miércoles, 1 de octubre de 2008

Alteraciones motoras, sensitivas y cognitivas precoces de la intoxicación crónica


A medida que aumenta la exposición, pueden observarse cambios en las funciones motora, sensitiva y cognitiva de los trabajadores expuestos a sustancias neurotóxicas, que no presentan signos clínicos. Dada la complejidad del sistema nervioso, y la vulnerabilidad de ciertas áreas a productos químicos concretos, mientras que otras son sensibles a la acción de un gran número de productos tóxicos, un único producto tóxico o una mezcla de neurotoxinas pueden afectar a una amplia gama de funciones del sistema nervioso. El tiempo de reacción, la coordinación visuomo- tora, la memoria a corto plazo, las memorias visual y auditiva, la atención y la vigilancia, la destreza manual, el vocabulario, la desviación de la atención, la fuerza de prensión, la velocidad motora, la firmeza de la mano, el estado de ánimo, la visión de los colores, la percepción vibrotáctil, la audición y el olfato se encuen- tran entre las numerosas funciones cuya alteración por diversas sustancias neurotóxicas se ha demostrado.
La comparación del rendimiento de los trabajadores expuestos y no expuestos con respecto al grado de exposición ofrece información importante sobre el tipo de déficit precoces producidos por la exposición. Anger (1990) ofrece una excelente revisión de la investigación neurológica del comportamiento en los lugares de trabajo hasta 1989. En la Tabla 7.10, adaptada de este artículo, se ofrece un ejemplo del tipo de déficit neurofun- cionales que se han observado de forma constante en grupos de trabajadores activos expuestos a algunas de las sustancias neuro- tóxicas más comunes.
Aunque en esta etapa del continuo entre bienestar y enfer- medad, la pérdida no puede situarse dentro de los límites de la anormalidad clínica, tales alteraciones pueden ir acompañadas de consecuencias relacionadas con la salud. Por ejemplo, la disminución del estado de vigilia y de los reflejos puede aumentar el peligro de accidentes laborales. Para la identifica- ción de escapes se utiliza el olfato, por lo que la saturación de las mascarillas (rotura del cartucho) y la pérdida aguda o crónica del olfato hacen que una persona esté menos capacitada para identificar una situación potencialmente peligrosa. Los cambios del estado de ánimo pueden perturbar las relaciones interperso- nales en el trabajo, sociales y en el hogar. Estas etapas iniciales de deterioro del sistema nervioso, que se pueden observar explorando a grupos de trabajadores expuestos y comparándolos con trabajadores no expuestos o en relación con su grado de exposi- ción, reflejan la disminución del bienestar y pueden predecir un riesgo de problemas neurológicos más graves en el futuro.

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