El uso de marcadores biológicos, como los niveles hemáticos de plomo o las pruebas de la función hepática, no es una novedad en la epidemiología del trabajo. Sin embargo, la utilización de técnicas moleculares en los estudios epidemiológicos ha permi- tido el uso de biomarcadores para evaluar la exposición en los órganos diana, determinar la sensibilidad y establecer un diagnóstico precoz de las enfermedades.
Los posibles usos de los biomarcadores en el contexto de la epidemiología del trabajo son:
• evaluación de la exposición cuando las herramientas epidemiológicas tradicionales resultan insuficientes (particularmente en el caso de dosis y riesgos de pequeña magnitud)
• determinación del papel etiológico de sustancias o agentes químicos individuales en exposiciones múltiples o mixtas
• estimación de la carga total de la exposición a sustancias químicas con el mismo mecanismo de acción
• investigación de mecanismos patogenéticos
• estudio de la susceptibilidad individual (p. ej., polimorfismos metabólicos, reparación del ADN) (Vineis 1992)
• clasificación más exacta de la exposición y/o la enfermedad, aumentando así la potencia estadística.
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