sábado, 10 de febrero de 2007

CANCER - Introduccion (I)


Neil Pearce, Paolo Boffetta y Manolis Kogevinas
Magnitud del problema
La primera prueba evidente del origen causal de un cáncer se obtuvo para un cancerígeno profesional (Checkoway, Pearce y Crawford-Brown 1989). Pott (1775) identificó el hollín como la causa del cáncer escrotal en deshollinadores londinenses y describió gráficamente las penosas condiciones en que trabajaban, que exigían a los niños escalar por estrechas chimeneas todavía calientes. A pesar de estas pruebas, los informes sobre la necesidad de prevenir incendios en las chimeneas se utilizaron para retrasar la adopción de disposiciones sobre el trabajo de los niños en este sector hasta 1840 (Waldron 1983). No se demostró un modelo experimental de carcinogénesis por hollín hasta el decenio de 1920 (Decoufle 1982), 150 años después de la observación epidemiológica original.
Con posterioridad se han demostrado otras causas profesionales de cáncer en estudios epidemiológicos (aunque, por lo general, la primera observación de la asociación con el cáncer se debe a un médico del trabajo o a los trabajadores), como el arsénico, el amianto, el benceno, el cadmio, el cromo, el níquel y el cloruro de vinilo. Estos cancerígenos profesionales presentan una gran importancia desde el punto de vista de la salud pública, dadas las posibilidades de prevención que ofrecen la normativa y las mejoras de la higiene industrial (Pearce y Matos 1994). En la mayor parte de los casos, aumentan notablemente el riesgo relativo de determinados tipos de cáncer; es posible que existan otros cancerígenos profesionales que no se han detectado todavía debido a que sólo suponen un pequeño aumento del riesgo, o simplemente porque no han sido estudiados (Doll y Peto 1981). En la Tabla 2.1 se recogen algunos de los factores clave acerca del cáncer profesional.Las causas profesionales del cáncer han recibido una gran atención en los estudios epidemiológicos realizados. Se discute, no obstante, la proporción de cánceres atribuibles a exposiciones profesionales, ya que los cálculos oscilan entre un 4 y un 40 % (Higginson 1969, Higginson y Muir 1976, Wynder y Gori 1977, Higginson y Muir 1979, Doll y Peto 1981, Hogan y Hoel 1981, Vineis y Simonato 1991, Aitio y Kauppinen 1991). El riesgo atribuible de cáncer expresa el exceso de cáncer en una población producido por la exposición profesional considerada. Puede calcularse tanto para la población expuesta como para una población más amplia. En la Tabla 2.2 se resumen los datos existentes de acuerdo con la Clasificación Internacional de Enfermedades aplicada universalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario