El berilio se utiliza en aleaciones con diversos metales, como acero, níquel, magnesio, zinc y aluminio; la aleación más utilizada es la de berilio y cobre —apropiadamente denominada “un bronce”— que presenta una alta resistencia a la tensión y la capacidad de endurecerse por el tratamiento con calor. Los bronces de berilio se utilizan en herramientas que no producen chispas, partes de interruptores eléctricos, resortes de relojes, diafragmas, cuñas, levas y cojinetes.
Uno de los principales usos del metal es como moderador de neutrones térmicos en reactores nucleares y como reflector para reducir el escape de neutrones del núcleo del reactor. A menudo se utiliza una fuente mixta de uranio-berilio como fuente de neutrones. Como lámina, el berilio se utiliza como material de ventana en tubos de rayos x. Su luminosidad, su elevado módulo elástico y su estabilidad al calor hacen de él un material muy atractivo para la industria aeronáutica y aerospacial.
El óxido de berilio se obtiene calentando nitrato o hidróxido de berilio.
Se utiliza en la fabricación de cerámicas, materiales refracta- rios y otros compuestos de berilio. Antiguamente se utilizó para la fabricación de fósforo para lámparas fluorescentes, hasta que la incidencia de enfermedad por berilio en la industria motivó el abandono de su uso para este propósito (en 1949 en Estados Unidos).
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