Un nuevo recurso en el campo de la vigilancia de la salud en el trabajo ha consistido en la creación de centros de medicina del trabajo no vinculados al lugar de trabajo y especializados en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades profesionales. En la actualidad, existen varias decenas de centros de este tipo en Estados Unidos, que tienen encomendadas determinadas funciones para la mejora de la vigilancia de la salud en el trabajo.
(Welch 1989). La primera de ellas se refiere a la detección de casos —es decir, la identificación de episodios centinela relacionados con la salud en el trabajo—, dados sus conocimientos especializados en medicina del trabajo. En segundo lugar, pueden servir como laboratorios para el desarrollo
y perfeccionamiento de protocolos de seguimiento de las enfermedades profesionales. En tercer lugar, pueden actuar como recursos de remisión clínica primaria para el diagnóstico y la evaluación de trabajadores de lugares de trabajo en los que ya se haya producido un caso índice de una enfermedad profesional.
En Estados Unidos, los centros de medicina del trabajo han creado una asociación nacional (Association of Occupational and Environmental Clinics) para darse a conocer y para cola- borar en investigaciones científicas y clínicas (Welch 1989). En algunos estados, como el de Nueva York, el departamento de salud ha organizado una red de centros de este tipo que reciben financiación estable a través de un recargo en las primas del seguro de indemnización de los trabajadores (Markowitz y cols.
1989). Los centros correspondientes colaboran en el desarrollo de sistemas de información, la elaboración de protocolos clínicos, y la educación de los profesionales y están empezando a generar un considerable volumen de información sobre el número de casos de enfermedades profesionales en ese estado.
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