Las pruebas de función hepática se emplean para confirmar una sospecha de enfermedad hepática, para evaluar su evolución y para facilitar el diagnóstico diferencial de la ictericia. Suelen utilizarse distintas pruebas para examinar las diferentes funciones del hígado. Las de valor demostrado son:
1. Investigación de la presencia de bilirrubina y urobilinógeno en la orina:
La primera indica una lesión hepatocelular o una obstrucción biliar. La presencia de un exceso de urobilinógeno puede preceder a la instauración de la ictericia y constituye una demostración sencilla y sensible de la existencia de lesión hepatocelular mínima o de hemólisis.
2. Cálculo de la bilirrubina total en el suero: Valor normal
5-17 mol/l.
3. Cálculo de la concentración sérica de enzimas : La lesión hepatocelular se asocia a la elevación de varias enzimas en el suero, particularmente de -glutamil transpeptidasa, alanina aminotransferasa (transaminasa glutámico pirúvica) y aspartato aminotransferasa (transaminasa glutámico oxaloacética), y a elevaciones más moderadas de la fosfatasa alcalina. El aumento de la concentración en suero de esta última indica una lesión obstructiva.
4. Determinación de la concentración de proteínas plasmáticas y de su patrón electroforético: La lesión hepatocelular va acompañada de descenso de la albúmina plasmática y elevación diferencial de las fracciones de globulinas, especialmente de la globulina . Estos cambios constituyen la base de las pruebas hepáticas de floculación.
5. Prueba de excreción de bromosulftaleína: Se trata de una prueba sensible de la lesión hepatocelular precoz, y es útil para detectar su presencia en ausencia de ictericia.
6. Pruebas inmunológicas: La determinación de las concentraciones de inmunoglobulinas y la detección de autoanticuerpos son de gran valor en el diagnóstico de ciertas formas de hepatopatía crónica. La presencia del antígeno de superficie de la hepatitis B indica una hepatitis sérica, mientras que la presencia de alfa-fetoproteína sugiere un hepatocarcinoma.
7. Determinación de hemoglobina, índices eritrocitarios y fórmula sanguínea.
Otras pruebas utilizadas en el diagnóstico de las hepatopatías comprenden los estudios ecográficos o por captación de isótopos radiactivos, la biopsia mediante trocar con estudio histológico del tejido y la laparoscopia. La ecografía es una técnica segura, sencilla y no agresiva, pero exige habilidad en su aplicación.
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