Distribución. El patrón peculiar y la distribución de las lesiones de una dermatitis permitirán al clínico sospechar su origen exógeno e identificar a veces el agente causal. Por ejemplo, los trazos lineales o serpiginosos de eritema y las vesículas sobre la piel descubierta son prácticamente diagnósticos de dermatitis de contacto por plantas, mientras que una reacción alérgica a los guantes de goma será más intensa en el dorso de las manos y alrededor de las muñecas.
El contacto repetido con el agua y con agentes limpiadores es responsable de la clásica “dermatitis de las amas de casa”, carac- terizada por eritema, descamación y fisuras de las puntas y el dorso de los dedos, así como afectación de la piel entre los dedos
(interdigital). En cambio, la dermatitis causada por la fricción de las herramientas o por el contacto con objetos sólidos tiende a localizarse en las palmas y en la zona inferior o superior de los dedos de las manos.
La dermatitis de contacto por irritantes causada por las partí- culas de fibra de vidrio afectará a la cara, las manos y los ante- brazos y será más intensa en las superficies de flexión, alrededor del cuello y de la cintura, donde el movimiento y la fricción de las ropas fuerzan la penetración de las partículas en la piel. La afectación de la cara, de los párpados superiores, los oídos y el área submentoniana sugiere una dermatitis de contacto transmi- tida por vía aérea. En una dermatitis por fotocontacto no se afectan las zonas protegidas del sol, como los párpados supe- riores y las zonas submentonianas y retroauriculares.
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