jueves, 19 de febrero de 2015

Evaluación del programa.

La cifra de participantes y su tasa de abandono pondrán de manifiesto el grado de aceptación de las respectivas actividades. Los cambios cuantificables, tales como el abandono del tabaco, la pérdida o ganancia de peso, la reducción de los niveles de presión arterial o de colesterol, o los índices de capacidad física para el trabajo, demostrarán la eficacia del programa. Las encuestas periódicas a los trabaja- dores pueden servir para evaluar las actitudes hacia el programa y aportar sugerencias para su mejora. Por último, un análisis de datos tales como el absentismo, la rotación de personal, la evaluación de los cambios cualitativos y cuantita- tivos en la producción y la utilización de prestaciones de asis- tencia sanitaria pueden indicar a la organización el valor del programa.

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