Los alergenos son agentes químicos heterogéneos, orgánicos o inorgánicos, capaces de atravesar la barrera epidérmica por ser lipofílicos (les atrae la grasa de la piel) y de pequeño peso molecular, generalmente inferior a 500 daltons (Tabla 12.4). Los alergenos son antígenos incompletos o haptenos, esto es, deben unirse a proteínas de la epidermis para convertirse en antígenos completos.
Las células de Langerhans son células dendríticas presentadoras de antígenos que constituyen menos del 5 % de todas las células epidérmicas; atrapan a los antígenos cutáneos y los procesan antes de volver a expresarlos sobre su superficie externa unidos a proteínas del complejo de histocompatibilidad. A las pocas horas del contacto, las células de Langerhans aban- donan la epidermis y migran por los linfáticos hacia los ganglios
linfáticos. Las linfonas como la interleuna-1 (IL-1) y el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-) secretado por los queratinocitos son sustancias que intervienen en la maduración y migración de las células de Langerhans.
En la zona paracortical de los ganglios linfáticos regionales, las células de Langerhans entran en contacto con células T cooperadoras CD4 que nunca habían tenido contacto previo con el antígeno y les presentan su carga antigénica. La interac- ción entre las células de Langerhans y las células T cooperadoras implica el reconocimiento del antígeno por los receptores de las células T, así como la relación de varías moléculas de adhesión y otras glicoproteínas de superficie. El éxito del reconocimiento antigénico permite una expansión clonal de las células T de memoria, que se diseminan por el torrente sanguíneo y toda la piel. Esta fase requiere entre 5 y 21 días, durante los cuales no se produce ninguna lesión.
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