En este sentido, tienen relevancia los tiempos de exposición y las relaciones dosis respuesta. Se sabe desde hace tiempo que el período embrionario, durante el cual se produce la organogénesis (2-8 semanas después de la concepción), es el más sensible
a la inducción de malformaciones estructurales. El período fetal, entre las ocho semanas y el término, es el de la histogénesis, con un aumento rápido del número de células y de la diferenciación celular. Es entonces cuando la probabilidad de inducción de anomalías funcionales y retraso del crecimiento es más elevado. Durante este período puede haber relaciones entre la dosis y la respuesta: una dosis elevada puede ocasionar retraso del crecimiento y una dosis más baja acaso induzca alteraciones funcio- nales o conductuales.
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