martes, 7 de octubre de 2008

Pruebas de nefrotoxicidad: marcadores biológicos (II)


También pueden ser marcadores biológicos los propios xenobióticos, los metabolitos o marcadores como los aductos del ADN. En algunos casos el marcador biológico puede estar unido a una proteína. Los marcadores biológicos de exposición pueden ser también marcadores de efecto, si el efecto es pasajero. Si un marcador biológico persiste, puede convertirse en un marcador biológico de enfermedad. Los marcadores biológicos de efecto útiles tienen una relación muy estrecha con una sustancia tóxica y son indicadores de exposición. Para la detección de una enfermedad, un marcador biológico tiene su máxima especificidad si se expresa inmediatamente después del comienzo de la enfermedad. Las sensibilidad y especificidad previsibles de un marcador biológico dependerán de los riesgos y las ventajas de la intervención. Por ejemplo, un marcador biológico como la F-actina, indicadora de diferenciación de las proteínas citosqueléticas, que aparece alterado en las fases precoces de la carcinogénesis, puede tener poca especificidad para la detección de estados precancerosos debido a que no todos los individuos que presentan un marcador anormal desarrollan la enfermedad. No obstante, puede ser útil para seleccionar a los individuos y controlarles mientras se les somete a quimioprevención, siempre que el tratamiento no resulte tóxico. Es muy importante conocer la relación cronológica y funcional entre los marcadores biológicos para poder valorar el riesgo individual y comprender los mecanismos de carcinogénesis y nefrotoxicidad.



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