miércoles, 17 de junio de 2015

Mecanismos de la enfermedad

El desarrollo del cambio más precoz de la NMC, la mácula de polvo, representa los efectos del depósito y acumulación de polvo. La fase subsiguiente, es decir, el desarrollo de nódulos, se produce por la reacción inflamatoria y fibrótica al polvo. En este sentido, se han discutido durante mucho tiempo los papeles de los polvos con y sin sílice. Por un lado, se sabe que el polvo de sílice es consi- derablemente más tóxico que el polvo de carbón. Sin embargo, por otro lado, los estudios epidemiológicos han demostrado que no hay datos sustanciales que impliquen la exposición al sílice en la prevalencia o la incidencia de la NMC. De hecho, parece que casi existe una relación inversa, en el sentido de que los niveles de enfermedad tienden a estar elevados cuando los niveles de sílice son menores (p.ej., en áreas en las que se extrae antracita). Recientemente, se ha llegado a entender en cierta medida esta paradoja gracias a estudios de las características de las partículas.

Estos estudios indican que no sólo la cantidad de sílice presente en el polvo (determinada convencionalmente mediante espectro- metría por infrarrojos o difracción de rayos X) puede estar rela- cionada con la toxicidad, sino también la biodisponibilidad de la superficie de las partículas de sílice. Por ejemplo, el revestimiento (oclusión) con arcilla puede desempeñar un papel modificador importante. Otro factor importante en investigación en la actua- lidad hace referencia a los cambios de superficie en forma de radicales libres y los efectos de los polvos que contienen sílice “recién fracturado” frente a sílice “envejecido”.

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