La denominada reforma del medio ambiente de trabajo que tuvo lugar en la mayor parte de los países industrializados en los decenios de 1970 y 1980 dio lugar a la aprobación de importantes instrumentos y directrices internacionales, que reflejaban las reacciones de las políticas de salud en el trabajo ante las nuevas necesidades de la vida laboral y la consecución de un consenso internacional sobre el desarrollo de la salud y la seguridad en el trabajo.
La OIT puso en práctica en 1976 el Programa Internacional para el Mejoramiento de las Condiciones y del Medio Ambiente de Trabajo (PIACT) (El Mejoramiento de las Condiciones y del Medio Ambiente de Trabajo: un Programa Internacional (PIACT), 1984; Septuagésima primera reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, 1985). El Convenio de la OIT sobre seguridad y salud de los trabajadores y medio ambiente de trabajo, 1981 (nº 155), con su Recomendación de acompañamiento (nº 164) y el Convenio de la OIT sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985 (nº 161) y su Recomendación de apoyo (nº 171) ampliaron la influencia de la OIT en el desarrollo de la seguridad y la salud en el trabajo. El 31 de mayo de 1995 se habían registrado ya 40 ratificaciones de estos Convenios, pero sus efectos prácticos fueron muy superiores al número de ratificaciones, ya que muchos países pusieron en práctica los principios contenidos en estos instrumentos pese a no poder ratificarlos.
Simultáneamente, la Estrategia Global de la OMS Salud para Todos para el Año 2000 (Health for All by the Year 2000, HFA)(1981), introducida por primera vez en 1979, fue seguida en el decenio de 1980 por la introducción y puesta en práctica de estrategias regionales y nacionales de HFA, en las que la salud de los trabajadores constituía un elemento esencial. En 1987, la OMS introdujo un Programa de Acción para la Salud de los Trabajadores y en 1994 los Centros Colaboradores de la OMS para la Salud en el Trabajo desarrollaron la Estrategia Mundial para la Salud en el Trabajo para Todos (1995), avalada por el Consejo Ejecutivo de la OMS (EB97.R6) y unánimemente aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 1996 (AMS 49.12).
La OIT puso en práctica en 1976 el Programa Internacional para el Mejoramiento de las Condiciones y del Medio Ambiente de Trabajo (PIACT) (El Mejoramiento de las Condiciones y del Medio Ambiente de Trabajo: un Programa Internacional (PIACT), 1984; Septuagésima primera reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, 1985). El Convenio de la OIT sobre seguridad y salud de los trabajadores y medio ambiente de trabajo, 1981 (nº 155), con su Recomendación de acompañamiento (nº 164) y el Convenio de la OIT sobre los servicios de salud en el trabajo, 1985 (nº 161) y su Recomendación de apoyo (nº 171) ampliaron la influencia de la OIT en el desarrollo de la seguridad y la salud en el trabajo. El 31 de mayo de 1995 se habían registrado ya 40 ratificaciones de estos Convenios, pero sus efectos prácticos fueron muy superiores al número de ratificaciones, ya que muchos países pusieron en práctica los principios contenidos en estos instrumentos pese a no poder ratificarlos.
Simultáneamente, la Estrategia Global de la OMS Salud para Todos para el Año 2000 (Health for All by the Year 2000, HFA)(1981), introducida por primera vez en 1979, fue seguida en el decenio de 1980 por la introducción y puesta en práctica de estrategias regionales y nacionales de HFA, en las que la salud de los trabajadores constituía un elemento esencial. En 1987, la OMS introdujo un Programa de Acción para la Salud de los Trabajadores y en 1994 los Centros Colaboradores de la OMS para la Salud en el Trabajo desarrollaron la Estrategia Mundial para la Salud en el Trabajo para Todos (1995), avalada por el Consejo Ejecutivo de la OMS (EB97.R6) y unánimemente aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 1996 (AMS 49.12).
Good.
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