Los factores psicosociales en el lugar de trabajo comprenden el efecto combinado del medio ambiente de trabajo, el objeto del trabajo, las exigencias del trabajo, las condiciones tecnológicas y de organización y también factores personales como capacidad, sensibilidad psicológica y, por último, también los indicadores de salud (Karasek y Theorell 1990; Siegrist 1995).
El efecto del estrés agudo sobre las personas que ya sufren una enfermedad cardiovascular es irrefutable. El estrés provoca episodios de angina de pecho, trastornos del ritmo e insuficiencia
cardíaca y puede precipitar también un ictus y/o un ataque cardíaco. En este contexto, el estrés se entiende en general como estrés físico agudo. Sin embargo, cada vez hay más datos a favor de que el estrés psicosocial agudo puede tener también estos efectos. Estudios del decenio de 1950 mostraron que las personas que tienen dos trabajos o que trabajan demasiado durante períodos prolongados de tiempo, tienen un mayor riesgo relativo de ataque cardíaco, incluso a menor edad. En otros estudios se ha demostrado que en el mismo trabajo, la persona que trabaja más, con mayor presión temporal y con problemas frecuentes en el puesto de trabajo sufre un riesgo significativamente superior (Mielck 1994).
En los últimos 15 años, los resultados de los estudios sobre el estrés en el trabajo indican una relación causal entre el estrés laboral y la incidencia de enfermedad cardiovascular. Esto es cierto tanto para la mortalidad cardiovascular como para la frecuencia de enfermedad coronaria y de hipertensión (Schnall, Lysbergis y Baker 1994). En el modelo de tensión laboral de Karasek se definen dos factores que pueden aumentar la incidencia de enfermedad cardiovascular:
grado de exigencia del puesto de trabajo;
amplitud del margen de toma de decisiones.
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