El temblor y otros movimientos incontrolados pueden alterar las funciones de la mano que requieren una alta precisión y control, como la escritura, el montaje de piezas pequeñas y el tañido de instrumentos musicales. La forma clásica del trastorno es el calambre del escritor cuya tasa de aparición se desconoce. Afecta a ambos sexos y parece ser habitual en los decenios tercero, cuarto
y quinto de la vida.
No se conocen por completo las causas del calambre del escritor y de los trastornos relacionados. Se ha sugerido una predisposición hereditaria. Estos procesos se consideran en la actualidad una forma de distonía específica de la tarea. (Las distonías son un grupo de trastornos caracterizados por contrac- ciones musculares involuntarias permanentes, que provocan movimientos de giro repetitivos o posturas anormales.) En los pacientes con calambre del escritor no se han descrito pruebas anatomopatólogicas de enfermedad cerebral. Investigaciones electrofisiológicas han revelado una activación anormalmente prolongada de los músculos que participan en la escritura, así como una activación excesiva de los músculos que no intervienen directamente en ella (Marsden y Sheehy 1990).
En el calambre del escritor aparece un espasmo muscular, por lo general indoloro, inmediatamente o poco después de comenzar a escribir. Los dedos, la muñeca y la mano pueden adoptar posturas anormales, y la pluma a menudo se sujeta con una fuerza excesiva. La situación neurológica puede ser normal. En algunos casos se observa una mayor tensión o temblor del brazo afectado.
Algunas de las personas que padecer este proceso aprenden a escribir con la mano no dominante, y una pequeña proporción de estos presentan también calambres en dicha mano no domi- nante. La curación espontánea del calambre del escritor es rara.
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