El sistema vestibular registra directamente la orientación y el movimiento de la cabeza. El laberinto vestibular es una estructura ósea minúscula localizada en el oído interno que comprende los canales semicirculares llenos de líquido (endolinfa) el utrículo y el sáculo (Figura 11.6). Los tres canales semicirculares se orientan en ángulos rectos, de forma que permiten detectar la aceleración en los tres planos posibles del movimiento angular. En los giros de la cabeza, el movimiento relativo de la endolinfa dentro de los canales (provocado por la inercia)mueve los cilios de las células sensoriales y se produce un cambio en la señal nerviosa procedente de estas células (Figura 11.7). El utrículo y el sáculo contienen cristales pesados (otolitos) que responden a variaciones en la posición de la cabeza en relación con la fuerza de la gravedad y a la aceleración o deceleración lineal, que también hacen inclinarse a los cilios, con lo que se altera la señal procedente de las células sensoriales a las que están unidos.
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