lunes, 12 de enero de 2015

Lesiones de los nervios periféricos (II)

La recuperación tras el aplastamiento de un nervio es más rápida, completa y funcional que la recuperación tras la sección neural. Dos factores explican el pronóstico favorable en los casos de aplastamiento. En primer lugar, pueden contactar con la piel más axones que en los casos de sección; por otro lado, las cone- xiones son guiadas en sentido inverso hacia su localización original por las células de Schwann y por las membranas basales, elementos que permanecen intactos en los aplasta- mientos nerviosos, mientras que después de una sección neural, el nervio suele prolongarse hacia regiones incorrectas de la superficie cutánea siguiendo las vías erróneas de las células de Schwann. Debido a esto, se envía una información espacial distorsionada a la corteza somatosensorial del cerebro. Sin embargo, en los dos casos, los axones en proceso de regenera- ción parecen capaces de hallar el camino de vuelta hacia el mismo tipo de receptores sensoriales que alcanzaban antes de la lesión.
La reinervación de un receptor cutáneo es un proceso gradual. Cuando el axón en crecimiento alcanza la superficie de la piel, las áreas de recepción sensorial son más pequeñas de lo normal y el umbral de sensibilidad es superior. Estos puntos receptivos se extienden con el tiempo y se unen de forma gradual en campos de mayor tamaño. La sensibilidad a los estí- mulos mecánicos aumenta y con frecuencia se acerca a la sensibilidad de los receptores sensoriales normales de esa clase. Los estudios realizados con estímulos táctiles constantes, o en movi- miento y con vibraciones han mostrado que las zonas insensibili- zadas recuperan a distinto ritmo las modalidades sensoriales atribuidas a diferentes tipos de receptores.
Si se observa al microscopio, se aprecia que la piel lampiña denervada es más fina de lo normal y presenta unas elevaciones cutáneas aplanadas y menos capas de células. Esto confirma que los nervios tienen una influencia trófica o nutricional sobre la piel. Al poco tiempo de recuperarse la inervación, las eleva- ciones dérmicas se desarrollan mejor, la epidermis aumenta de grosor y pueden hallarse axones que atraviesan la membrana basal. Cuando el axón alcanza de nuevo el corpúsculo de Meissner, éste comienza a aumentar de tamaño y la estructura atrófica previamente aplanada recupera su forma original. Si la denervación fue prolongada, puede formarse un corpúsculo nuevo al lado del esqueleto atrófico original, que continúa denervado (Dellon 1981).
Como se puede observar, para comprender las consecuencias de las lesiones nerviosas periféricas hay que conocer el funciona- miento normal y el grado de recuperación funcional. Aunque se dispone de esta información en algunas células nerviosas, deberán realizarse más estudios, ya que todavía quedan varias áreas oscuras en relación con la función de los nervios cutáneos en la salud y la enfermedad.



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