jueves, 25 de enero de 2007

LEUCEMIA, LINFOMAS MALIGNOS Y MIELOMA MULTIPLE



Timo Partanen, Paolo Boffetta,
Elisabete Weiderpass

Leucemias
Las leucemias constituyen el 3 % de las neoplasias en todo el mundo (Linet 1985). Son un grupo de neoplasias malignas de las células precursoras hemáticas que se clasifican en función del tipo celular de origen, el grado de diferenciación celular y el comportamiento clínico y epidemiológico. Los cuatro tipos más
corrientes son la leucemia linfocítica aguda (LLA), la leucemia linfocítica crónica (LLC), la leucemia mielocítica aguda (LMA) y la leucemia mielocítica crónica (LMC). La LLA tiene un desarrollo rápido, es la forma más frecuente de leucemia infantil y se origina en los corpúsculos leucocitarios de los ganglios linfáticos.
La LLC deriva de los linfocitos medulares, se desarrolla muy lentamente y es más frecuente en personas mayores. La LMA es la forma común de leucemia aguda en adultos. Existen tipos poco frecuentes de leucemia aguda: monocítica, basófila, eosinófila, de plasmocitos, de eritrocitos y de células pilosas. Estas formas menos frecuentes de leucemia aguda se agrupan a veces bajo la denominación de leucemia no linfocítica aguda (LNLA), debido en parte a la creencia de que derivan de una célula progenitora común. La mayoría de los casos de LMC se caracterizan por una anomalía cromosómica específica, el cromosoma Filadelfia. La LMC suele evolucionar con el tiempo a LMA tras una transformación leucémica. También puede producir una transformación a LMA en la policitemia vera y la trombocitopenia esencial, trastornos neoplásicos con niveles elevados de eritrocitos o plaquetas, así como mielofibrosis y displasia mieloide. Por tal motivo, estos trastornos se han clasificado como enfermedades mieloproliferativas relacionadas.
El cuadro clínico varía dependiendo del tipo de leucemia. La mayoría de los pacientes experimentan fatiga y malestar general.
varía dependiendo del tipo de leucemia. La mayoría de los pacientes experimentan fatiga y malestar general. Las anomalías del recuento hematológico y las células atípicas indican la presencia de una leucemia y obligan a efectuar un estudio de médula ósea. Los signos típicos de la leucemia aguda son la anemia, la trombocitopenia, la neutropenia, el recuento leucocitario elevado y el número elevado de blastocitos.

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