jueves, 29 de enero de 2015

Estudios de cohortes (II)

Por ejemplo, en un estudio de cohortes para investigar el riesgo de mortalidad por cáncer de pulmón en los trabajadores de las fundiciones, los datos sobre la mortalidad se obtienen del registro nacional de causas de muerte. Aunque el estudio tiene como objetivo determinar si el polvo de las fundiciones causa cáncer de pulmón, esa fuente de datos permite obtener, con el mismo esfuerzo, información sobre todas las demás causas de muerte. Por consiguiente, pueden estudiarse al mismo tiempo otros posibles riesgos para la salud.
Un estudio de cohortes puede ser retrospectivo (histórico) o prospectivo (simultáneo). En ambos casos, la estructura del diseño es la misma. En algún momento o período de tiempo, se realiza el recuento de las personas expuestas y se mide el efecto de la exposición en todas las personas hasta una determinada fecha. La diferencia entre los estudios prospectivos y retrospec- tivos es el momento de realizar el estudio. En los estudios retros- pectivos, dicha fecha ya ha pasado; en los prospectivos, hay que esperar a que llegue.
En el diseño retrospectivo, la cohorte se define en algún momento del pasado (por ejemplo, los expuestos el 1 de enero de
1961 o los expuestos en el trabajo entre 1961 y 1970). A conti- nuación, se realiza el seguimiento de la morbilidad y/o la mortalidad de todos los miembros de la cohorte hasta el presente. Aunque “todos” significa también que debe realizarse el segui- miento de los que hayan abandonado el trabajo, en la práctica rara vez se consigue una cobertura del 100 %. No obstante, cuanto más completo sea el seguimiento, mayor será la validez del estudio.
En el diseño prospectivo, la cohorte se define en el presente o durante algún período futuro y, a continuación, se realiza el seguimiento de la morbilidad en el futuro.
Cuando se realizan estudios de cohortes, el seguimiento debe durar lo suficiente para que las variables de valoración tengan tiempo de manifestarse. En algunas ocasiones, aunque sólo se dispone de registros históricos que abarcan un corto período de tiempo en el pasado, sigue siendo conveniente utilizar esa fuente de datos, ya que así podrá reducirse el período de seguimiento prospectivo y se podrán conocer antes los resultados del estudio. En un caso así, podrían combinarse los diseños retrospectivos y prospectivos de cohortes. En la Tabla 28.5, se muestra el formato habitual de las tablas de frecuencia para presentar los datos de una cohorte.
La proporción observada de enfermos en la cohorte expuesta se calcula como:

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