viernes, 8 de abril de 2011

Prevención (del cáncer de piel profesional no melanocítico)

La utilización de una ropa adecuada y de una crema solar con un factor protector UV-B de 15 como mínimo contribuye a proteger a los trabajadores al aire libre expuestos a la radiación ultravioleta. Además, la sustitución de los materiales cancerígenos (como el almacenaje de alimentos) por alternativas no cancerígenas es otra medida protectora evidente que, sin embargo, no siempre puede aplicarse. El grado de exposición a los materiales cancerígenos puede reducirse mediante el uso de pantallas protectoras, ropa protectora y medidas higiénicas.
La educación de los trabajadores sobre la naturaleza del peligro y el valor y el sentido de las medidas protectoras es de importancia fundamental.
Finalmente, los cánceres de piel suelen desarrollarse en muchos años y la mayoría pasan por estadios premalignos antes de alcanzar su potencial pleno de malignidad, como sucede con las queratosis arsenicales y las queratosis actínicas. Estas fases iniciales se detectan con rapidez mediante inspección visual. Por este motivo, en los cánceres de piel existe la posibilidad real de reducir la mortalidad en los trabajadores que han estado expuestos a cualquier cancerígeno cutáneo si se realizan explora- ciones selectivas periódicas.

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