Los marcadores biológicos de nefrotoxicidad pueden guardar relación con la etiología de la insuficiencia renal (prerrenal, renal o posrenal) y con los mecanismos que intervienen en la patogenia del proceso. Este proceso comprende la lesión y la reparación de las células. Una lesión tóxica puede afectar a las células, el glomérulo, el intersticio o los túbulos, con la liberación de los corres- pondientes marcadores biológicos. Los xenobióticos pueden afectar a más de un compartimiento o provocar cambios en los marcadores biológicos debido a la interdependencia de las células dentro del compartimiento. Los cambios inflamatorios, los procesos autoinmunes y los fenómenos inmunológicos potencian todavía más la liberación de biomarcadores. Los xenobióticos pueden atacar un compartimiento en algunos casos, y actuar sobre otro en circunstancias diferentes. Un buen ejemplo es el del mercurio, que en condiciones agudas es nefrotóxico para el túbulo proximal y en condiciones crónicas afecta a las arteriolas. La respuesta a la agresión puede dividirse en varias categorías fundamentales: hipertrofia, proliferación, degeneración (necrosis y apoptosis, o muerte celular programada) y alteraciones de las membranas.
La mayoría de los factores de sensibilidad están relacionados con nefropatías no asociadas a xenobióticos. Sin embargo, un 10 % de los casos de insuficiencia renal se atribuyen a la exposi- ción ambiental a compuestos tóxicos o a inducción yatrógena por diversos compuestos, los antibióticos, o a intervenciones como la administración de contraste radiológico renal a un diabético. En el lugar de trabajo puede resultar muy útil la detección de una insuficiencia renal subclínica antes de una posible exposición nefrotóxica adicional. Si se sospecha que un compuesto es xenobiótico e incide específicamente en la vía causal de la enfermedad, es posible intervenir para anular sus efectos. Así pues, los marcadores biológicos de efecto eliminan muchos de los problemas que entrañan el cálculo de la exposición y la definición de la sensibilidad individual. El análisis estadístico de los marcadores biológicos de efecto en relación con los marcadores biológicos de sensibilidad y exposición debería mejorar la especificidad de los marcadores. Cuanto más específico sea el marcador biológico del efecto, menor tendrán que ser las muestras para poder identificar científicamente las posibles toxinas.
Los marcadores biológicos de efecto son el tipo más importante de marcadores, y relacionan la exposición con la sensibilidad y la enfermedad. Ya hemos comentado la combinación de marcadores biológicos celulares y solubles para distinguir entre la hematuria de vías altas y la de vías bajas. En la Tabla 8.4 se incluye una lista de marcadores biológicos solubles que pueden provocar nefrotoxicidad celular. Hasta la fecha, ninguno de ellos, solos o en batería, permite detectar la toxicidad subclínica con una sensibilidad aceptable. Algunos problemas que plantea el uso de marcadores biológicos solubles son la falta de especificidad, la inestabilidad enzimática, el efecto diluyente de la orina, las variaciones de la función renal y las interacciones con proteínas inespecíficas que pueden enturbiar la especificidad del análisis.
La mayoría de los factores de sensibilidad están relacionados con nefropatías no asociadas a xenobióticos. Sin embargo, un 10 % de los casos de insuficiencia renal se atribuyen a la exposi- ción ambiental a compuestos tóxicos o a inducción yatrógena por diversos compuestos, los antibióticos, o a intervenciones como la administración de contraste radiológico renal a un diabético. En el lugar de trabajo puede resultar muy útil la detección de una insuficiencia renal subclínica antes de una posible exposición nefrotóxica adicional. Si se sospecha que un compuesto es xenobiótico e incide específicamente en la vía causal de la enfermedad, es posible intervenir para anular sus efectos. Así pues, los marcadores biológicos de efecto eliminan muchos de los problemas que entrañan el cálculo de la exposición y la definición de la sensibilidad individual. El análisis estadístico de los marcadores biológicos de efecto en relación con los marcadores biológicos de sensibilidad y exposición debería mejorar la especificidad de los marcadores. Cuanto más específico sea el marcador biológico del efecto, menor tendrán que ser las muestras para poder identificar científicamente las posibles toxinas.
Los marcadores biológicos de efecto son el tipo más importante de marcadores, y relacionan la exposición con la sensibilidad y la enfermedad. Ya hemos comentado la combinación de marcadores biológicos celulares y solubles para distinguir entre la hematuria de vías altas y la de vías bajas. En la Tabla 8.4 se incluye una lista de marcadores biológicos solubles que pueden provocar nefrotoxicidad celular. Hasta la fecha, ninguno de ellos, solos o en batería, permite detectar la toxicidad subclínica con una sensibilidad aceptable. Algunos problemas que plantea el uso de marcadores biológicos solubles son la falta de especificidad, la inestabilidad enzimática, el efecto diluyente de la orina, las variaciones de la función renal y las interacciones con proteínas inespecíficas que pueden enturbiar la especificidad del análisis.
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