jueves, 15 de marzo de 2007

Vigilancia y exploración selectiva en el cancer

La estrategia para la prevención de los cánceres de origen profesional es diferente a la aplicada para el control del cáncer asociado al estilo de vida o a otras exposiciones ambientales. En el ámbito profesional, la principal estrategia para el control del cáncer ha sido la disminución o la eliminación total de la exposición a los agentes causantes de cáncer. Los métodos basados en la detección precoz mediante programas de exploración selectiva, como los aplicados para el cáncer de cérvix o de mama, tienen una importancia muy limitada en la salud en el trabajo.

Vigilancia

Para la vigilancia de la frecuencia del cáncer en diversas profesiones puede utilizarse información procedente de los registros de población sobre tasas de cáncer y profesión. Se han aplicado varios métodos para obtener esta información, en función de los registros disponibles. Las limitaciones y posibilidades existentes dependen en gran medida de la calidad de la información de los registros. La información sobre las tasas de enfermedad (frecuencia de cáncer) suele obtenerse de los registros locales o nacionales de cáncer (véase más adelante), o de los certificados de defunción, mientras que la información sobre la composición por edades y el tamaño de los grupos profesionales se obtiene de los registros de población.

El ejemplo clásico de este tipo de información son los “Suplementos decenales sobre mortalidad profesional”, publicados en el Reino Unido desde finales del siglo XIX. Estas publicaciones utilizan la información de los certificados de defunción sobre la causa de la muerte y la profesión, junto a datos del censo sobre frecuencias de profesiones en el conjunto de la población, para calcular las tasas de muerte por una causa concreta en diferentes profesiones. Este tipo de estadística es una herramienta útil para controlar la frecuencia del cáncer en profesiones con riesgos conocidos, pero su capacidad para detectar riesgos no conocidos previamente es limitada. Puede adolecer también de problemas asociados a diferencias sistemáticas en la codificación de las profesiones en los certificados de defunción y en los datos del

censo.

La utilización de números de identificación personal en los países nórdicos ha ofrecido una oportunidad especial para vincular los datos del censo relativos a la profesión con los datos de los registros de cáncer, y para calcular así directamente las tasas de cáncer en diferentes profesiones. En Suecia se ha puesto a disposición de los investigadores una conexión permanente entre los censos de 1960 y 1970 y la incidencia de cáncer durante los años posteriores, que ha sido utilizada por un gran número de estudios. Este registro ambiental y del cáncer sueco ha permitido llevar a cabo una revisión general de determinados cánceres tabulados según la profesión, iniciada por un comité gubernamental que investigaba los peligros en el entorno profesional.

Se han realizado conexiones similares en los demás países nórdicos.

Por lo general, las estadísticas basadas en la incidencia de cánceres registrada de forma habitual y en los datos del censo tienen la ventaja de que facilitan abundante información. Esta información versa sobre las frecuencias de cáncer relacionadas con la profesión, no con exposiciones concretas, lo que origina una considerable dilución de las asociaciones, ya que la exposición puede variar considerablemente entre unas personas y otras con la misma profesión. Los estudios epidemiológicos de cohortes (en los que se compara a un grupo de trabajadores expuestos con otro de trabajadores no expuestos equiparables en edad, sexo y otros factores) o los de casos-controles (en los que se compara la experiencia de exposición de un grupo de personas con la de una muestra de la población general) ofrecen mejores oportunidades para una descripción detallada de la exposición y, por tanto, mejores oportunidades para la investigación de la coherencia de cualquier aumento del riesgo observado, analizando,

por ejemplo, la relación exposición-respuesta.

En un estudio prospectivo canadiense de casos-controles se investigó la posibilidad de obtener datos más refinados sobre la exposición junto a notificaciones de cáncer recopiladas de forma sistemática. Se llevó a cabo en la zona metropolitana de Montreal en 1979. Higienistas especializados obtuvieron el historial profesional de los varones incluidos en el registro local de cánceres y codificaron después esas historias según la exposición a determinados productos químicos. Más adelante, se calcularon y publicaron los riesgos de cáncer en relación con varias sustancias (Siemiatycki 1991).

En conclusión, la producción continua de datos de vigilancia basados en información registrada ofrece una forma eficaz y comparativamente sencilla de controlar la frecuencia de cánceres por profesión. El principal objetivo que se consigue es la vigilancia de factores de riesgo conocidos, aunque las posibilidades de identificación de nuevos riesgos son limitadas. No deben utilizarse estudios basados en registros para sacar conclusiones relacionadas con la ausencia de riesgo en una profesión, a menos que la proporción de individuos significativamente expuestos se conozca de forma más exacta. Es bastante frecuente que sólo un porcentaje relativamente pequeño de miembros de una profesión estén realmente expuestos; para ellos, la sustancia puede representar un peligro importante, que no será observable (es decir, se diluirá estadísticamente) cuando se analice de forma conjunta el grupo profesional completo.

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