El AO se ha convertido en la enfermedad respiratoria de origen ocupacional más prevalente en muchos países. Es más frecuente de lo que generalmente se admite, puede ser grave y discapacitante, y en general se puede prevenir. La identificación precoz y las intervenciones preventivas eficaces pueden reducir de forma sustancial el riesgo de incapacidad permanente y los elevados costes humanos y económicos asociados al asma crónica. Por numerosas razones, el AO merece una atención más extendida entre los médicos, los especialistas en salud y seguridad, los investigadores, los creadores de la política sanitaria, los higienistas industriales y todas las personas y organismos interesados en la prevención de las enfermedades relacionadas con el trabajo
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