La percepción de que los factores ambientales son responsables de un gran porcentaje de cánceres en los seres humanos ha sentado las bases para la prevención primaria del cáncer mediante la modificación de la exposición a los factores identificados.
Esta modificación puede incluir la eliminación de un único cancerígeno importante; la reducción, como se ha comentado anteriormente, de la exposición a uno de varios cancerígenos que interactúan; el aumento de la exposición a agentes protectores, o diversas combinaciones de estos enfoques. Aunque estos efectos pueden conseguirse en parte, por ejemplo, a través de la legislación sobre el medio ambiente, la importancia aparente de los factores ligados al estilo de vida indica que gran parte de la prevención primaria continuará siendo responsabilidad de los individuos. Con todo, la administración pública puede crear un clima que haga más fácil para éstos la toma de decisiones correctas.
Esta modificación puede incluir la eliminación de un único cancerígeno importante; la reducción, como se ha comentado anteriormente, de la exposición a uno de varios cancerígenos que interactúan; el aumento de la exposición a agentes protectores, o diversas combinaciones de estos enfoques. Aunque estos efectos pueden conseguirse en parte, por ejemplo, a través de la legislación sobre el medio ambiente, la importancia aparente de los factores ligados al estilo de vida indica que gran parte de la prevención primaria continuará siendo responsabilidad de los individuos. Con todo, la administración pública puede crear un clima que haga más fácil para éstos la toma de decisiones correctas.
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