Los colangiocarcinomas son tumores multifocales en más del 40 % de los pacientes ya en el momento del diagnóstico. En el 30-50 % de estos casos existen metástasis a ganglios linfáticos. La respuesta a la quimioterapia es muy variable, pero la tasa de éxitos suele ser inferior al 20 %. Sólo algunos pacientes son susceptibles de extirpación quirúrgica. La radioterapia se ha utilizado como tratamiento principal o coadyuvante y puede mejorar la supervivencia de los pacientes que no han podido ser sometidos a una resección completa. Las tasas de supervivencia a los cinco años son inferiores al 20 %. Los pacientes con angiosarcomas suelen tener ya metástasis a distancia en el momento del diagnóstico. En casi todos los casos, la extirpación, la radioterapia, la quimioterapia y el transplante hepático son inútiles. En general, la supervivencia desde el diagnóstico es inferior a seis meses (Lotze, Flickinger y Carr 1993).
Se calcula que en 1985 se produjeron 315.000 casos nuevos de cáncer hepático en todo el mundo, con una preponderancia evidente, relativa y absoluta, en las poblaciones de los países en vías de desarrollo, excepto en América Latina (IARC 1994a; Parkin, Pisani y Ferlay 1993). La incidencia media anual de cáncer hepático muestra variaciones considerables en los dife- rentes registros internacionales. Durante el decenio de 1980, esta incidencia media anual osciló desde 0,8 en los varones y 0,2 en las mujeres de Maastricht, Países Bajos, hasta el 90,0 en los varones y 38,3 en las mujeres de Khon Kaen, Tailandia, por 100.000 habitantes, normalizada para la población mundial. Las tasas de China, Japón, Asia oriental y Africa fueron altas, mientras que en América Latina y del Norte, Europa y Oceanía fueron bajas, excepto en los maoríes de Nueva Zelanda (IARC 1992). Esta distribución geográfica guarda relación con la distribución de la prevalencia de portadores crónicos del antígeno de superficie de la hepatitis B y también con la distribución de los niveles locales de contaminación alimentaria por aflatoxinas (IARC 1990). Los cocientes varón-mujer suelen variar entre 1 y 3, aunque pueden ser mayores en las poblaciones de alto riesgo.
Se calcula que en 1985 se produjeron 315.000 casos nuevos de cáncer hepático en todo el mundo, con una preponderancia evidente, relativa y absoluta, en las poblaciones de los países en vías de desarrollo, excepto en América Latina (IARC 1994a; Parkin, Pisani y Ferlay 1993). La incidencia media anual de cáncer hepático muestra variaciones considerables en los dife- rentes registros internacionales. Durante el decenio de 1980, esta incidencia media anual osciló desde 0,8 en los varones y 0,2 en las mujeres de Maastricht, Países Bajos, hasta el 90,0 en los varones y 38,3 en las mujeres de Khon Kaen, Tailandia, por 100.000 habitantes, normalizada para la población mundial. Las tasas de China, Japón, Asia oriental y Africa fueron altas, mientras que en América Latina y del Norte, Europa y Oceanía fueron bajas, excepto en los maoríes de Nueva Zelanda (IARC 1992). Esta distribución geográfica guarda relación con la distribución de la prevalencia de portadores crónicos del antígeno de superficie de la hepatitis B y también con la distribución de los niveles locales de contaminación alimentaria por aflatoxinas (IARC 1990). Los cocientes varón-mujer suelen variar entre 1 y 3, aunque pueden ser mayores en las poblaciones de alto riesgo.
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