La dermatitis de contacto puede ser aguda, subaguda o crónica. En la fase aguda, las lesiones aparecen con rapidez y se presentan al principio como placas urticariformes pruriginosas, eritematosas y edematosas. El edema puede ser considerable, sobre todo en zonas de piel laxa como los párpados y el área genital. En cuestión de horas, estas placas se agrupan y presentan vesículas pequeñas que pueden aumentar de tamaño o coalescer para formar bullas. Cuando se rompen, rezuman un líquido viscoso de color ámbar.
El edema y la vesiculación son menos marcados en la dermatitis subaguda; que se caracteriza por la aparición de eritema, vesiculación, descamación cutánea, exudación de líquido moderada y formación de costras amarillentas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario