El Convenio OIT relativo a la protección de la maternidad 1919 (nº 3), establecía que “no se permitirá el trabajo de la mujer durante las seis semanas siguientes al parto; (y) tendrá derecho a dejar de trabajar si aporta un certificado médico en el que se declare que el parto tendrá probablemente lugar dentro de las seis semanas siguientes”. El Convenio OIT relativo a la protec- ción de la maternidad (revisado), 1952 (nº 103), confirma el permiso de 12 semanas, incluyendo la prohibición de trabajo en las seis semanas siguientes al parto, pero no determina de modo imperativo la utilización de las seis semanas restantes. La Reco- mendación sobre la protección de la maternidad, 1952 (nº 95), propone un permiso de 14 semanas. La mayor parte de los países estudiados cumplen el criterio de las doce semanas, y al menos un tercio garantiza un período aún más largo.
En varios países se permite elegir la distribución del permiso de maternidad. En algunos de ellos, la ley no prescribe su distri- bución (por ejemplo, en Tailandia) y las mujeres tienen derecho a iniciarlo cuando lo deseen, mientras que en otros se establece el número de días que deben tomarse tras el parto, pudiéndose disponer del resto antes o después de éste.
Otros países no permiten ninguna flexibilidad: la ley establece dos períodos de descanso, antes y después del parto, que pueden ser iguales, especialmente cuando el tiempo total de descanso es relativamente corto. Cuando éste excede de 12 semanas, el período prenatal es a menudo más corto que el posnatal
(por ejemplo, en Alemania, seis semanas antes y ocho semanas después del parto).
En un número relativamente pequeño de países (por ejemplo, Benin, Chile o Italia) está prohibido el empleo de las mujeres durante todo el período de permiso por maternidad. En otros, se establece un tiempo obligatorio de permiso, a menudo después del parto, normalmente de seis semanas (por ejemplo, Barbados, Irlanda, India o Marruecos). El número de países que establecen algún plazo imperativo de permiso antes del parto ha aumentado en la última década. En algunos países, por el contrario, no hay período de permiso obligatorio (por ejemplo, en Canadá), por considerarse que el permiso es un derecho que debe ejercitarse libremente y que el tiempo concedido debe disponerse del modo que mejor convenga a los intereses y necesidades personales de cada mujer.
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