sábado, 23 de octubre de 2010

ANTEBRAZO, MUÑECA Y MANO: Tenosinovitis y peritendinitis (I)

Extensores y flexores de la muñeca y de los dedos

En la muñeca y en la mano, los tendones están rodeados por vainas tendinosas, estructuras tubulares que contienen líquido para proporcionar lubricación y protección al tendón. La inflamación de la vaina tendinosa se denomina tenosinovitis. La que se produce en el punto en que el músculo se une al tendón se deno- mina peritendinitis. La tenosinovitis de la muñeca se localiza en la zona de la vaina tendinosa de la muñeca, mientras que la periten dinitis lo hace por encima de la zona de la vaina tendinosa en el antebrazo. Se denomina tendinitis de inserción a una inflamación del tendón en el lugar de unión al hueso (Figura 6.20).
La terminología de las enfermedades del tendón y de sus estructuras adyacentes a menudo se utiliza laxamente, y en ocasiones se ha empleado el término “tendinitis” para referirse a todos los procesos dolorosos de la región del antebrazo-muñeca- mano, con independencia del tipo de presentación clínica. En Estados Unidos se ha utilizado un diagnóstico de amplio contenido, el de “trastornos traumáticos acumulados” (TTA), para denominar a todos los trastornos de los tejidos blandos de la extremidad superior que se cree están causados, precipitados o agravados por esfuerzos repetitivos de la mano. En Australia y en algunos otros países se ha utilizado el diagnóstico de “lesión por distensión repetitiva” (LTR) o “lesión por sobreuso”, mien- tras que en Japón, el concepto de “trastorno profesional cervico- braquial” (TPC) ha servido para abarcar los trastornos de los tejidos blandos de la extremidad superior. Los dos últimos diag- nósticos incluyen también los trastornos de hombro y cuello.
La aparición de tenosinovitis o peritendinitis es muy variable según el tipo de trabajo. Se han descrito de modo característico incidencias altas en trabajadores de fabricación como procesa- dores de alimentos, carniceros, envasadores y montadores. Algunos estudios recientes demuestran la existencia de altas tasas de incidencia incluso en las industrias modernas, como se muestra en la Tabla 6.7. Los trastornos de los tendones son más frecuentes en la región dorsal que en la cara flexora de la muñeca. El dolor y otros síntomas de la extremidad superior son frecuentes también en otros tipos de tareas, como el trabajo moderno con teclado. No obstante, los signos clínicos que presentan estas personas rara vez son compatibles con una tenosinovitis o una peritendinitis.

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