martes, 27 de febrero de 2007

Variación geográfica del Cancer


La variación en las tasas de tipos concretos de cáncer según la región geográfica puede ser mucho mayor que la del cáncer en general. En la Tabla 2.13 se resumen las variaciones conocidas en la incidencia de los cánceres más comunes. La incidencia de carcinoma nasofaríngeo, por ejemplo, varía unas 500 veces entre el sureste asiático y Europa. Esta gran variación de la frecuencia ha dado lugar a la opinión de que gran parte de los cánceres del ser humano son causados por factores presentes en el medio ambiente. En particular, se ha aducido que la tasa más baja de un cáncer observada en cualquier población es indicativa de la tasa mínima, posiblemente espontánea, registrada en ausencia de factores causales. Por lo tanto, la diferencia entre la tasa de un cáncer en una población determinada y la tasa mínima observada en cualquier población se corresponde con la tasa atribuible a factores ambientales en la primera. Sobre esta base se ha calculado que, de forma muy aproximada, entre el 80 y el 90 % de los cánceres humanos están determinados por factores ambientales (Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer 1990).
Obviamente, existen otras explicaciones de la variación geográfica de las tasas de cáncer. Es posible que el registro insuficiente de los casos de cáncer en algunas poblaciones exagere el margen de variación, pero no puede explicar en modo alguno diferencias del grado mostrado en la Tabla 2.13. Pueden influir factores genéticos. Sin embargo, se ha observado que cuando las poblaciones se desplazan a lo largo de un gradiente de incidencia de cáncer, suelen adquirir una tasa de cáncer intermedia entre la de su país de origen y la del de acogida. Esto sugiere que un cambio en el medio ambiente, sin cambios genéticos, ha modificado la incidencia de cáncer. Por ejemplo, cuando los japoneses emigran a Estados Unidos, sus tasas de cáncer de colon y mama, que son bajas en Japón, se elevan, mientras que las de cáncer de estómago, que son altas en Japón, descienden.
Estas variaciones pueden retrasarse hasta la primera generación posterior a la emigración, pero se producen sin que tengan lugar cambios genéticos. En algunos cánceres, sin embargo, no se producen cambios con la emigración. Por ejemplo, los habitantes del sur de China mantienen una elevada tasa de cáncer de nasofaringe independientemente de dónde vivan, lo que indicaría que es la presencia de factores genéticos o de algunos hábitos culturales que cambian poco con la emigración la responsable de esta enfermedad.
Tendencias a lo largo del tiempo La observación de las tendencias a lo largo del tiempo ha aportado nuevas pruebas sobre el papel que desempeñan los factores ambientales en la incidencia del cáncer. El cambio más espectacular y conocido ha sido el aumento de las tasas de cáncer de pulmón en ambos sexos en paralelo a la adquisición del hábito de fumar, aunque de 20 a 30 años después, observado en muchas regiones del mundo. Más recientemente, en algunos países, como Estados Unidos, parece que se apunta un descenso de las tasas en los varones, como resultado del descenso del consumo de tabaco.
Se sabe menos sobre los importantes descensos observados en la incidencia de los cánceres de estómago, esófago, cérvix y otros que se han producido de forma paralela al desarrollo económico en muchos países. Son de difícil explicación, salvo por una disminución de la exposición a factores causales ambientales o, quizás, por aumento de la exposición a factores protectores, también ambientales.

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