Normalmente, los servicios de prevención en el lugar de trabajo abarcan educación y formación sanitaria, evaluaciones de la salud y reconocimientos médicos periódicos, programas de cribado para determinadas afecciones y asesoramiento en materia de salud.
La participación en cualquiera de estas actividades debe ser de carácter voluntario, y cualquier hallazgo o recomendación a título individual debe mantenerse confidencial entre el personal del servicio de salud laboral y el trabajador afectado, aunque, con su consentimiento, podrá informarse a su médico personal. Si no se respetan estos principios, el programa no podrá ser real- mente eficaz. Se han aprendido y se siguen aprendiendo duras lecciones sobre la importancia de estas consideraciones. Los programas que no disfrutan de la credibilidad y confianza de los trabajadores no consiguen ninguna participación o sólo una participación poco entusiasta. Si los trabajadores creen que la dirección ofrece estos programas de una forma manipuladora o interesada, es poco probable que se consigan los objetivos esperados.
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