viernes, 13 de febrero de 2015

Tratamiento, conducta a seguir ante complicaciones y control de la silicosis (I)

Cuando la prevención no ha tenido éxito y se ha desarrollado sili- cosis, el tratamiento se dirige fundamentalmente a las complica- ciones de la enfermedad. Las medidas terapéuticas son similares a las utilizadas comúnmente en el tratamiento de la obstrucción de las vías aéreas, infección, neumotórax, hipoxemia e insuficiencia respiratoria que complican otra enfermedad pulmonar. Histórica- mente, la inhalación de aluminio en aerosol no ha tenido éxito como tratamiento específico de la silicosis. La N-óxido polivinil piridina, un polímero que ha protegido a animales de experimen- tación, no está disponible para su uso en seres humanos. Un trabajo de laboratorio reciente con tetrandina ha demostrado una reducción in vivo de la fibrosis y de la síntesis de colágeno en animales expuestos a sílice y tratados con este fármaco. Sin embargo, en la actualidad faltan pruebas sustanciales de su eficacia en seres humanos, y existe cierta preocupación por su potencial toxicidad, incluida su mutagenicidad. Debido a la elevada prevalencia de esta enfermedad en ciertos países, conti- núan las investigaciones con combinaciones de fármacos y otras intervenciones. Hasta la fecha no se ha desarrollado ningún método satisfactorio, y la investigación de un tratamiento especí- fico de la silicosis sigue sin dar fruto.
No es deseable continuar la exposición, y debe aconsejarse al paciente que abandone o cambie su trabajo actual, proporcio- nándole información acerca de las condiciones de exposición pasadas y presentes.
En lo que respecta a la conducta médica a seguir ante la sili- cosis, la vigilancia de posibles complicaciones infecciosas, en particular de la tuberculosis, es de importancia capital. No se recomienda la utilización de BCG en el paciente con silicosis tuberculín-negativo, pero se recomienda el uso de tratamiento profiláctico con isoniazida (INH) en el paciente con silicosis tuberculín-positivo en los países en los que la prevalencia de la tuberculosis es baja. El diagnóstico de infección tuberculosa activa en los pacientes con silicosis puede ser difícil. Los síntomas clínicos de pérdida de peso, fiebre, sudoración y malestar deben llevar a la realización de una evaluación radio- gráfica, así como de tinciones del esputo para detectar bacilos acidoalcohol resistentes, y cultivos del esputo. Los cambios radiográficos, incluido el aumento de tamaño de una cavitación en lesiones conglomeradas u opacidades nodulares, son especial- mente preocupantes. Los estudios bacteriológicos del esputo expectorado pueden no siempre ser fiables en la silicotubercu- losis. La fibrobroncoscopia con el fin de obtener muestras adicio- nales para cultivo y estudio a menudo puede ser de utilidad para establecer el diagnóstico de enfermedad activa. El tratamiento con múltiples fármacos ante la sospecha de enfermedad activa en los pacientes silicóticos está justificado para un nivel inferior

de sospecha que en el sujeto sin silicosis, debido a la dificultad para establecer claramente pruebas de infección activa. El trata- miento con rifampicina parece haber aumentado la tasa de éxitos del tratamiento de la silicosis complicada con tuberculosis,
y en algunos estudios recientes la respuesta al tratamiento a corto plazo era comparable en casos de silicotuberculosis al obtenido en casos de características similares de tuberculosis primaria.

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