Una amplia variedad de productos químicos con estructuras químicas totalmente diferentes son gases a temperatura normal y tienen una neurotoxicidad demostrada (véase Tabla 7.3). Algunos de ellos son sumamente tóxicos incluso en dosis muy pequeñas, y se han utilizado como gases de guerra (fosgeno y cianuro); otros necesitan dosis más altas durante periodos más largos para originar síntomas (p. ej., anhídrido carbónico). Algunos se utilizan para la anestesia general (p. ej., óxido nitroso); otros son amplia- mente utilizados en la industria y en productos para la desinfec- ción (p. ej., formaldehído). Los primeros pueden inducir alteraciones irreversibles del sistema nervioso después de exposiciones repetidas de bajo nivel, mientras que los segundos sólo provocan aparentemente síntomas agudos. La exposición en habitaciones pequeñas con mala ventilación resulta particular- mente arriesgada. Algunos de los gases son inodoros, lo que los hace especialmente peligrosos (p. ej., el monóxido de carbono). Como se muestra en la Tabla 7.3, algunos gases son componentes importantes en la producción industrial, mientras que otros son el resultado de una combustión incompleta o completa (p. ej., CO y CO2, respectivamente). Esta situación se da en la minería, la side- rurgia, centrales eléctricas, etc., pero también pueden encontrarse en hogares con ventilación insuficiente. Para el tratamiento es fundamental interrumpir la exposición y proporcionar aire fresco u oxígeno, y en los casos graves ventilación artificial.
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