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miércoles, 12 de enero de 2011
Tratamiento y prevención (I)
El tratamiento del AO consiste en intervenciones médicas y preventivas individualizadas para cada paciente, así como medidas de salud pública en lugares de trabajo identificados como de alto riesgo para el AO. El tratamiento médico es similar al utilizado para el asma no ocupacional y se analiza en detalle en otras partes (NAEP 1991). El tratamiento médico aislado rara vez es suficiente para controlar de forma óptima los síntomas, y la intervención preventiva mediante el control o la interrupción de la exposición forma parte integral del tratamiento Este proceso comienza con un diagnóstico exacto y con la identificación de las exposiciones y situaciones causales. En el AO inducida por sensibilizantes, la reducción de la exposición al sensibilizante no suele conducir a la resolución completa de los síntomas. Las exposiciones a concentraciones muy bajas del agente pueden provocar episodios asmáticos graves o un empeoramiento progre- sivo de la enfermedad, por lo que se recomienda la interrupción permanente y completa de la exposición. El envío oportuno del paciente a un programa de rehabilitación laboral y de reconver- sión profesional puede ser un componente necesario del trata- miento en algunos pacientes. Si no es posible interrumpir por completo la exposición, una alternativa puede ser la reducción sustancial de la exposición, asociada a un estrecho control y trata- miento médicos, aunque la reducción de la exposición no siempre es factible y no se ha comprobado la seguridad a largo plazo de este método. Por poner un ejemplo, sería difícil justificar la toxi- cidad del tratamiento a largo plazo con corticosteroides sistémicos con el fin de permitir que el paciente continuara en el mismo empleo. En el caso del asma inducida y/o desencadenada por irritantes, la respuesta a la dosis puede ser más previsible, y la reducción de los niveles de exposición a irritantes, asociado a una monitorización médica estrecha, puede ser menos arriesgado y tiene más probabilidades de ser eficaz que en el caso del AO inducida por sensibilizantes. Si el paciente continúa trabajando en condiciones modificadas, el seguimiento debe incluir visitas frecuentes al médico con una revisión del diario de PEF, un acceso bien planificado a los servicios de urgencias y espirometría seriada y/o pruebas de provocación con metacolina, según proceda.
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