domingo, 31 de julio de 2011

DERMATITIS DE CONTACTO • PROFESIONALES

Los términos dermatitis y eccema son intercambiables y se refieren a un tipo particular de reacción inflamatoria de la piel que puede desencadenarse por factores internos o externos. La dermatitis de contacto profesional es un eccema exógeno causado por la interacción de la piel con agentes químicos, biológicos y físicos del medio ambiente de trabajo.
La dermatitis de contacto representa el 90 % de todas las dermatosis profesionales y en el 80 % de los casos afectará a la herramienta más importante de un trabajador: las manos (Adams 1988). El contacto directo con el agente ofensor es la forma habitual de producción de la dermatitis, aunque pueden intervenir otros mecanismos. Las partículas, como el polvo o el humo, o los vapores de las sustancias volátiles, pueden provocar una dermatitis de contacto de transmisión aérea. Algunas sustancias se transfieren desde los dedos a localizaciones distantes del cuerpo y producen una dermatitis de contacto ectópica. Por último, si un agente de contacto es activado por la exposición a la luz ultravioleta puede inducirse una dermatitis por fotocontacto.
La dermatitis de contacto se divide en dos categorías amplias según los diferentes mecanismos de producción. En la Tabla 12.2 se enumeran las características más significativas de la dermatitis de contacto por irritantes y de la dermatitis de contacto alérgica.

sábado, 30 de julio de 2011

Factores que influyen en la agudeza visual: Deslumbramiento

Deslumbramiento. Si los ojos se dirigen de un área oscura a un área iluminada y de ésta al área oscura otra vez, o si el sujeto mira un momento a una lámpara o a una ventana (y la iluminación varía de 1.000 a 12.000 cd/m2), las variaciones en la adaptación se producen en un área limitada del campo visual (adaptación local). El tiempo de recuperación tras un deslumbramiento discapacitante puede durar varios segundos, depen- diendo del nivel de iluminación y del contraste (Meyer y cols. 1986) (Figura 11.13).

viernes, 29 de julio de 2011

Factores que influyen en la agudeza visual (II)

En el medio de trabajo, la adaptación nocturna carece de relevancia, salvo en las actividades que tienen lugar en una habi- tación oscura y para la conducción nocturna (aunque el reflejo de los faros sobre la carretera siempre aporta algo de luz). La adaptación a la luz diurna procedente de la iluminación natural o artificial es la más habitual en las actividades industriales o administrativas. Sin embargo, en la actualidad, dada la importancia del trabajo con monitores de representación visual, muchos trabajadores prefieren operar con luz tenue.
En la práctica laboral, el comportamiento de los grupos de personas tiene una importancia especial (en comparación con la evaluación individual) a la hora de diseñar el lugar de trabajo apropiado. Los resultados de un estudio realizado con 780 trabajadores en Ginebra (Meyer y cols. 1990) muestran la variación del porcentaje de distribución de los niveles de agudeza al cambiar las condiciones de iluminación. Puede observarse que, una vez adaptados a la luz diurna, la mayoría de los trabaja- dores sometidos a las pruebas visuales (con corrección ocular) alcanzan un nivel de agudeza visual bastante adecuado; en cuanto se reduce el nivel de iluminación circundante, la AV media disminuye y esta reducción es más marcada en algunas personas en las que se reduce mucho la agudeza visual; esta tendencia empeora si la luz tenue se acompaña de alguna fuente de deslumbramiento. (Figura 11.12). En otras palabras, resulta difícil predecir el comportamiento de un sujeto con luz tenue basándose en su puntuación en condiciones óptimas de luz diurna.

jueves, 28 de julio de 2011

Factores que influyen en la agudeza visual (I)

La primera limitación de la agudeza visual se encuentra en la estructura de la retina. En la visión diurna, puede superar los 10/10 en la fóvea y disminuir con rapidez al desplazarse algunos grados con respecto al centro de la retina. En la visión nocturna, la agudeza visual es mínima o nula en el centro, pero puede alcanzar la décima parte en la periferia, por la distribución de los conos y los bastones (Figura 11.11).
El diámetro de la pupila actúa sobre la visión de forma compleja. Al dilatarse, la pupila permite que pase más luz al ojo para estimular la retina; se reduce al mínimo la borrosidad causada por la difracción. Una pupila más estrecha, sin embargo, reduce los efectos negativos de las aberraciones del cristalino mencionadas previamente. En general, un diámetro pupilar de 3 a 6 mm aumenta la claridad de la visión.
Gracias al proceso de adaptación,el ser humano puede ver tan bien con la luz de la luna como con la luz brillante del sol, aunque existe una diferencia de luminosidad de 1 a 10.000.000. La sensibilidad visual es tan amplia que la intensidad luminosa debe representarse en una gráfica a escala logarítmica.
Al entrar en una habitación oscura nos sentimos al principio completamente ciegos; después, comenzamos a percibir los objetos a nuestro alrededor. Al aumentar el nivel luminoso, pasamos de una visión dominada por los bastones a una visión dominada por los conos. La variación asociada de la sensibilidad se conoce como cambio de Purkinje. La retina adaptada a la oscuridad es sensible sobre todo a la luminosidad baja, pero se caracteriza por la ausencia de visión en colores y la escasa reso- lución espacial (baja AV); la retina adaptada a la luz no es muy
sensible a la luminosidad baja (sólo se perciben los objetos bien iluminados), pero se caracteriza por un alto grado de resolución espacial y temporal y por la visión en color. Después de la desensibilización inducida por la estimulación luminosa intensa, el ojo recupera su sensibilidad de acuerdo con una progresión típica: al principio se produce un cambio rápido que afecta a los conos y a la adaptación diurna o fotópica, seguido de una fase más lenta en la que participan los bastones y la adaptación nocturna o escotópica; la zona intermedia se relaciona con la luz tenue o adaptación mesópica.

miércoles, 27 de julio de 2011

Bisinosis La enfermedad Parte I

aspectos tanto clínicos como experimentales, y en el que describió los síntomas de los trabajadores del algodón de la forma siguiente:
Después de haber trabajado durante años sin problemas apreciables excepto una leve tos, los trabajadores de las hilanderías de algodón advierten un empeoramiento de su tos, que se vuelve seca y extremadamente irritativa  Estos ataques suelen ocurrir los lunes (, pero gradualmente los síntomas comienzan a extenderse a lo largo de los siguientes días de la semana; con el tiempo deja de haber diferencias y sufren los síntomas de forma continua.
Las primeras investigaciones epidemiológicas se realizaron en Inglaterra en el decenio de 1950 (Schilling y cols. 1955; Schilling 1956). El diagnóstico inicial se basaba en la aparición de una típica opresión torácica el lunes por la mañana, diagnosticado por medio de un cuestionario (Roach y Schilling 1960). Se desa- rrolló un esquema para graduar la gravedad de la bisinosis en función del tipo y de la periodicidad de los síntomas (Mekky, Roach y Schilling 1967; Schilling y cols. 1955). La duración de la exposición se utilizó como una medida de la dosis y ésta se relacionó con la intensidad de la respuesta. En función de entre- vistas clínicas de un gran número de trabajadores, este esquema de gradación se modificó posteriormente con el fin de que refle- jara con mayor exactitud los intervalos de tiempo para la reducción del FEV1 (Berry y cols. 1973).
En un estudio se observó una diferencia en la prevalencia de la bisinosis en las hilanderías que preparaban distintos tipos de algodón (Jones y cols. 1979). Las hilanderías que utilizaban algodón de alta calidad para producir hilos más finos tenían una prevalencia menor de bisinosis que las que producían hilos gruesos y utilizaban algodón de una calidad inferior. De esta forma, además de la intensidad y la duración de la exposición, ambas variables dependientes de la dosis, el tipo de polvo se convertía en una variable importante para valorar la exposición. Más adelante se demostró que las diferencias de respuesta entre los trabajadores expuestos a algodones gruesos y medios dependía no sólo del tipo de algodón, sino también de otras variables que afectan a la exposición, como son: variables de la preparación como la velocidad de cardado, variables ambientales como la humidificación y la ventilación, y variables de la fabricación como los diferentes tratamientos de los hilos. (Berry y cols. 1973).

martes, 26 de julio de 2011

Enfermedades

Las enfermedades causadas por polvos orgánicos se muestran en la Tabla 10.11 con los correspondientes números de las Clasifica- ción Internacional de Enfermedades (CIE) (Rylander y Jacobs 1994).
La ruta primaria de exposición para los polvos orgánicos es la inhalatoria y, por consiguiente, los efectos sobre el pulmón han recibido la mayor parte de la atención, tanto en la investigación como en el trabajo clínico. Sin embargo, cada vez es mayor el número de datos procedentes de estudios epidemiológicos y de informes de casos, así como de informes aislados, que indican que también se producen efectos sistémicos. El mecanismo implicado parece ser una inflamación local en el lugar diana, el pulmón, y la subsiguiente liberación de citocinas, ya sea con efectos sistémicos (Dunn 1992; Michel y cols. 1991) o con un efecto sobre el epitelio intestinal (Axmacher y cols. 1991). Los efectos clínicos no respiratorios consisten en fiebre, dolores arti- culares, efectos neurosensoriales, problemas cutáneos, enfermedad intestinal, fatiga y cefalea.
Las diferentes entidades morbosas tal y como se describen en la Tabla 10.11 son fáciles de diagnosticar en los casos típicos, y la anatomía patológica subyacente es claramente distinta. Sin embargo, en la vida real un trabajador que padece una enfer- medad por exposición a polvo orgánico a menudo presenta una mezcla de diferentes entidades morbosas. Una persona puede tener una inflamación de las vías aéreas durante varios años y de repente desarrollar asma y además presentar síntomas de neumonitis tóxica durante una exposición particularmente elevada. Otra persona puede tener una neumonitis subclínica por hipersensibilidad, con linfocitosis de las vías aéreas, y desarrollar neumonitis tóxica durante una exposición particularmente intensa.
Un buen ejemplo de la mezcla de entidades morbosas que podemos encontrarnos es la bisinosis. Esta enfermedad fue descrita por primera vez en las hilanderías de algodón, pero las entidades morbosas individuales también se encuentran en otros ambientes de polvos orgánicos, A continuación se presenta una descripción general de esta enfermedad.

lunes, 25 de julio de 2011

Agentes

Se sabe en la actualidad que los agentes específicos presentes en los polvos son la principal razón por la cual se desarrolla la enfer- medad. Los polvos orgánicos contienen numerosísimos agentes con posibles efectos biológicos. Algunos de los principales se encuentran en la Tabla 10.10.
El papel relativo de cada uno de estos agentes, de forma aislada o en combinación con otros, se desconoce en su mayor parte. La mayoría de la información disponible está relacionada con endotoxinas bacterianas presentes en todos los polvos orgánicos.
Las endotoxinas son compuestos de lipopolisacáridos que se fijan a la superficie celular externa de las bacterias gramnega- tivas. Las endotoxinas tienen un amplia gama de propiedades biológicas. Tras ser inhaladas causan una inflamación aguda
(Snella y Rylander 1982; Brigham y Meyrick 1986). La clave de esta reacción es la entrada de neutrófilos (leucocitos) en el pulmón, que se acompaña de activación de otras células y de secreción de mediadores de la inflamación. Después de exposi- ciones repetidas la inflamación se reduce (adaptación). La reac- ción se limita a la mucosa de las vías aéreas y no hay afectación extensa del parénquima pulmonar.
Otro agente específico del polvo orgánico es el (13)––D–glucano. Se trata de un compuesto poliglucosado presente en la estructura de la pared celular de los mohos y de algunas bacterias. Potencia la respuesta inflamatoria causada por las endotoxinas y altera la función de las células inflamatorias, en particular de los macrófagos y las células T (Di Luzio
1985; Fogelmark y cols. 1992).
Otros agentes específicos presentes en los polvos orgánicos son proteínas, taninos, proteasas y otras enzimas, y toxinas procedentes de mohos. Se dispone de muy pocos datos sobre sus concentraciones en los polvos orgánicos. Varios de estos agentes específicos de los polvos orgánicos, como las proteínas y las enzimas, son alergenos.

domingo, 24 de julio de 2011

Embarazo y discapacidad: Discapacidad derivada de la necesidad de impedir la exposición

Discapacidad derivada de la necesidad de impedir la exposición a peligros de toxicidad o estrés físico anómalo. Debido a la mayor sensibilidad del feto a muchos peligros ambientales, la mujer embarazada puede ser considerada discapacitada aunque su propia salud no esté en peligro.

sábado, 23 de julio de 2011

Embarazo y discapacidad: Discapacidad resultante de complicaciones de salud

Discapacidad resultante de complicaciones de salud. Las complicaciones de salud, como la eclampsia, la amenaza de aborto, los problemas cardiovasculares y renales y demás, exigen el esta- blecimiento de períodos de actividad reducida o incluso de hospitalización mientras persistan aquéllos o hasta que la madre se haya recuperado del problema de salud y el embarazo.

viernes, 22 de julio de 2011

Embarazo y discapacidad: Discapacidad después del parto

En muchas jurisdicciones es importante distinguir entre la discapacidad derivada del embarazo y el embarazo como período de la vida que faculta para obtener prestaciones y dispensas especiales. La discapacidad derivada del embarazo puede encuadrarse en las tres categorías siguientes:

1. Discapacidad después del parto. Desde un punto de vista estrictamente médico, la recuperación que sigue a la finalización de un embarazo mediante un parto no complicado dura sólo unas semanas, pero tradicionalmente se amplía hasta seis u ocho semanas, ya que es el plazo en el que la mayoría de los tocólogos programan la primera consulta posnatal. Por lo demás, desde un punto de vista práctico y sociológico, muchos consideran que sería deseable disfrutar de un permiso más prolongado para fomentar las relaciones familiares, facilitar la alimentación mediante lactancia materna y otros aspectos.

jueves, 21 de julio de 2011

Factores de riesgo individuales: Sexo y utilización de estrógenos

La artrosis de cadera y rodilla parece tener una distribución similar en ambos sexos. A partir de un estudio en participantes femeninas del estudio de Framingham, se llegó a la conclusión de que la utilización de estrógenos en las mujeres se asociaba a un efecto protector moderado, pero no significativo, frente a la artrosis de la rodilla (Hannan y cols. 1990).

miércoles, 20 de julio de 2011

Factores de riesgo individuales: Traumatismos

Los accidentes o las causas de traumatismos o lesiones, en especial los que interfieren en la mecánica y la circulación de la articulación y sus ligamentos, pueden dar lugar a artrosis precoz.

martes, 19 de julio de 2011

Factores de riesgo individuales: Sobrepeso

El sobrepeso probablemente cause artrosis de rodilla y de cadera. La relación entre sobrepeso y artrosis de rodilla se ha demostrado en grandes estudios epidemiológicos realizados en la población general, como la encuesta nacional de análisis de la salud y la nutrición de Estados Unidos (National Health and Nutrition Examination Survey, (NHANES) y el estudio de Framingham. La asociación era máxima en las mujeres, aunque existía incluso en los varones (Anderson y Felson 1988; Felson y cols. 1988).