El lindano es el isómero y el principio activo del hexacloruro de benceno (BHC) de calidad técnica. El BHC, también llamado hexaclorociclohexano (HCH) contiene un 40-90 % de isómeros , y . Este insecticida organoclorado se ha utilizado como plaguicida agrícola y no agrícola en todo el mundo desde 1949. Las exposiciones industriales pueden producirse durante la fabricación, la formulación y la aplicación. En forma de cremas, lociones y champús, el lindano se usa también en farmacia para tratar la sarna y combatir los piojos. Como estas parasitosis afectan habitualmente a lactantes y niños pequeños, el trata- miento médico puede provocar la absorción de BHC a través de la piel. La exposición neonatal puede ocurrir también por inhalación de vapor o polvo transportado al hogar por uno de los padres o suspendido en el aire después de una aplicación doméstica del compuesto. La ingesta es otra posible vía de exposición para el lactante, ya que el BHC se ha detectado en la leche materna, en los productos lácteos y en otros alimentos, al igual que muchos insecticidas organoclorados. La exposición por medio de la leche materna tuvo más importancia en Estados Unidos antes de la prohibición de la producción comercial de lindano. Según la IARC (Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer 1987), es posible que el hexaclorociclohexano sea cancerígeno para el hombre. Sin embargo, las pruebas de influencia adversa en la salud infantil se han materializado sobre todo en efectos sobre los sistemas neurológico y hematopoyético.
Se ha descrito un caso de exposición doméstica al lindano que afectó a la esposa de un formulador de plaguicidas, y que demuestra el potencial para exposiciones neonatales por igual conducto. La mujer presentaba 5 ng/ml de -BHC en sangre, concentración inferior a la de su esposo (Tabla 9.10) (Starr y cols. 1974). Probablemente, el -BHC entró en casa adherido a la ropa y el cuerpo del trabajador. Las concentraciones de -BHC en la mujer y en su cónyuge eran superiores a las docu- mentadas en niños tratados con lociones que contenían entre un 0,3 y un 1,0 % de BHC.
El BHC se encuentra en la leche materna sobre todo en forma de isómero (Smith 1991). La semivida del isómero en el cuerpo humano es de aproximadamente 1 día, mientras que el isómero se acumula.
La absorción dérmica de lindano a partir de productos farmacéuticos depende de la cantidad aplicada a la piel y de la duración de la exposición. Los lactantes y los niños pequeños parecen más sensibles a los efectos tóxicos del lindano que los adultos (Clement International Corporation 1992). Una causa puede ser que la absorción dérmica se ve favorecida por la mayor permeabilidad de la piel infantil y la elevada relación superficie-volumen. En el recién nacido, las concentraciones elevadas pueden mantenerse durante más tiempo, porque el metabolismo del BHC es menos eficaz en lactantes y niños pequeños. Además, la exposición del recién nacido puede aumentar si éste lame o chupa superficies tratadas (Kramer y cols. 1990). Una ducha o un baño con agua caliente antes de la aplicación de productos medicinales pueden favorecer la absor- ción dérmica y, por tanto, acentuar la toxicidad.
En varios casos de intoxicación accidental con lindano se han descrito efectos claramente tóxicos, algunos en niños pequeños. En uno de ellos, un niño de dos meses murió después de varias exposiciones a una loción de lindano al 1 %, entre ellas una aplicación a todo el cuerpo después de un baño caliente (Davies 1983).
La producción y el uso de lindano están limitados en casi todos los países desarrollados. El lindano continúa utilizándose mucho en otros países con fines agrícolas, como se ha señalado en un estudio de uso de plaguicidas en explotaciones de Ghana, donde el lindano suponía entre el 35 % y el 85 % de todos los plaguicidas utilizados por agricultores y ganaderos, respectivamente (Awumbila y Bokuma 1994).
Se ha descrito un caso de exposición doméstica al lindano que afectó a la esposa de un formulador de plaguicidas, y que demuestra el potencial para exposiciones neonatales por igual conducto. La mujer presentaba 5 ng/ml de -BHC en sangre, concentración inferior a la de su esposo (Tabla 9.10) (Starr y cols. 1974). Probablemente, el -BHC entró en casa adherido a la ropa y el cuerpo del trabajador. Las concentraciones de -BHC en la mujer y en su cónyuge eran superiores a las docu- mentadas en niños tratados con lociones que contenían entre un 0,3 y un 1,0 % de BHC.
El BHC se encuentra en la leche materna sobre todo en forma de isómero (Smith 1991). La semivida del isómero en el cuerpo humano es de aproximadamente 1 día, mientras que el isómero se acumula.
La absorción dérmica de lindano a partir de productos farmacéuticos depende de la cantidad aplicada a la piel y de la duración de la exposición. Los lactantes y los niños pequeños parecen más sensibles a los efectos tóxicos del lindano que los adultos (Clement International Corporation 1992). Una causa puede ser que la absorción dérmica se ve favorecida por la mayor permeabilidad de la piel infantil y la elevada relación superficie-volumen. En el recién nacido, las concentraciones elevadas pueden mantenerse durante más tiempo, porque el metabolismo del BHC es menos eficaz en lactantes y niños pequeños. Además, la exposición del recién nacido puede aumentar si éste lame o chupa superficies tratadas (Kramer y cols. 1990). Una ducha o un baño con agua caliente antes de la aplicación de productos medicinales pueden favorecer la absor- ción dérmica y, por tanto, acentuar la toxicidad.
En varios casos de intoxicación accidental con lindano se han descrito efectos claramente tóxicos, algunos en niños pequeños. En uno de ellos, un niño de dos meses murió después de varias exposiciones a una loción de lindano al 1 %, entre ellas una aplicación a todo el cuerpo después de un baño caliente (Davies 1983).
La producción y el uso de lindano están limitados en casi todos los países desarrollados. El lindano continúa utilizándose mucho en otros países con fines agrícolas, como se ha señalado en un estudio de uso de plaguicidas en explotaciones de Ghana, donde el lindano suponía entre el 35 % y el 85 % de todos los plaguicidas utilizados por agricultores y ganaderos, respectivamente (Awumbila y Bokuma 1994).
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