La exposición a polvos y fibras minerales en el lugar de trabajo provoca en los trabajadores enfermedades respiratorias, entre ellas cáncer de pulmón. La exposición al polvo es un problema potencial para el recién nacido si alguno de sus padres lleva a casa partículas adheridas a la ropa o al cuerpo. En el caso del amianto, se han encontrado fibras del lugar de trabajo en el hogar; la exposición de los miembros de la familia por esta causa se ha descrito como exposición pasiva o familiar. La documenta- ción de la enfermedad familiar por amianto ha sido posible por la formación de un tumor indicador llamado mesotelioma, asociado primordialmente con la exposición a dicho material. El mesote- lioma es un cáncer de la pleura o el peritoneo (las membranas que envuelven los pulmones y el abdomen, respectivamente) que se manifiesta después de un prolongado período de latencia, típi- camente de 30-40 años después de la primera exposición al amianto. La etiología de esta enfermedad parece vinculada sólo con la duración del tiempo transcurrido desde la exposición inicial, no con la intensidad o la duración, ni con la edad en el momento de la primera exposición (Nicholson 1986, Otte, Sigs- gaard y Kjaerulff 1990). También se han atribuido anomalías respiratorias a la exposición pasiva al amianto (Grandjean y Bach
1986). Numerosos experimentos con animales apoyan las obser- vaciones hechas en el hombre.
Casi todos los casos de mesotelioma familiar se han descrito en viudas de mineros, molineros, fabricantes y aisladores. Sin embargo, también se han asociado con la enfermedad algunas exposiciones infantiles. No pocos de estos niños habían tenido un contacto inicial precoz (Dawson y cols. 1992; Anderson y cols. 1976; Roggli y Longo 1991). Así, en una investigación de
24 contactos familiares con mesotelioma que vivían en una ciudad dedicada a la minería de amiantos de crocidolita, se identificaron 7 casos de edades comprendidas entre 29 y 39 años en el momento del diagnóstico o de la muerte y cuya exposición inicial había ocurrido a una edad inferior a uno (n = 5) o tres
(n = 2) años (Hansen y cols. 1993).
La exposición al amianto es causa clara de mesotelioma, pero se ha propuesto además un mecanismo epigenético para explicar la inusual acumulación de casos en el seno de ciertas familias. Así, el desarrollo de mesotelioma en 64 personas de 27 familias sugiere un rasgo genético que puede hacer a determinados individuos más sensibles a las lesiones causadas por el amianto que inducen la enfermedad (Dawson y cols. 1992; Bianchi, Brollo y Zuch 1993). Pero también se ha señalado que la exposición puede por sí sola explicar suficientemente la agre- gación familiar documentada (Alderson 1986).
La fibra de vidrio, la zeolita y el talco son otras sustancias inorgánicas pulverulentas asociadas con enfermedades profesio- nales. El amianto y la fibra de vidrio se han usado mucho como aislantes. Con el primero y, de forma mucho menos clara, también con la segunda, se han asociado fibrosis pulmonar y cáncer. Se ha documentado mesotelioma en áreas de Turquía expuestas a zeolitas naturales. La exposición al amianto puede tener también carácter no profesional. Los pañales con fibra de amianto se han citado como fuente de exposición infantil a este material (Li, Dreyfus y Antman 1989), pero en ese informe no se excluyó la ropa de los padres como origen del contacto. Se ha encontrado también amianto en cigarrillos, secadores de pelo, baldosas para suelos y algunos tipos de polvo de talco. En muchos países se ha eliminado su uso; sin embargo, un motivo de inquietud para los niños son los aislantes de amianto que aún quedan en algunas escuelas y que se han investigado ampliamente como fuente potencial de riesgo para la salud pública
1986). Numerosos experimentos con animales apoyan las obser- vaciones hechas en el hombre.
Casi todos los casos de mesotelioma familiar se han descrito en viudas de mineros, molineros, fabricantes y aisladores. Sin embargo, también se han asociado con la enfermedad algunas exposiciones infantiles. No pocos de estos niños habían tenido un contacto inicial precoz (Dawson y cols. 1992; Anderson y cols. 1976; Roggli y Longo 1991). Así, en una investigación de
24 contactos familiares con mesotelioma que vivían en una ciudad dedicada a la minería de amiantos de crocidolita, se identificaron 7 casos de edades comprendidas entre 29 y 39 años en el momento del diagnóstico o de la muerte y cuya exposición inicial había ocurrido a una edad inferior a uno (n = 5) o tres
(n = 2) años (Hansen y cols. 1993).
La exposición al amianto es causa clara de mesotelioma, pero se ha propuesto además un mecanismo epigenético para explicar la inusual acumulación de casos en el seno de ciertas familias. Así, el desarrollo de mesotelioma en 64 personas de 27 familias sugiere un rasgo genético que puede hacer a determinados individuos más sensibles a las lesiones causadas por el amianto que inducen la enfermedad (Dawson y cols. 1992; Bianchi, Brollo y Zuch 1993). Pero también se ha señalado que la exposición puede por sí sola explicar suficientemente la agre- gación familiar documentada (Alderson 1986).
La fibra de vidrio, la zeolita y el talco son otras sustancias inorgánicas pulverulentas asociadas con enfermedades profesio- nales. El amianto y la fibra de vidrio se han usado mucho como aislantes. Con el primero y, de forma mucho menos clara, también con la segunda, se han asociado fibrosis pulmonar y cáncer. Se ha documentado mesotelioma en áreas de Turquía expuestas a zeolitas naturales. La exposición al amianto puede tener también carácter no profesional. Los pañales con fibra de amianto se han citado como fuente de exposición infantil a este material (Li, Dreyfus y Antman 1989), pero en ese informe no se excluyó la ropa de los padres como origen del contacto. Se ha encontrado también amianto en cigarrillos, secadores de pelo, baldosas para suelos y algunos tipos de polvo de talco. En muchos países se ha eliminado su uso; sin embargo, un motivo de inquietud para los niños son los aislantes de amianto que aún quedan en algunas escuelas y que se han investigado ampliamente como fuente potencial de riesgo para la salud pública
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