La dermatitis de contacto por irritantes se produce por una acción citotóxica directa del agente causal. La participación del sistema inmunitario es secundaria a la lesión cutánea y provoca una inflamación visible de la piel. Representa el tipo más común de dermatitis de contacto, causante del 80 % de todos los casos.
La mayoría de los productos irritantes son sustancias químicas que se clasifican como irritantes inmediatos o acumulativos. Las sustancias corrosivas, como los ácidos y los álcalis fuertes, son ejemplos de los primeros, porque provocan una lesión cutánea a los pocos minutos u horas de la exposición. En general se identifican bien, por lo que el contacto con estas sustancias suele ser accidental. En cambio, los irritantes acumulativos son de naturaleza más insidiosa y el trabajador no suele reconocerlos como agentes nocivos porque la lesión aparece días, semanas o meses después de la exposición repetida. Como se muestra en la Tabla
12.3, entre estos irritantes figuran los disolventes, destilados del petróleo, ácidos y álcalis diluidos, jabones y detergentes, resinas y plásticos, desinfectantes e incluso el agua (Gellin 1972).
La dermatitis de contacto por irritantes, que aparece años después de manipular sin problemas una sustancia, puede deberse a una pérdida de tolerancia, cuando la barrera epidérmica falla finalmente después de agresiones subclínicas reite- radas. Más raramente, el engrosamiento de la epidermis y otros mecanismos adaptativos pueden aumentar la tolerancia a ciertos productos irritantes; este fenómeno se conoce como
endurecimiento.
En resumen, la dermatitis de contacto por irritantes se produce en la mayoría de los sujetos expuestos a concentraciones adecuadas del agente agresor durante un espacio de tiempo suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario