Las pruebas de provocación bronquial específica utilizando una cámara de exposición y niveles de exposición normalizados se ha denominado el “patrón oro” del diagnóstico del AO. Las ventajas consisten en la obtención de la confirmación definitiva de AO, con la capacidad de identificar una respuesta asmática a niveles subirritantes de agentes sensibilizantes específicos, que a partir de entonces pueden ser escrupulosamente evitados. De todos los métodos diagnósticos, es el único que permite distinguir de forma fidedigna el asma inducida por un sensibilizante de la provocación por irritantes. Este método ha presentado diversos problemas, como el alto coste económico del procedimiento, la necesidad general de una estrecha observación o de hospitaliza- ción durante varios días y la disponibilidad del mismo en muy escasos centros especializados. Pueden producirse falsos negativos si no se dispone de metodología normalizada para todos los agentes sospechosos, si se sospecha de agentes equivocados o si ha transcurrido demasiado tiempo entre la última exposición y la realización de las pruebas. Pueden producirse falsos positivos si se alcanzan inadvertidamente niveles irritantes de exposición. Por estos motivos las pruebas de provocación bronquial específica para el AO siguen siendo un procedimiento de investigación en la mayoría de los lugares.
Las pruebas de provocación en el lugar de trabajo consisten en una espirometría dirigida por un técnico en el lugar de trabajo, realizada a intervalos frecuentes (p. ej., cada hora), antes y durante el curso de la exposición en un día laboral a los agentes o procesos causales sospechados. Puede ser más sensible que las pruebas de provocación bronquial específica, ya que implica exposiciones “de la vida real” pero, dado que la obstrucción de las vías aéreas puede verse desencadenada por irritantes además de por agentes sensibilizantes, la positividad de las pruebas no indica necesariamente sensibilización. También requiere la colaboración de la empresa y mucho tiempo del técnico utilizando un espirómetro portátil. Ambos procedimientos conllevan cierto riesgo de precipitar una grave crisis asmática, por lo que deben realizarse bajo estrecha supervisión de especialistas experimentados en ellos.
Las pruebas de provocación en el lugar de trabajo consisten en una espirometría dirigida por un técnico en el lugar de trabajo, realizada a intervalos frecuentes (p. ej., cada hora), antes y durante el curso de la exposición en un día laboral a los agentes o procesos causales sospechados. Puede ser más sensible que las pruebas de provocación bronquial específica, ya que implica exposiciones “de la vida real” pero, dado que la obstrucción de las vías aéreas puede verse desencadenada por irritantes además de por agentes sensibilizantes, la positividad de las pruebas no indica necesariamente sensibilización. También requiere la colaboración de la empresa y mucho tiempo del técnico utilizando un espirómetro portátil. Ambos procedimientos conllevan cierto riesgo de precipitar una grave crisis asmática, por lo que deben realizarse bajo estrecha supervisión de especialistas experimentados en ellos.
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