En salud laboral, existen en el mercado varios tipos de dispositivos para pruebas visuales de características similares: Orthorater, Visiontest, Ergovision, Titmus Optima C Tester, C45 Glare Tester, Mesoptometer, Nyctometer, etc.. Son pequeños; no dependen de la iluminación de la sala en que se realiza la prueba, ya que están dotados de un sistema de iluminación interna; en todos se incluyen varias pruebas, como la agudeza visual bino- cular y monocular de lejos y de cerca (casi siempre con caracteres que no pueden aprenderse), y también la percepción profunda, la discriminación grosera del color, el equilibrio muscular, etc. Puede determinarse la agudeza visual de cerca, en algunos casos para distancias cortas e intermedias del objeto de prueba. El dispositivo más reciente está dotado de un sistema electrónico que proporciona de forma automática por escrito las puntua- ciones obtenidas en las diferentes pruebas. Además, estos instrumentos pueden ser manejados por personal no sanitario tras un breve período de formación.
Los dispositivos para pruebas visuales están diseñados para la exploración selectiva previa a la contratación de trabajadores, o para realizar pruebas algún tiempo después, teniendo en cuenta los requisitos visuales del lugar de trabajo. En la Tabla 11.2 se indica el nivel de agudeza visual necesario para realizar actividades no especializadas y actividades muy especializadas, según el dispositivo de pruebas visuales utilizado (Fox, en Verriest y Hermans 1976).
Los fabricantes recomiendan estudiar la agudeza visual de los trabajadores si estos llevan gafas correctoras. Fox (1965), sin embargo, señala que este procedimiento puede dar lugar a resultados erróneos, por ejemplo, si se realizan pruebas a trabajadores con gafas demasiado antiguas respecto al momento de la prueba actual; por otro lado, los cristales pueden estar deteriorados por la exposición al polvo o a otros agentes nocivos.
También es muy frecuente el caso de personas que acuden a la sala de pruebas con las gafas erróneas. Fox (1976) sugiere, por tanto, que si “la visión corregida no alcanza un nivel de 20/20 en la visión de lejos y de cerca, el trabajador debe ser remitido a un oftalmólogo para que realice una evaluación adecuada y valore la necesidad del empleado en su puesto de trabajo actual”. En este artículo se mencionan más adelante otras deficiencias de los dispositivos de pruebas visuales.
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