Lo que en la observación macroscópica del tejido neural aparece como “sustancia gris” y “sustancia blanca” tiene una base microscópica y bioquímica. A nivel microscópico, la sustancia gris contiene los cuerpos de las células neuronales, mientras que la sustancia blanca es donde se encuentran las fibras neurales o axones. El aspecto “blanco” se debe a una vaina, formada por una sustancia grasa llamada mielina, que cubre estas fibras. La mielina de los nervios periféricos tiene su origen en la membrana de la célula de Schwann que envuelve al axón. La mielina de las fibras del sistema nervioso central procede de las membranas de los oligodendrocitos (una variedad de células gliales). Habitualmente, los oligodendrocitos mielinizan varios axones, mientras que la célula de Schwann se asocia a un solo axón. Entre las células de Schwann u oligodendrocitos contiguos existen soluciones de continuidad de la vaina de mielina, los llamados nódulos de Ranvier. Se calcula que en la vía motora central más larga, la cubierta de mielina está formada por hasta 2.000 células de Schwann. La mielina, cuya función es facilitar la propagación del potencial de acción, puede ser un objetivo específico de las explicación de la acción de un fármaco; a nivel celular, a veces es posible una explicación, pero a nivel del comportamiento, nuestra ignorancia es abismal” (Cooper, Bloom y Roth 1986).
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