Además de los reconocimientos médicos periódicos reglamen- tados o recomendados a los trabajadores expuestos a determi- nados trabajos o peligros ambientales, muchos servicios de salud laboral ofrecen chequeos médicos periódicos más o menos completos. Cuando el personal y los recursos materiales son escasos, los reconocimientos pueden realizarse, normalmente a expensas de la empresa, en centros locales o en las consultas de médicos privados (es decir, contratados). En el caso de lugares de trabajo situados en comunidades que carecen de estos servicios, debe organizarse la visita a la fábrica de una unidad móvil o instalar furgonetas de exploración en la zona de aparcamiento.
En un principio, la mayoría de las organizaciones ofrecían estos reconocimientos exclusivamente a los ejecutivos y altos directivos. En algunos casos, se extendían a los demás trabaja- dores que habían prestado un número mínimo de años de servicio o que sufrían un problema médico conocido. Estos reco- nocimientos solían incluir un historial médico completo y una exploración complementada con toda una batería de pruebas de laboratorio, radiografías, un electrocardiograma y pruebas de esfuerzo, así como exploración de todos los orificios corporales. Siempre que la empresa estuviera dispuesta a pagar los honora- rios, los centros privados que realizaban estos reconocimientos no tardaban en añadir pruebas, a medida que iban surgiendo nuevas tecnologías. En las organizaciones preparadas para un servicio más elaborado, los reconocimientos se ofrecían como parte de una breve estancia en algún centro acreditado de cuidados de salud. Aunque con frecuencia se hacían diagnós- ticos útiles e importantes, los falsos positivos eran también frecuentes y, en cualquier caso, los reconocimientos realizados en estos entornos eran costosos.
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