lunes, 7 de mayo de 2007

Dientes


La coloración debida al depósito de sustancias inertes o a la impregnación del esmalte por compuestos solubles tiene un interés casi exclusivamente diagnóstico. Los cambios de coloración importantes son los siguientes: pardo, por depósito de compuestos de hierro, níquel y manganeso; pardoverdoso, debido al vanadio; pardoamarillento, debido al yodo y al bromo; amarillo dorado, con frecuencia limitado a la línea gingival, debido al cadmio.
Mayor importancia tiene la erosión dental de origen mecánico o químico. Incluso en la actualidad, es posible encontrar erosiones de origen mecánico en ciertos artesanos (debidas a la costumbre de sujetar clavos o cuerdas, etc., con los dientes), tan características que pueden considerarse estigmas profesionales .
Se han descrito lesiones causadas por polvos abrasivos en fresadores, lijadores, canteros y talladores de piedras preciosas. La exposición prolongada a los ácidos orgánicos e inorgánicos provoca a menudo lesiones dentales, que afectan sobre todo a la superficie labial de los incisivos (más rara vez a los caninos); estas lesiones comienzan por ser superficiales y limitadas al esmalte, pero se van haciendo más profundas y amplias, alcanzando la dentina y provocando la solubilización y movilización de las sales de calcio. Su localización en la superficie anterior de los dientes se debe a que, cuando la boca está abierta, son estos dientes los que resultan más expuestos y privados de la protección natural del efecto tampón de la saliva.
La caries dental es una enfermedad tan común y difundida que sería necesario un detallado estudio epidemiológico para poder determinar si, de hecho, tiene un origen profesional. El ejemplo más típico es la caries de los trabajadores expuestos a los polvos de harina y azúcar (molineros, panaderos, pasteleros, trabajadores de la industria azucarera). Se trata de una caries blanda que se desarrolla con rapidez, comienza en la base del diente (caries rampante) y progresa de inmediato hacia la corona. Las caras afectadas adquieren un color negruzco, el tejido se ablanda y se produce una importante pérdida de sustancia; en última instancia, la pulpa también se ve afectada.
Estas lesiones comienzan a aparecer al cabo de algunos años de exposición y su gravedad y extensión aumentan con la duración de aquélla. Los rayos X también pueden dar lugar a caries dentales de desarrollo rápido que suelen comenzar en la base de los dientes.
Además de las pulpitis debidas a la caries y erosión dental, un aspecto interesante de la patología de la pulpa es la odontalgia por barotraumatismo, es decir, el dolor dental inducido por la presión. Este trastorno se debe a la rápida acumulación del gas disuelto en el tejido de la pulpa después de una descompresión brusca. Se trata de una de las manifestaciones más frecuentes del ascenso rápido en aeroplano. En las personas que sufren pulpitis sépticas-gangrenosas, en las que ya existe un contenido gaseoso, este dolor dental puede comenzar ya a los 2.000-3.000 m de altitud.
La fluorosis profesional no causa patología dental, como sucede con la fluorosis endémica; el flúor sólo induce cambios distróficos (esmalte moteado) cuando el período de exposición precede a la erupción de la dentición permanente.

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