Un síndrome compartimental es el resultado de una presión elevada mantenida en un espacio muscular intraaponeurótico cerrado, que da lugar a una circulación sanguínea marcadamente reducida en los tejidos. La elevada presión intracompartimental suele ser debida a traumatismos (lesiones por aplastamiento, frac- turas y luxaciones), aunque también puede ser consecuencia de uso excesivo, de tumores y de infecciones. Un enyesado apretado puede ocasionar un síndrome compartimental, al igual que la diabetes y los trastornos de los vasos sanguíneos. Los primeros síntomas son tumefacción con tensión, dolor y restricción de la función, que no se alivian al elevar, inmovilizar o tratar la pierna con los fármacos habituales. Posteriormente habrá parestesias, entumecimiento y paresias. En las personas en edad de crecimiento, un síndrome compartimental puede ocasionar trastornos del crecimiento y deformidades en la región afectada.
Si se sospecha un síndrome compartimental, debe realizarse una buena exploración clínica que comprenda la valoración de la situación vascular, neurológica y muscular, la movilización activa y pasiva de la articulación, etc. Se medirá la presión mediante cateterismo múltiple de los compartimientos. La RM, la exploración Doppler y la ecografía pueden ser útiles para el diagnóstico.
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