), por la naturaleza de las lesiones (quemaduras equimosis, etc.), por la gravedad del trastorno (limitado a las capas externas, con afectación de la retina, etc.) y por las circunstancias del accidente (como sucede con cualquier lesión física); estos elementos descriptivos son útiles para diseñar las medidas preventivas. Aquí sólo se mencionarán las lesiones oculares y las circunstancias que se encuentran con más frecuencia en los informes estadísticos de las empresas aseguradoras. Conviene señalar que los trabajadores pueden solicitar indemnizaciones por la mayoría de las lesiones oculares.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Enfermedad crónica por berilio

La enfermedad crónica por berilio es una enfermedad granulo- matosa pulmonar y sistémica causada por la inhalación de berilio. La latencia de la enfermedad puede oscilar entre 1 y 30 años, pero generalmente se produce 10 a 15 años después de la primera exposición. Presenta un curso variable, con agudizaciones y remi- siones de sus manifestaciones clínicas. Sin embargo, la enfer- medad suele ser progresiva. Se han descrito algunos casos con anomalías en la radiografía de tórax pero con un curso clínico estable y ausencia de síntomas importantes. La disnea de esfuerzo es el síntoma más frecuente de la enfer- medad crónica por berilio. Otros síntomas son tos, fatiga, pérdida de peso, dolor torácico y artralgias. Los hallazgos físicos pueden ser completamente normales o consistir en crepitantes bibasales, adenopatías, lesiones cutáneas, hepatoesplenomegalia y acropaquias. Pueden observarse signos de hipertensión pulmonar en casos de enfermedad grave de larga evolución. Pueden producirse nefrolitiasis e hiperuricemia en algunos pacientes, y se han comunicado algunos casos de aumento de tamaño de las glándulas parótidas y afectación del sistema nervioso central. Las manifestaciones clínicas de enfermedad crónica por berilio son muy similares a las de la sarcoidosis.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Enfermedad aguda

La nasofaringitis por berilio se caracteriza por mucosas tume- factas e hiperémicas, puntos hemorrágicos, fisuras y ulceración. Se ha descrito perforación del tabique nasal. La retirada de la exposición produce la reversión de este proceso inflamatorio en 3 a 6 semanas. La afectación de la tráquea y del árbol bronquial tras la exposición a niveles más altos de berilio causa tos no productiva, dolor subesternal y disnea moderada. Pueden escucharse roncus y/o estertores, y la radiografía del tórax puede mostrar un aumento de la trama broncovascular. El carácter, la velocidad de aparición y la gravedad de estos signos y síntomas dependen de la calidad y la cantidad de la exposición. Debe esperarse la recuperación en 1 a 4 semanas si el trabajador evita nuevas exposiciones. El uso de esteroides es bastante útil en el tratamiento de la enfermedad aguda. No se han comunicado nuevos casos de enfermedad aguda al US Beryllium Case Registry en más de 30 años. Este registro, iniciado por Harriet Hardy en 1952, tiene casi 1.000 registros de casos, de los que 212 son agudos. Casi todos ellos se produjeron en la industria de fabricación de lámparas fluorescentes. Cuarenta y cuatro sujetos con enfer- medad aguda desarrollaron posteriormente enfermedad crónica.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Manifestaciones clínicas Lesiones cutáneas

Las sales ácidas del berilio causan dermatitis alérgica de contacto. Estas lesiones pueden ser eritematosas, papulosas o papulovesiculares, generalmente son pruriginosas, y se encuentran en las partes expuestas del cuerpo. Habitualmente existe una diferencia de dos semanas entre la primera exposición y la aparición de la dermatitis, excepto en el caso de exposiciones intensas, en las que puede producirse una reacción irritativa inmediata. Este período de retraso se considera el tiempo necesario para desarrollar el estado de hipersensibilidad. La implantación accidental de metales de berilio o cristales de un compuesto de berilio soluble en una abrasión, una solución de continuidad de la piel o bajo las uñas puede ocasionar la formación de un área indurada con supuración central. También pueden formarse granulomas en estos sitios. La conjuntivitis y la dermatitis pueden desarrollarse de forma aislada o juntas. En los casos de conjuntivitis, el edema periorbitario puede ser intenso.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Histopatología

El principal hallazgo anatomopatológico en la enfermedad por berilio es la formación de granulomas no caseificantes en los pulmones, los ganglios linfáticos y otras localizaciones. Los estudios histopatológicos pulmonares de pacientes con enfermedad aguda por berilio han mostrado un patrón inespecífico de bronquitis aguda y subaguda y neumonitis. En la enfermedad crónica por berilio, existen varios grados de infiltración linfocítica del intersticio pulmonar y formación de granulomas no caseificantes (Figura 10.12). Muchos de los granulomas se localizan en áreas peribronquiolares. Además, puede haber histiocitos, células plasmáticas y células gigantes con cuerpos de inclusión calcificados. Si sólo se forma un granuloma, el pronóstico a largo plazo es mejor. La histología pulmonar en la enfermedad crónica por berilio es indiferenciable de la de la sarcoidosis. También pueden encontrarse granulomas no caseificantes en ganglios linfáticos, hígado, bazo, músculo y piel.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Fascitis plantar

El paciente nota dolor debajo del talón, sobre todo después de caminar o permanecer de pie mucho tiempo. El dolor se irradia a menudo a la planta del pie. La fascitis plantar puede aparecer a cualquier edad, pero su frecuencia máxima se da en personas de edad mediana y, a menudo, obesas. También es un trastorno bastante frecuente en los aficionados a practicar deporte. A menudo el pie presenta un arco longitudinal aplanado. Existe hiperestesia local, sobre todo debajo del calcáneo, a nivel de la unión de la aponeurosis plantar. Toda la aponeurosis puede estar hiperestésica. Radiológicamente se observa un espolón óseo en el calcáneo en cerca del 50 % de los pacientes, aunque también está presente en el 10 al 15 % de los pies asintomáticos. Las causas de la fascitis plantar no siempre están claras. Una infección, en particular la gonorrea, la artritis reumatoide y la gota, puede causar los síntomas. La mayor parte de las veces no existen enfermedades específicas relacionadas con el proceso. La principal causa de la hiperestesia puede ser el aumento de presión y la tensión de la aponeurosis. El espolón calcáneo puede ser una consecuencia del uso excesivo de la aponeurosis plantar. Probablemente no sea la causa principal de la hiperes- tesia calcánea, ya que muchos pacientes con esos síntomas no presentan espolón calcáneo y, a la inversa, muchos con espolón calcáneo carecen de síntomas.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Hallux valgus

El hallux valgus es una desviación extrema de la primera articula ción del dedo gordo del pie hacia la línea media. A menudo se asocia a otros trastornos del pie (varo del primer metatarsiano; pie plano, pie planotransverso o planovalgo). El hallux valgus puede aparecer a cualquier edad, y se observa más a menudo en las mujeres. El proceso es casi siempre familiar, y a menudo se debe a la utilización de calzado inadecuado, por ejemplo, con tacones altos y punta estrecha. La articulación metatarsiana es prominente, la cabeza del primer metatarsiano está aumentada de tamaño y puede haber un juanete de la bolsa (a menudo inflamado) sobre la cara interna de la articulación. El primer dedo a menudo se monta sobre el segundo. Los tejidos blandos del dedo sufren cambios con frecuencia debido a la deformidad. La amplitud de la exten- sión y la flexión de la articulación metatarsofalángica suele ser normal, aunque puede haber rigidez debido a la osteoartritis (hallux rígido). En la inmensa mayoría de los casos, el hallux valgus es indoloro y no precisa tratamiento. En algunos casos, sin embargo, provoca problemas de ajuste del calzado y dolor. El tratamiento se adaptará en cada caso según la edad del paciente, el grado de deformidad y los síntomas. Sobre todo en los adolescentes y en los casos con síntomas leves, se recomienda el tratamiento conservador: calzado adecuado, plantillas, almo- hadillas para proteger el juanete y similares. La cirugía se reserva sobre todo para los pacientes adultos con graves problemas para calzarse y con dolor, cuyos síntomas no se alivian con el tratamiento conservador. Los métodos quirúrgicos no siempre tienen éxito y, por tanto, los meros factores estéticos no deben constituir una indicación real para la cirugía; sin embargo, las opiniones acerca de la utilidad de los alrededor de los 150 métodos quirúrgicos diferentes para el hallux valgus son muy variadas.

martes, 27 de noviembre de 2012

Es necesario el consejo ergonómico.

El calzado adecuado, la corrección de los hábitos de carrera y marcha y la prevención de las situaciones de estrés excesivo en el trabajo suelen ser beneficiosas. A menudo están indicados un corto período de reposo, la inmovilización con enyesado y los fármacos antiinflamatorios.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Tenosinovitis de la región del pie y el tobillo

De los numerosos síntomas del pie, el dolor secundario a tenosi- novitis es bastante frecuente, sobre todo en la región del tobillo y en el arco longitudinal. Las causas de la sinovitis pueden ser deformidades del pie, como el planovalgo, estrés excesivo, ajuste inadecuado del calzado, o secuelas de fracturas y otros trauma- tismos, trastornos reumatológicos, diabetes, psoriasis y gota. La sinovitis puede aparecer en muchos tendones, aunque el más frecuentemente afectado es el tendón de Aquiles. Sólo en raras ocasiones la tendinitis implica infección. Para el diagnóstico son esenciales la anamnesis y la exploración clínica. Los principales síntomas son dolor local, hiperestesia y movimientos dolorosos. Se necesitan radiografías simples que muestren los cambios óseos, y una RM, sobre todo para los cambios de los tejidos blandos.

viernes, 5 de octubre de 2012

Vigilancia de los trabajadores del sector público

Los sistemas de notificación de enfermedades profesionales pueden ser diferentes para los trabajadores del sector privado y del sector público. Por ejemplo, en Estados Unidos, la encuesta anual de enfermedades y lesiones profesionales ya mencionada realizada por el Departamento de Trabajo de la administración federal (encuesta anual de la BLS) excluye a los trabajadores del sector público. Sin embargo, éstos constituyen una parte impor- tante de la población activa, representando en 1991 cerca del 17 % del total (18,4 millones de trabajadores), tres cuartas partes de los cuales trabajan para la administración estatal y local.
En Estados Unidos, es el Programa Federal de Indemnización de los Trabajadores el que recoge información sobre las enfer- medades profesionales entre los trabajadores de la administra- ción federal. En 1993 se concedieron indemnizaciones por enfermedad profesional a 15.000 de estos trabajadores, lo que supone una tasa de 51,7 casos por 10.000 trabajadores a tiempo completo (Slighter 1994). En el ámbito estatal y local, algunos estados conocen el número y la tasa de las enfermedades profesionales. Según un reciente estudio de los trabajadores de la administración estatal y local de Nueva Jersey, un estado indus- trializado bastante grande, en 1990 se produjeron 1.700 casos de enfermedades profesionales, lo que supone una incidencia de
50 por 10.000 trabajadores (Roche 1993). Las tasas correspondientes a la administración federal y a otras administraciones son notablemente congruentes con las del sector privado, según se registra en la encuesta anual de la BLS. La distribución de enfermedades por tipos de trabajador varían entre los trabaja- dores del sector público y los del sector privado, como conse- cuencia de sus distintos tipos de trabajo.

jueves, 4 de octubre de 2012

Vigilancia a escala de empresa

Además de la encuesta realizada por la BLS, muchas empresas de Estados Unidos someten a sus trabajadores a vigilancia médica y, por consiguiente, generan un gran volumen de información médica que es importante para la vigilancia de la salud pública en lo que respecta a las enfermedades profesionales. Los programas correspondientes persiguen varios fines: cumplir la normativa de la OSHA; mantener el buen estado de salud de los trabajadores mediante la detección y el tratamiento de enferme- dades no profesionales; asegurarse de que están físicamente capa- citados para realizar las tareas de sus puestos de trabajo, incluida la necesidad de utilizar, en su caso, un respirador; y realizar una vigilancia epidemiológica para detectar pautas de exposición y enfermedad. Estas actividades implican un considerable consumo de recursos y podrían contribuir notablemente a la vigilancia de la salud pública para la detección de enfermedades profesionales. Por desgracia, los datos recogidos no son uniformes, su calidad es heterogénea y el acceso a los mismos resulta difícil desde el exterior de las empresas, motivos por los cuales sólo se han aplicado de forma limitada a la vigilancia de la salud en el trabajo (Baker, Melius y Millar 1988).
La OSHA impone también a las empresas la realización de una serie de pruebas médicas a los trabajadores expuestos a ciertos agentes tóxicos. Obliga asimismo a la práctica de reconocimientos médicos y la obtención de historias médicas y profesionales en el caso de los trabajadores expuestos a catorce sustancias claramente relacionadas con el cáncer de páncreas y pulmón. Los datos obtenidos no se notifican sistemáticamente a los organismos públicos ni a otros bancos de datos centralizados, y no están accesibles a los efectos de los sistemas de notificación de enfermedades profesionales.


miércoles, 3 de octubre de 2012

Encuestas oficiales (III)

Aunque los trastornos asociados a traumatismos repetidos representan claramente la mayor proporción del aumento en el número de casos de enfermedades profesionales, se produjo también un incremento del 50 % en la incidencia registrada de otras enfermedades profesionales en los seis años transcurridos entre 1986 y 1992, período en el que la tasa de empleo en Estados Unidos aumentó sólo en un 8,7 %.
Este aumento del número y la tasa de enfermedades profesionales registradas por las empresas y notificadas a la BLS en los últimos años en Estados Unidos merece ser considerado. El rápido incremento se debe a un cambio en la incidencia de las enfermedades y asimismo a un cambio en su detección y notificación. En comparación, durante ese mismo período, de 1986 a 1991, la tasa de lesiones profesionales por 100 trabajadores a tiempo completo registrada por la BLS aumentó de 7,7 en 1986 a 7,9 en 1991, lo que supone un simple aumento del 2,6 %. El número de fallecimientos registrados en el lugar de trabajo tampoco aumentó mucho durante la primera mitad del decenio de 1990.

martes, 2 de octubre de 2012

Encuestas oficiales (II)

Las empresas rellenan el cuestionario de la encuesta de la BLS basándose en el registro escrito de lesiones y enfermedades profesionales que tienen obligación de mantener de acuerdo con lo exigido por la Occupational Safety and Health Administration (OSHA) (Registro 200 de la OSHA). Dicho registro ha de mantenerse a disposición de cualquier inspector de la OSHA, aunque no exista la obligación legal de remitirlo a ésta, salvo en el caso de las empresas incluidas en la muestra de la encuesta anual de la BLS (BLS 1986).

La encuesta de la BLS presenta algunos defectos ampliamente reconocidos que limitan su capacidad para ofrecer un recuento completo y exacto de las enfermedades profesionales en Estados Unidos (Pollack y Keimig 1987). Ante todo, los datos son facili- tados por las propias empresas. Las enfermedades que los traba- jadores no declaren a éstas como de origen profesional no serán notificadas por las mismas. La falta de declaración por parte de los trabajadores puede deberse a su temor a las posibles conse- cuencias. Otro problema importante es que, a menudo, los médicos de las empresas pasan por alto la relación entre la enfermedad diagnosticada y el trabajo, especialmente cuando se

trata de patologías crónicas. Las enfermedades profesionales que aparecen en los trabajadores jubilados no están sometidas a ningún requisito de notificación de la BLS. De hecho, es poco probable que la empresa correspondiente tenga conocimiento de la aparición de una enfermedad de este tipo en un trabajador ya jubilado. Muchas enfermedades profesionales crónicas con largos períodos de latencia, entre ellas el cáncer y las enferme- dades pulmonares, se manifiestan con frecuencia después de la jubilación y, por lo tanto, la mayoría de estos casos no se incluyen en los datos recogidos por la BLS. Estas limitaciones fueron reconocidas por la propia BLS en un reciente informe sobre su encuesta anual (BLS 1993a). De hecho, en respuesta
a las recomendaciones de la National Academy of Sciences, la BLS modificó el diseño y realizó una nueva encuesta nacional en 1992.
Según ésta, hubo 457.000 casos de enfermedad profesional en el sector privado en Estados Unidos (BLS 1994). Esta otra repre- senta un incremento del 24 %, o 89.100 casos, más sobre los
368.300 registrados en la encuesta anual realizada por la BLS en
1991. La incidencia de nuevas enfermedades profesionales fue en 1992 de 60,0 por 10.000 trabajadores.
Los trastornos asociados a traumatismos repetidos, como el síndrome del túnel carpiano, la tendinitis de la muñeca y del codo o la pérdida auditiva, son las enfermedades profesionales que más predominan en las casos registrados. Otras categorías destacables corresponden a las enfermedades de la piel, las enfermedades pulmonares y los trastornos asociados a traumatismos físicos.

lunes, 1 de octubre de 2012

Etica

En el último artículo, escrito por Vineis, se plantean los aspectos éticos de la investigación epidemiológica. En esta introducción debemos recordar que la epidemiología es una disciplina que, por definición, está orientada a la prevención. Los aspectos éticos específicos relacionados con la protección de los trabajadores y la población en su conjunto exigen el reconocimiento de que:

• Los estudios epidemiológicos realizados en entornos profesio- nales no deben en ningún caso retrasar las medidas preventivas en el lugar de trabajo.
• La epidemiología del trabajo no estudia factores relacionados con el estilo de vida, sino situaciones en las que el trabajador poco o nada puede hacer para controlar la exposición. Esto implica un compromiso particular con la prevención eficaz y la divulgación inmediata de información a los trabajadores y a la opinión pública.
• La investigación descubre peligros para la salud y facilita los conocimientos necesarios para adoptar medidas preventivas. También deben considerarse los problemas éticos de no realizar una investigación cuando ésta es factible.
• La notificación a los trabajadores de los resultados de los estudios epidemiológicos es una cuestión tanto ética como metodo- lógica en la comunicación de riesgos. Los estudios para evaluar la posible repercusión y eficacia de la notificación deben recibir una elevada prioridad (Schulte y cols. 1993).

domingo, 30 de septiembre de 2012

Estadística

El artículo sobre estadística de Biggeri y Braga y el título de este capítulo indican que los métodos estadísticos no pueden sepa- rarse de la investigación epidemiológica, y ello por dos motivos:
(a) unos conocimientos adecuados de estadística pueden constituir una valiosa ayuda para diseñar correctamente una investigación y (b) la estadística y la epidemiología comparten un patrimonio común y toda la base cuantitativa de la epidemiología se fundamenta en la noción de probabilidad (Clayton 1992; Clayton y Hills 1993). En muchos de los restantes artículos de este capítulo, se evalúan evidencias empíricas y evidencias de relaciones causales hipotéticas utilizando argumentos probabilísticos y diseños adecuados de los estudios. Por ejemplo, se insiste en la necesidad de estimar el riesgo como medida de interés, como tasas o riesgos relativos, y de construir intervalos de confianza en torno a esos estimadores, en lugar de realizar pruebas estadísticas de probabilidad (Poole 1987; Gardner y Altman 1989; Greenland 1990). Se incluye una breve introducción al razonamiento esta- dístico utilizando la distribución binomial. La estadística debe ser la compañera inseparable del razonamiento científico. Pero no sirve de nada si una investigación no se diseña y desarrolla correctamente. Los estadísticos y epidemiólogos son conscientes de que la elección de los métodos determina el objeto de nuestras observaciones y la extensión de las mismas. Por consiguiente, la elección cuidadosa del diseño tiene una importancia crucial para garantizar la validez de las observaciones.

sábado, 29 de septiembre de 2012

Diseño y validez de los estudios (III)

El tiempo y las variables relacionadas con el tiempo, como la edad de riesgo, la fecha natural, el tiempo transcurrido desde la contratación, el tiempo transcurrido desde la primera exposición y la duración de la exposición, así como el tratamiento de estas variables en la etapa del análisis, son algunas de las cuestiones metodológicas más complejas en la epidemiología del trabajo, que no se abordan en este capítulo, aunque el lector puede remi- tirse a dos importantes y recientes referencias metodológicas (Pearce 1992; Robins y cols. 1992).

viernes, 28 de septiembre de 2012

Diseño y validez de los estudios (II)

1. Debe investigarse la posible existencia de una confusión negativa; por ejemplo, algunas poblaciones industriales pueden estar sometidas a un bajo nivel de exposición a factores de riesgo asociados al estilo de vida porque no se permite fumar en el lugar de trabajo; los sopladores de vidrio fuman menos que la población general.
2. Cuando se considera la confusión, tiene que estimarse su dirección y su posible repercusión, sobre todo cuando no se dispone de datos suficientes para controlarla. Por ejemplo, el tabaquismo es un importante factor de confusión que siempre debe tenerse en cuenta en la epidemiología del trabajo. Sin embargo, cuando no se dispone de datos sobre el consumo de tabaco (como suele ocurrir en los estudios de cohortes), es poco probable que el tabaco pueda explicar un aumento considerable del riesgo en un grupo profesional. Este problema se ha descrito con elegancia en un artículo de Axelson (1978) y se comenta más a fondo en otro de Greenland (1987). En los estudios que se han publicado con datos detallados sobre la profesión y el tabaquismo, este factor de confusión no parece distorsionar demasiado las estimaciones de la asociación entre cáncer de pulmón y profesión (Vineis y Simonato 1991). Es más, el hecho de que se sospeche la exis- tencia de una confusión no siempre invalida las asociaciones. Por otra parte, los investigadores corren también el riesgo de extraer conclusiones erróneas por la existencia de sesgos de observación y selección que no se han detectado y, en conse- cuencia, éstos deben recibir la misma importancia que las posibles variables de confusión a la hora de diseñar un estudio (Stellman 1987).

jueves, 27 de septiembre de 2012

Cambio tecnológico

La importancia de analizar la tecnología nueva o modificada se pone de manifiesto al examinar el accidente ocurrido en 1978 en una fábrica química de Estados Unidos. La empresa llevaba a cabo reacciones de tolueno y otras sustancias químicas orgánicas en un recipiente cerrado. La reacción era inducida mediante calor, suministrado al recipiente a través de un serpentín de caldeo con agua caliente en circulación. El departamento de ingeniería de la fábrica decidió sustituir el agua por nitrato de sodio fundido para acelerar el proceso. Sin embargo, el serpentín había sido reparado con materiales con una tempera- tura de fusión inferior a la del nitrato de sodio. Como conse- cuencia, esta sustancia comenzó a filtrarse y acceder al interior del recipiente, donde reaccionó con los compuestos orgánicos para formar nitratos orgánicos inestables.
La explosión subsiguiente hirió a varios trabajadores, destruyó el recipiente del reactor y dañó el edificio. Con todo, las conse- cuencias podrían haber sido mucho peores. El accidente se produjo entrada la noche, cuando ningún trabajador se encon- traba cerca. Además, metralla caliente entró en una unidad de proceso próxima que contenía una gran cantidad de dietil éter. Afortunadamente, ninguno de los recipientes ni de las conduc- ciones resultaron alcanzados. Una explosión durante el turno de mañana o una que hubiese generado una nube de vapor de dietil éter habría provocado numerosas víctimas mortales.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Formación

La formación de los trabajadores debe incluir algo más que un conjunto de normas de seguridad específicas. La mejor formación en materia de seguridad exige una comprensión global del proceso, el equipo y los riesgos potenciales. Es importante que los trabajadores entiendan la razón de ser de las normas y puedan responder a situaciones imprevistas que no se recogen en éstas.
La importancia de una formación global se demuestra al analizar el accidente sucedido en 1986 en una acería
norteamericana. Dos trabajadores entraron en el recipiente de un horno para desmontar el andamio que se había utilizado para revestirlo con ladrillos refractarios nuevos. Los trabajadores siguieron un “análisis de seguridad de la operación” detallado en el que se describían todas sus fases. Pero este análisis era defi- ciente. El recipiente había sido reparado dos años antes con un sistema de inyección de gas argón a través del metal fundido para mezclarlo con mayor eficacia, y el análisis no se había actualizado con este dato sobre el nuevo sistema basado en el argón.
Otro equipo de trabajo volvió a conectar ese sistema poco antes de que los dos trabajadores entraran en el recipiente. Las válvulas tenían fugas y los conductos no habían sido bloqueados. La prueba atmosférica exigida para el acceso a un espacio cerrado no se llevó a cabo convenientemente y los trabajadores no se encontraban presentes en el momento de su realización.
Los dos trabajadores murieron por falta de oxígeno. Un tercer trabajador entró en el recipiente en un intento por rescatarles, pero también resultó afectado. Le salvó la vida un cuarto compañero que cortó el extremo de una manguera de aire comprimido y arrojó ésta al recipiente, suministrando así oxígeno a la víctima inconsciente.
La causa evidente del accidente fue la no actualización del análisis de seguridad de la operación por parte de la empresa. No obstante, una formación global sobre el proceso, el equipo y los riesgos inherentes podría haber permitido a los trabajadores determinar las deficiencias del análisis y adoptar medidas para garantizar un acceso seguro al recipiente.

martes, 25 de septiembre de 2012

Producción frente a seguridad

Las presiones de la producción pueden comprometer gravemente la salud y la seguridad si los directivos no analizan con cuidado las posibles consecuencias de las decisiones adoptadas para aumentar la productividad. Un ejemplo es el accidente ocurrido en 1994 en una pequeña fábrica siderúrgica de Estados Unidos. Aproximadamente a las 4 de la mañana, varios trabajadores se preparaban para verter acero fundido de un horno de arco eléctrico. El mercado del acero se encontraba en una situación favorable y la empresa vendía todo lo que podía producir. Los trabajadores realizaban muchas horas extraordinarias y la fábrica funcionaba a pleno rendimiento. Se había previsto cerrar el horno con el fin de sustituir su revestimiento refractario, que se había desgastado hasta quedar sus paredes peligrosamente finas.
Al comenzar el vertido, el revestimiento del recipiente comenzó a arder. El acero y la escoria se derramaron a través de la rotura y se fundieron rápidamente a través de un conducto de agua del sistema de refrigeración del horno. El agua estalló en forma de vapor con una fuerza tremenda. Dos trabajadores se encon- traban en su trayectoria. Ambos sufrieron quemaduras graves. Uno de ellos murió tres días más tarde.
Una causa obvia del accidente fue la utilización del horno con posterioridad al final de la vida útil de su revestimiento refrac- tario. Además, los hornos eléctricos suelen diseñarse de forma que los principales conductos de refrigeración se mantengan siempre por encima de la altura del acero y la escoria fundidos, con el fin de evitar precisamente este tipo de accidente. Sin embargo, el horno había sido modificado pocos días antes para elevar su capacidad mediante el aumento del nivel de material fundido y los ingenieros pasaron por alto el problema de la conducción de agua. Un simple derrame de acero y escoria fundidos habría sido grave, pero sin la presencia del conducto de agua no se habría producido una explosión de vapor y las lesiones habrían sido más leves. Ambos factores se debieron a la exigencia de elevar la productividad sin prestar la atención suficiente a la seguridad.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Estudios de casos sobre cambio tecnológico

Los cambios en las tecnologías industriales, las presiones de la producción y la necesidad de formar continuamente a los trabajadores son elementos fundamentales para un medio ambiente seguro y saludable. A continuación se exponen tres casos acae- cidos en Estados Unidos. El cambio tecnológico concierne a todos los trabajadores del mundo.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Ser vicios de asistencia sanitaria en el trabajo y ser vicios sanitarios generales preventivos y curativos (II)


La Recomendación de la OIT sobre los servicios de salud en el trabajo (nº 171) promueve la prestación de servicios de asis- tencia sanitaria curativa y general como funciones propias de los servicios de salud en el trabajo cuando resulten adecuados. Habida cuenta de la legislación y la práctica nacionales, los servicios de salud en el trabajo podrán asumir o participar en una o más de las siguientes funciones curativas en relación con las enfermedades profesionales:

• el tratamiento de los trabajadores que no hayan interrumpido su trabajo o que se hayan reintegrado al mismo tras una ausencia;
• el tratamiento de las enfermedades profesionales y de las afecciones agravadas por el trabajo;
• el tratamiento de víctimas de accidentes del trabajo;
• los aspectos médicos de la reeducación y readaptación profesionales.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Ser vicios de asistencia sanitaria en el trabajo y ser vicios sanitarios generales preventivos y curativos (I)

Los servicios de salud en el trabajo pueden participar en el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de las lesiones y enfermedades profesionales. El conocimiento de éstas, unido al del trabajo, el medio ambiente y las exposiciones del trabajo permiten a estos profesionales desempeñar un papel clave en la gestión de los problemas sanitarios relacionados con el trabajo. Según el ámbito de actividades y las exigencias de la legisla- ción nacional, o en función de la práctica del país, los servicios de salud en el trabajo comprenden tres categorías principales según desempeñen:

• funciones esencialmente preventivas, incluyendo principalmente visitas en el lugar de trabajo, reconocimientos médicos y prestación de primeros auxilios;
• funciones preventivas complementadas con servicios de asistencia sanitaria general y curativa selectiva,
• funciones en una amplia gama de actividades, incluidas tanto las preventivas como las curativas integrales y las de rehabilitación.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Ser vicios de primeros auxilios y preparación para urgencias

La organización de tratamientos de urgencia y primeros auxilios es una responsabilidad tradicional de los servicios de salud en el trabajo. El Convenio de la OIT nº 161 y la Recomendación nº 171 establecen que estos servicios deben realizar estas tareas en casos de accidente o indisposición de trabajadores en el lugar de trabajo y colaborar en la organización de la administración de primeros auxilios.
Esta función implica la preparación frente a los accidentes y afecciones graves de trabajadores individuales, así como la capa- cidad de reacción en colaboración con otros servicios de urgencias en caso de accidentes graves que afecten a la totalidad de la empresa. La formación en primeros auxilios es un deber primor- dial de los servicios de salud en el trabajo y su personal debe estar entre los primeros en reaccionar.
El servicio de salud en el trabajo debe mantener acuerdos preliminares con los servicios de ambulancias y los bomberos, la policía, los servicios de salvamento y los hospitales de la comunidad, con el fin de evitar demoras y confusiones que puedan poner en peligro la supervivencia de trabajadores gravemente heridos o enfermos. Estos acuerdos, complementados si es posible con los procedimientos correspondientes, son especial- mente importantes en la preparación frente a grandes urgencias, tales como incendios, explosiones, emisiones tóxicas y otras catástrofes que pueden afectar a muchas personas de la empresa
y del vecindario y producir varias víctimas.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Función de asesoramiento

Los servicios de salud en el trabajo tienen a su cargo una impor- tante tarea de prestación de asesoramiento a la dirección, la empresa, los trabajadores y los comités de salud y seguridad tanto de forma personal como en cuanto colectivos. Esto debe tenerse en cuenta y aplicarse en los procesos de toma de decisión, ya que suele ocurrir que las profesionales de la salud en el trabajo no participen directamente en ellos.
El Convenio de la OIT sobre los servicios de salud en el trabajo (nº 161) y la Recomendación correspondiente (nº 171) promueven la función asesora en la empresa de los profesionales de la salud en el trabajo.
Para promover la adaptación del trabajo a los trabajadores y mejorar las condiciones y el medio ambiente de trabajo, estos servicios deben actuar como asesores en materia de salud, higiene, ergonomía, equipos de seguridad individuales y colec- tivos para la empresa, los trabajadores y sus representantes en la empresa, y el comité de seguridad y salud, así como colaborar con otros servicios que ya ejercen esta función. Deben asesorar acerca de la planificación y organización del trabajo, el diseño de los lugares de trabajo, la elección, mantenimiento y estado de la maquinaria y demás equipos, así como sobre las sustancias y materiales empleados en la empresa.
También deben participar en el desarrollo de programas para la mejora de las prácticas de trabajo, así como en la realización de pruebas y en la evaluación de aspectos sanitarios de los nuevos equipos.
Los servicios de salud en el trabajo deben prestar asesora- miento personal a los trabajadores sobre su salud con respecto al trabajo.
Otra importante tarea es prestar asesoramiento e información sobre la integración de trabajadores víctimas de accidentes o enfermedades de trabajo para ayudarles a conseguir una rehabi- litación rápida, proteger su capacidad de trabajo, reducir el absentismo y reinstaurar un buen ambiente psicosocial en la empresa.
Las actividades educativas y de formación están estrechamente vinculadas a la tarea de asesoramiento que prestan estos profesionales con respecto a la empresa y los trabajadores. Tienen especial importancia cuando se prevé modificar las insta- laciones o introducir nuevos equipos, o cuando puede haber cambios en la disposición del lugar de trabajo, los puestos de trabajo y la organización del trabajo.
Estas actividades aportan una ventaja cuando se emprenden en el momento adecuado, ya que permiten una mayor conside- ración de los factores humanos y los principios ergonómicos para la mejora de las condiciones y el medio ambiente de trabajo.
Los servicios de asesoramiento técnico en el lugar de trabajo constituyen una importante función preventiva de los servicios de salud en el trabajo. Deben dar prioridad a la sensibilización respecto a los peligros profesionales y a la participación de los trabajadores y la empresa en el control de dichos peligros y en la mejora del medio ambiente de trabajo.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

“Inculpación de la víctima”

Del concepto válido de que el estado de salud es una cuestión de responsabilidad personal se deriva la idea de que las personas son culpables cuando se les detectan problemas de salud y deben ser acusadas por no corregirlas por sí mismos. Al razonar de esta forma, no se tiene en cuenta que la investigación genética demuestra cada vez con mayor rotundidad que algunos defectos son hereditarios y, por tanto, aunque pueden modificarse, su corrección queda fuera del alcance del individuo.
Ejemplos de esta “inculpación de la víctima” son: (a) la postura demasiado extendida según la cual el VIH/SIDA es el justo pago por las “imprudencias” sexuales o la utilización de drogas por vía intravenosa, por lo que sus víctimas no merecen compasión ni cuidados, y (b) la imposición de barreras finan- cieras y burocráticas que dificultan a las jóvenes solteras la obtención de cuidados prenatales adecuados cuando quedan embarazadas.
Lo que es más importante, la consideración en el lugar de trabajo de la responsabilidad de las personas respecto a sus propios problemas de salud tiende a ocultar la responsabilidad de las empresas respecto a los factores de la estructura del empleo y del ambiente de trabajo que pueden poner en peligro la salud y el bienestar. Quizá un ejemplo clásico sea el de la organización que ofrece cursos de gestión del estrés para enseñar a sus trabajadores a afrontarlo con mayor eficacia, pero no analiza ni corrige las características del lugar de trabajo que generan estrés innecesariamente.
Debe reconocerse que los peligros presentes en el lugar de trabajo pueden no sólo afectar a los trabajadores y a sus familias por extensión, sino también acelerar y agravar problemas de salud generados fuera del puesto de trabajo. El respeto al concepto de responsabilidad individual en materia de salud debe matizarse por la comprensión de que los factores propios del lugar de trabajo de los que la empresa es responsable también pueden influir en cuestiones referentes a la salud. Esta conside- ración resalta la importancia de la comunicación y la coordina- ción entre los programas de promoción de la salud y los programas de salud y seguridad en el trabajo y otros afines desarrollados por las empresas cuando éstos no son competencia del mismo departamento de la organización.

martes, 18 de septiembre de 2012

Discriminación

En ciertas áreas, las leyes y reglamentos antidiscriminatorios pueden dar lugar a que las organizaciones reciban quejas e incluso sean llevadas a juicio si se demuestra que los programas de promoción de la salud que aplican discriminan a determinadas personas por razón de edad, sexo o pertenencia a minorías o grupos étnicos. Es poco probable que se produzca esta última circunstancia si la cultura del lugar de trabajo no se encuentra profundamente sesgada, pero tal discriminación puede provocar quejas.
Aunque no se presenten acusaciones formales, el resenti- miento y la insatisfacción, que pueden aumentar al comentarse por los miembros de las plantillas, no propician unas buenas relaciones entre los trabajadores ni mejoran su estado de ánimo. La preocupación por las acusaciones de discriminación sexual puede llevar a exageraciones. Por ejemplo, aunque no se reco- mienda su utilización habitual en el caso de hombres asintomá- ticos (Preventive Services Task Force de los Estados Unidos 1989), algunas organizaciones ofrecen la detección de cáncer prostático para compensar las citologías y mamografías que se ponen a disposición de las trabajadoras.
Han presentado quejas por discriminación personas a las que se ha negado la oportunidad de obtener incentivos a causa de problemas de salud congénitos o de enfermedades adquiridas que les impiden participar en las actividades de promoción de la salud o alcanzar los objetivos personales de salud ideales. Al mismo tiempo, se cuestiona la equidad de los premios concedidos a las personas por corregir un problema de salud potencial (p. ej., abandonar el tabaco o perder el exceso de peso), mientras que no se recompensa a las personas que carecen de tales problemas.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Elitismo frente a igualitarismo

Ciertos programas puede calificarse de elitistas, en cuanto que algunas de las actividades que comprenden son exclusivas para personas de un rango determinado. Así, es posible que las instalaciones internas de capacitación física sólo puedan ser utilizadas por los ejecutivos porque éstos son más importantes para la organización, trabajan más horas y tienen dificultades para disponer del tiempo que les permita asistir a un “gimnasio o club” externo. No obstante, para algunas personas esta medida constituye una gratificación (es decir, un privilegio especial), como la llave para el acceso a los cuartos de baño privados, la admisión en el comedor gratuito para ejecutivos o la utilización de una área de aparcamiento reservada. En ocasiones, esta situación genera resentimientos entre los demás trabajadores, para los que resulta excesivamente caro utilizar instalaciones ajenas a la empresa e imposible disponer de tiempo en la jornada de trabajo para dedicarlo al ejercicio.
En algunas instalaciones internas se observa una forma más sutil de elitismo, consistente en la ocupación de las vacantes disponibles por fanáticos del ejercicio que probablemente encontrarían la forma de desarrollar esta actividad en cualquier caso. Por el contrario, a las personas sedentarias que podrían obtener un beneficio muy superior de la práctica regular y supervisada de ejercicio se les niega el acceso. Incluso cuando consiguen incorporarse al programa de capacitación física, la continuidad de su participación está amenazada por el sentimiento de vergüenza experimentado al comprobar que el rendimiento de trabajadores de inferior categoría es superior al suyo. Es lo que le sucede al directivo que considera su reputación masculina dañada si no es capaz de rendir al mismo nivel que su secretaria.

Algunas organizaciones son más igualitarias. Sus instalaciones de capacitación física están abiertas a todos en función del orden de llegada, y el mantenimiento de la condición de miembro depende únicamente de su utilización con una frecuencia consi- derada valiosa para el interesado. Otras adoptan soluciones parciales, reservando cierto número de plazas a los trabajadores en rehabilitación tras un accidente o enfermedad y a los de mayor edad que pueden requerir más incentivos para participar que sus compañeros jóvenes.

domingo, 16 de septiembre de 2012

Comentarios y advertencias

Las organizaciones que contemplan la posibilidad de poner en práctica un programa de promoción de la salud deben tener en cuenta ciertas cuestiones potencialmente delicadas desde el punto de vista ético y ciertas dificultades que conviene evitar y a las que ya se ha aludido en algunos casos. Se han clasificado en los siguientes apartados:

sábado, 15 de septiembre de 2012

Contusión cerebral

Se manifiesta como una pérdida transitoria de la conciencia o por déficit neurológicos. La pérdida de memoria puede ser retrógrada pérdida de memoria sobre el período de tiempo previo a la lesión o anterógrada pérdida de la memoria actual. En las imágenes de TC se observan numerosas hemorragias aisladas pequeñas en la corteza cerebral. Los pacientes tienen un riesgo alto de desarrollar hemorragia intracraneal en una fase posterior.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Lesiones focales del tejido cerebral (Gennarelli y Kotapa 1992; Gorden 1991)

Hematoma: el hematoma epidural se debe habitualmente a hemorragia arterial y puede asociarse a fractura del cráneo. La hemorragia se identifica como una zona densa biconvexa en la imagen de TC. Desde el punto de vista clínico se caracteriza por una pérdida transitoria de la conciencia inmediatamente después de la lesión, seguida de un período de lucidez. La conciencia puede deteriorarse rápidamente debido al aumento de la presión intracraneal.
El hematoma subdural es el resultado de una hemorragia venosa por debajo de la duramadre. La hemorragia subdural puede clasificarse como aguda, subaguda y crónica, en función del curso temporal del desarrollo de los síntomas. Estos se deben a la presión directa que ejerce la sangre contra la corteza. La imagen de TC muestra con frecuencia un déficit de captación en forma de media luna.
El hematoma intracerebral se produce como consecuencia de una hemorragia en el interior del parénquima de los hemisferios cerebrales. Puede aparecer en el momento del traumatismo o varios días después (Cooper 1992). Los síntomas, que suelen ser muy llamativos, son una disminución aguda del nivel de
conciencia y signos de aumento de la presión intracraneal, como cefalea, vómitos, convulsiones y coma. La hemorragia subaracnoidea puede aparecer espontáneamente, como resultado de la rotura de un aneurisma congénito sacular o puede deberse al traumatismo craneal.
En los pacientes con cualquier forma de hematoma, el deterioro de la conciencia, la presencia de una pupila dilatada ipsolateral y hemiparesia contralateral indican la existencia de un hematoma en expansión y la necesidad de realizar de inmediato una evaluación neuroquirúrgica. La compresión del tronco encefálico es la causa de aproximadamente el 66 % de las muertes como consecuencia de lesiones craneales (Gennarelli y Kotapa 1992).

jueves, 13 de septiembre de 2012

Lesiones craneales

Las fracturas de la bóveda craneal, ya sean lineales o con hundimiento, pueden detectarse mediante exploraciones radiológicas, en las que los factores más importantes desde el punto de vista clínico son la localización y la profundidad de la fractura.
Las fracturas de la base del cráneo, donde no suelen ser visibles en las radiografías convencionales de cráneo, pueden identificarse mejor mediante tomografía computarizada (TC). Asimismo, pueden diagnosticarse a través de los hallazgos clínicos, como la fuga de líquido cefalorraquídeo por la nariz
(rinorrea de LCR) o por el oído (otorrea de LCR), o por una hemorragia subcutánea en las regiones periorbitaria o mastoidea, aunque esta puede tardar 24 horas en aparecer.



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Síntomas LESIONES CRANEOENCEFALICAS

Los síntomas varían según las distintas formas de traumatismo craneal (Tabla 14.1) (Gennarelli y Kotapa 1992) y las diferentes localizaciones de la lesión cerebral traumática (Gennarelli y Kotapa 1992; Gorden 1991). En algunas ocasiones, un mismo paciente puede presentar varias formas de traumatismo craneal.

martes, 11 de septiembre de 2012

Lugar de trabajo

trabajo En algunos pacientes, la causa de una derma- titis profesional sólo se descubre después de una observación cuidadosa del centro de trabajo. La visita permite al médico observar cómo se realizan las tareas y cómo podrían modificarse para eliminar el riesgo de dermatitis profesional. Estas visitas deben programarse siempre de acuerdo con el agente sanitario o el supervisor de la fábrica. La información obtenida será útil tanto para el trabajador como para la empresa. En muchas loca- lidades, los trabajadores tienen el derecho de solicitar estas visitas y en numerosos centros de trabajo existen comités de salud y seguridad que proporcionan una valiosa información.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Otros procedimientos

. A veces hay que realizar cultivos bacterianos, víricos o fúngicos, así como preparaciones microscópicas con hidróxido potásico para investigar la presencia de hongos o de ectoparásitos. Si se dispone del equipo adecuado, la dermatitis de contacto puede evaluarse y cuantificarse con los siguientes métodos físicos: colorimetría, evaporimetría, velocimetría Láser- Doppler, ecografía y determinación de la impedancia, conduc- tancia y capacitancia eléctricas (Adams 1990).

domingo, 9 de septiembre de 2012

Biopsia cutánea

La principal característica histológica de todos los tipos de eccema es el edema epidérmico intercelular (espongiosis), que expande los puentes entre los queratinocitos hasta que se rompen y se produce una vesiculación intraepidérmica. La espongiosis suele estar presente incluso en las dermatitis más crónicas, en las que no se observan vesículas macroscópicas. En la parte superior de la dermis se encuentra un infiltrado inflamatorio de células linfohistiocíticas que migran hacia la epidermis
(exocitosis). Como en una biopsia cutánea no es posible distinguir entre los diversos tipos de dermatitis, este procedimiento rara vez se realiza, salvo en casos excepcionales en los que no está claro el diagnóstico clínico y se desea descartar otros trastornos como la psoriasis o el liquen plano.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Prueba del parche. (III)

La técnica de las pruebas del parche es sencilla. La parte más complicada es la interpretación de los resultados, que debe reservarse a un dermatólogo con experiencia. Como regla general, las reacciones irritantes tienden a ser leves, provocan más quemazón que picor, suelen presentarse cuando se quitan los parches y desaparecen con rapidez. Por el contrario, las reacciones alérgicas son pruriginosas, alcanzan la máxima intensidad después de 4 a 7 días y pueden persistir durante semanas. Cuando se ha identificado una reacción positiva, hay que valorar su relevancia: ¿se relaciona con la dermatitis actual o simplemente muestra una sensibilización pasada? ¿Está expuesto el paciente a esa sustancia en particular o es alérgico a un compuesto diferente, pero relacionado estructuralmente con el que reacciona de forma cruzada?
El número de alergenos potenciales es muy superior a los 300, más o menos, disponibles en el mercado para las pruebas del parche. Por tanto, suele ser necesario realizar pruebas a los pacientes con las sustancias reales con las que trabajan. Mientras que la mayoría de las plantas pueden emplearse en las pruebas
“tal cual”, los agentes químicos deben identificarse con precisión y tamponarse si su nivel de acidez (pH) se halla fuera del intervalo de 4 a 8. Tienen que diluirse hasta alcanzar una concentra- ción apropiada y mezclarse en un vehículo apropiado según las prácticas científicas actuales (de Groot 1994). Hay que practicar la prueba en un grupo de 10 a 20 sujetos de control para detectar las concentraciones irritantes y eliminarlas del protocolo.
La prueba del parche suele ser un procedimiento seguro. Las reacciones positivas intensas pueden exacerbar a veces la dermatitis en estudio. En raras ocasiones, puede producirse una sensibilización activa, sobre todo si las pruebas se realizan con los propios productos de los pacientes. Las reacciones graves pueden dejar marcas de hipo o hiperpigmentación, cicatrices o queloides.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Efectos de la edad (II)

Los trabajadores de más edad sufren una desventaja doble en condiciones de contraste y de luminosidad ambientales débiles; en primer lugar, necesitan más luz para ver un objeto, y a la vez se benefician menos del aumento de la luminosidad, porque se deslumbran con más rapidez por las fuentes lumínicas brillantes. Este inconveniente se explica por las variaciones de los medios transparentes oculares, que dejan pasar menos luz y aumentan su difusión (el efecto de velado descrito antes). Sus molestias visuales se agravan con los cambios demasiado súbitos entre áreas de iluminación intensa y débil (reacción pupilar más lenta,adaptación local más difícil). Todos estos defectos tienen un impacto especial en el trabajo con monitores y resulta muy difícil, de hecho, proporcionar una iluminación correcta en los lugares de trabajo comunes para operadores jóvenes y de mayor edad; puede observarse, por ejemplo, que estos últimos redu- cirán por todos los medios posibles la luminosidad del entorno, aunque la luz tenue disminuya su agudeza visual.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Efectos de la edad (I)

Con la edad, como ya se ha explicado, el cristalino pierde su elas- ticidad, con lo que el punto próximo se aleja y disminuye el poder de acomodación. Aunque la pérdida de acomodación asociada a la edad puede compensarse con unas gafas, la presbiopía es un verdadero problema de salud pública. Kauffman (en Adler 1992) calcula su coste, en relación con las medidas de corrección y la pérdida de productividad, en decenas de miles de millones de dólares al año sólo en Estados Unidos. En los países en vías de desarrollo, hemos observado que algunos trabajadores se veían obligados a renunciar a su puesto de trabajo (en particular, en la fabricación de saris de seda) porque no podían comprar unas gafas. Si además se necesitan gafas protectoras, la combinación de corrección y protección en las mismas gafas resulta muy cara. Debe recordarse que la amplitud de la acomodación disminuye ya incluso en la segunda década de la vida (y quizás antes) y que desaparece por completo a los 50-55 años (Meyer y cols. 1990)
(Figura 11.18).
Existe otro fenómeno asociado al envejecimiento que también hay que tener en cuenta: el hundimiento del ojo en la órbita, que se produce en edades muy avanzadas y varía más o menos según los individuos, reduce el tamaño del campo visual (por la caída del párpado). La dilatación de la pupila es máxima en la adolescencia y después disminuye; en las personas mayores, la pupila se dilata menos y su reacción a la luz se retrasa. La pérdida de transparencia de los medios oculares reduce la agudeza visual (algunos medios tienden hacia el color amarillo, lo que modifica también la visión del color) (véase Verriest y Hermans 1976). El aumento del tamaño de la mancha ciega reduce el campo visual funcional.
Con la edad y las enfermedades se producen variaciones de los vasos retinianos, con la consiguiente pérdida funcional. Incluso se modifican los movimientos oculares; se produce una ralentización y una reducción de la amplitud de los movimientos de exploración.