Hay una tendencia, especialmente en Norteamérica, a realizar las actividades de promoción del bienestar en forma de programas de salud en el trabajo. No obstante, estos programas son básica- mente de promoción general de la salud, y pueden incluir elementos de educación sanitaria, gestión del estrés y evaluación de riesgos personales. Suelen ir encaminados al cambio de las prácticas personales de salud, tales como el abuso de alcohol y drogas, el consumo de tabaco, la dieta y el ejercicio físico, con vistas a mejorar el estado general de salud y reducir el absentismo. Aunque se supone que estos programas deben mejorar la productividad y reducir los costes de asistencia sanitaria, no se han evaluado adecuadamente hasta el momento. Diseñados como programas de promoción de la salud, pese a su valor, no suelen ser habitualmente considerados como programas de salud en el trabajo, sino como servicios sanitarios públicos prestados en el lugar de trabajo, pues su atención y sus recursos se centran en los hábitos personales de salud, más que en la protección de los trabajadores frente a los peligros profesionales.
Hay que reconocer que la ejecución de los programas de promoción de la salud es un factor importante de la mejora de la salud de los trabajadores en la empresa. En algunos países, la “promoción de la salud en el lugar de trabajo” se considera una disciplina autónoma ejercida por grupos completamente independientes de especialistas de la salud, distintos a los de la salud profesional. En este caso, sus actividades deberían coordinarse con las de este último servicio, cuyo personal puede garantizar su idoneidad, viabilidad y el carácter duradero de sus efectos. La participación de estos servicios en la realización de los programas de promoción de la salud no debe limitar la realización de sus funciones principales como servicios sanitarios
especializados creados para proteger a los trabajadores frente a las exposiciones peligrosas y las condiciones no saludables de trabajo.
Un avance muy reciente en algunos países (por ejemplo, en los Países Bajos y en Finlandia) es el establecimiento de actividades de promoción de la salud profesional dentro de los servicios de salud en el trabajo, orientando la promoción y mantenimiento de la capacidad de trabajo de los trabajadores mediante acciones de prevención anticipada y promoción a los trabajadores y su salud, al medio ambiente de trabajo y a la organización del trabajo. Los resultados están siendo muy positivos.
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