domingo, 7 de julio de 2013

ESTIGMAS* (III)

Las fisuras y erosiones de la piel son características de ciertas profesiones (trabajadores ferroviarios, armeros, albañiles, orfebres, tejedores de cestas, etc). La dolorosa “úlcera del curtidor”, asociada a la exposición a compuestos de cromo (Figura 12.4) es de forma redonda u oval y de un diámetro de 2-10 mm. La localización de las lesiones profesionales (p. ej., dedos de trabajadores de la confección, dedos y palmas de sastres, etc.) es también característica.
Las manchas de pigmentos se producen por la absorción de colorantes a través de la piel, la penetración de partículas de compuestos químicos sólidos o de metales industriales o la acumulación excesiva del pigmento cutáneo, la melanina, en trabajadores de centrales eléctricas o de coque, al cabo de tres a cinco años. En algunos centros, se ha observado que alrededor del 32 % de los trabajadores muestran signos pigmentarios. Las manchas de pigmentos se encuentran con más frecuencia en los trabajadores de empresas químicas.
Como regla general, los colorantes que se absorben a través de la piel no pueden eliminarse mediante un lavado normal, de ahí su permanencia y su significado como estigma laboral. Las manchas pigmentarias se producen ocasionalmente por la impregnación con compuestos químicos, plantas, suciedad u otras sustancias a las que está expuesta la piel durante el proceso de trabajo.
En la zona de la boca pueden observarse varios estigmas laborales (p. ej., líneas de Burton en las encías de los trabajadores expuestos al plomo, erosiones dentales en los trabajadores expuestos a humos, coloración azul de los labios en las personas que trabajan en la fabricación de anilina). Los olores característicos relacionados con determinadas ocupaciones pueden consi- derarse también estigmas profesionales.

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