martes, 30 de septiembre de 2014

Utilización eficaz de los recursos.

Debido a que son normalmente limitados, las pequeñas empresas tienden a ser más eficientes en la utilización de sus recursos. Es más probable que acudan a recursos de la comunidad, tales como los ofrecidos por los organismos de salud y sociales de voluntariado, de la Administración y empresariales, hospitales y centros escolares, en busca de medios poco onerosos para facilitar información y educa- ción a los trabajadores y a sus familias (véase la Figura 15.6).

lunes, 29 de septiembre de 2014

Accesibilidad de los altos directivos

En una organización más pequeña, la dirección es más accesible y su trato con los traba- jadores es más familiar, con lo que es más probable que la dirección sea más consciente de sus problemas y necesidades personales. Además, cuanto menor es la organización, más rápidamente el propietario/consejero delegado se verá envuelto, inmediatamente, en la toma de decisiones sobre las nuevas actividades del programa, evitándose los efectos, a menudo absurdos, de la burocracia que puede encontrarse en las grandes organizaciones. En una pequeña empresa, dicha persona clave está más capacitada para recabar el apoyo de la alta dirección, tan vital para el éxito de los programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo.

domingo, 28 de septiembre de 2014

Receptores en la piel lampiña (II)

El principal componente del corpúsculo es un núcleo externo formado por material celular que contiene espacios llenos de líquido. El propio núcleo externo está rodeado por una cápsula en la que penetra un canal central y una red capilar. A través del canal pasa una fibra nerviosa mielinizada simple de 7 a 1 m de diámetro, que se convierte en una terminación nerviosa larga no mielinizada que se hunde profundamente en el centro del corpúsculo. El axón terminal es elíptico y posee ramificaciones.
El corpúsculo de Pacini es un receptor de adaptación rápida. Cuando se somete a presión mantenida, produce un impulso sólo al principio y al final del estímulo. Responde a vibraciones de alta frecuencia (de 80 a 400 Hz) y es más sensible a las vibra- ciones de alrededor de 250 Hz. Con frecuencia, estos receptores responden a las vibraciones transmitidas a lo largo de huesos y tendones y, debido a su sensibilidad extrema, pueden activarse tan sólo con un soplo de aire sobre la mano (Martin 1985). Además de los corpúsculos de Pacini, hay otros receptores de adaptación rápida en la piel lampiña. La mayoría de los investi- gadores creen que son los corpúsculos de Meissner, que se loca- lizan en las papilas dérmicas. Este receptor responde a vibraciones de baja frecuencia, de2a 40 Hz,y está formado por las ramas terminales de una fibra mielinizada de mediano tamaño cubierta por una o varias capas de unas células que parecen ser células de Schwann modificadas, denominadas células laminares. Las neuritas del receptor y de las células lami- nares pueden conectarse con una célula basal de la epidermis (Figura 11.23).
Si el corpúsculo de Meissner se inactiva de forma selectiva mediante la inyección de un anestésico local a través de la piel, se pierde el sentido de aleteo o de vibración de baja frecuencia. Esto indica un complemento funcional a la capacidad receptora de alta frecuencia de los corpúsculos de Pacini. Juntos, estos dos receptores aportan las señales nerviosas suficientes para que la sensibilidad humana abarque un amplio margen de vibraciones

(Mountcastle y cols. 1967).


sábado, 27 de septiembre de 2014

Receptores en la piel lampiña (I)

La relación de la estructura anatómica de un receptor con las señales nerviosas que genera es más marcada en los receptores grandes fácilmente manipulables y con terminaciones corpuscu- lares o encapsuladas. Los corpúsculos de Pacini y de Meissner se conocen particularmente bien; estos, como las terminaciones capilares comentadas antes, transmiten sensaciones de vibración. El corpúsculo de Pacini tiene un tamaño suficiente para verlo
a simple vista, con lo que resulta sencillo asociar el receptor a una respuesta nerviosa específica. Se localizan en la dermis, generalmente alrededor de tendones o articulaciones, en una estructura en forma de cebolla que mide 0,5  1,0 mm. Se continúa con una de las fibras aferentes más largas del orga- nismo, con un diámetro de 8 a 13 m y una velocidad de conducción de 50 a 80 metros por segundo. Su anatomía, estu- diada con microscopía óptica y electrónica, es bien conocida.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Receptores capilares

Un pelo típico está cubierto por una red de terminaciones nerviosas ramificadas a partir de cinco a nueve axones mielinizados. (Figura 11.22). En los primates, estas terminales se clasi- fican en tres categorías: terminaciones lanceoladas, fusiformes y papilares. Los tres tipos son de adaptación rápida, de forma que la inclinación mantenida del pelo sólo causa impulsos nerviosos cuando se produce el movimiento. Por tanto, estos receptores son muy sensibles a los estímulos de movimiento o vibratorios, pero ofrecen escasa o nula información sobre la presión o el tacto constantes.
Las terminaciones lanceoladas salen de una fibra muy mielini- zada que forma una red alrededor del pelo. Las neuritas terminales pierden su cobertura habitual de células de Schwann y se abren camino entre las células de la base del pelo.
Los axones rodeados de células de Schwann forman termi- nales fusiformes. Estas ascienden hasta el tallo del pelo inclinado y terminan en un grupo semicircular justo debajo de un glán- dula sebácea o productora de grasa. Las terminaciones papilares se diferencian de los terminales fusiformes porque en vez de terminar sobre el tallo del pelo, acaban como terminaciones nerviosas libres alrededor del orificio del pelo.
Es probable que existan diferencias funcionales entre los tipos de receptores capilares. Esto se explica en parte por las diferencias estructurales en relación con la forma en que los nervios terminan sobre el tallo del pelo y, en parte, por las diferencias en el diámetro de los axones, ya que los axones de diámetros diferentes conectan con estaciones centrales diferentes. Con todo, las funciones de los receptores en la piel con vello continúan siendo objeto de estudio.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Receptores que responden a la vibración y al movimiento de la piel

A diferencia de los mecanorreceptores de adaptación lenta, los receptores de adaptación rápida permanecen silentes durante la indentación cutánea mantenida. Sin embargo, son adecuados para las señales de vibración y de movimiento de la piel. Se señalan dos categorías: los receptores de la piel con vello, que se asocian a cada pelo; y los que forman terminaciones corpuscu- lares en la piel lampiña o sin pelo.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Receptores que responden a la presión cutánea constante (III)

Al igual que la célula de Merkel, un segundo receptor de adaptación lenta sirve también a la piel para señalar la magnitud y la duración de la presión cutánea constante. Este receptor, de tamaño microscópico y conocido como receptor de Ruffini, está formado por un grupo de neuritas que salen de una fibra mieli- nizada y están encapsuladas por células de tejido conectivo. Dentro de la estructura capsular hay fibras que aparentemente transmiten sensaciones cutáneas locales distorsionadas a las neuritas, que a su vez producen los mensajes que se envían por las vías nerviosas hasta el sistema nervioso central. La presión sobre la piel provoca una descarga mantenida de impulsos nerviosos; como sucede con la célula de Merkel, la frecuencia de los impulsos es proporcional a la intensidad del estímulo.
A pesar de estas similitudes, existe una diferencia fundamental entre las células de Merkel y los receptores de Ruffini. La esti- mulación de estos últimos provoca una sensación; en cambio, la estimulación de las cúpulas táctiles que contienen células de Merkel no produce una sensación consciente; la cúpula táctil es, por tanto, un receptor misterioso, porque no se conoce su papel real en la función nerviosa. Por tanto, se cree que los receptores de Ruffini son los únicos capaces de generar las señales nerviosas necesarias para la percepción sensorial de la presión o del tacto constante. Además, se ha demostrado que los receptores de adaptación lenta de Ruffini son los que permiten al ser humano evaluar la presión cutánea en una escala de intensidad.

martes, 23 de septiembre de 2014

La silicosis agudas

La silicosis agudas puede desarrollarse entre los dos meses y los dos años siguientes a una exposición masiva al sílice. A menudo, los síntomas de presentación son disnea, debilidad y pérdida de peso espectaculares. Los hallazgos radiológicos de llenado alveolar difuso difieren de los observados en las formas más crónicas de silicosis. Se han descrito hallazgos histológicos simi- lares a la proteinosis alveolar pulmonar, y en ocasiones se han comunicado anomalías extrapulmonares (renales y hepáticas). La evolución habitual es la progresión rápida hasta una insufi- ciencia ventilatoria hipoxémica grave.
La tuberculosis puede complicar todas las formas de silicosis, pero las personas que presentan las formas aguda y acelerada son las que tienen el riesgo más alto. La exposición aislada al sílice, incluso sin silicosis, también puede predisponer a esta infección. M. tuberculosis es el microorganismo habitual, pero también se observan micobacterias atípicas.
Incluso en ausencia de silicosis radiográfica, los trabajadores expuestos al sílice pueden padecer también otras enfermedades asociadas a la exposición ocupacional al polvo, como bronquitis crónica y el enfisema asociado. Estas anomalías se asocian a numerosas exposiciones profesionales a polvos minerales, incluidos los polvos que contienen sílice.

lunes, 22 de septiembre de 2014

La silicosis acelerada

La silicosis acelerada puede aparecer tras exposiciones más intensas y de menor duración (5 a 10 años). Los síntomas, los hallazgos radiológicos y las mediciones fisiológicas son similares a los que se encuentran en la forma crónica. El deterioro de la función pulmonar es más rápido, y muchos trabajadores con enfermedad acelerada pueden desarrollar una infección por micobacterias. En la silicosis, a menudo en la de tipo acelerado, se observan enfermedades autoinmunitarias, entre ellas esclero- dermia y esclerosis sistémica. La progresión de las anomalías radiológicas y del deterioro funcional pueden ser muy rápidas en los casos de enfermedad autoinmunitaria asociada a silicosis.

domingo, 21 de septiembre de 2014

La fibrosis masiva progresiva

La fibrosis masiva progresiva es más probable que se presente con disnea de esfuerzo. Esta forma de la enfermedad se caracteriza por opacidades nodulares mayores de 1 cm en la radiografía de tórax, y habitualmente conlleva una disminución de la capacidad de difusión del monóxido de carbono, disminución de la tensión arterial de oxígeno en reposo o con el ejercicio, y una importante restricción en la espirometría o en la medición de los volúmenes pulmonares. La distorsión del árbol bronquial también puede conducir a obstrucción de las vías aéreas y a tos productiva. Pueden producirse infecciones bacterianas recidi- vantes similares a las observadas en la bronquiectasias. La pérdida de peso y la cavitación de las opacidades grandes debe plantear la posibilidad de una tuberculosis o de otra infección por micobacterias. El neumotórax puede ser una complicación que amenace la vida, ya que el pulmón fibrótico puede resultar difícil de reexpandir. La insuficiencia respiratoria hipoxémica con cor pulmonale es un acontecimiento terminal frecuente.

sábado, 20 de septiembre de 2014

La silicosis crónica (o clásica)

La silicosis crónica (o clásica) puede ser asintomática o conducir a disnea de esfuerzo o tos insidiosamente progresivas (a menudo atribuidas erróneamente al proceso de envejecimiento). Se presenta como una anomalía radiográfica con opacidades redondeadas pequeñas (10 mm) en los lóbulos superiores. Es habitual que el inicio de la exposición tuviera lugar hace 15 años o más. La característica anatomopatológica fundamental de la forma crónica es el nódulo silicótico, que se caracteriza por un área central acelular constituida por fibras de colágeno hialini- zado concéntricas dispuestas en espiral, rodeadas por tejido conectivo celular con fibras de reticulina. La silicosis crónica puede evolucionar a FMP (en ocasiones denominada silicosis complicada), incluso después de haberse interrumpido la exposi- ción al polvo con sílice.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Formas de silicosis: historia de exposición y descripciones anatomoclínicas

Se describen habitualmente formas crónicas, aceleradas y agudas de silicosis. Estas expresiones clínicas y anatomopatológicas de la enfermedad reflejan diferentes intensidades de exposición, períodos de latencia e historias naturales. La forma crónica o clásica suele seguir a uno o más decenios de exposición a polvo respirable que contiene cuarzo, y puede evolucionar a fibrosis masiva progresiva (FMP). La forma acelerada se produce tras exposiciones más breves e intensas y evoluciona con mayor rapidez. La forma aguda puede ocurrir después de exposiciones intensas y breves a niveles elevados de polvo respirable con un contenido de sílice alto durante períodos que pueden medirse en meses más que en años.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Otras fuentes de información

En los países en vías de desarrollo, los sistemas de vigilancia de los problemas de salud en el trabajo suelen infrautilizar la informa- ción médica de tipo hospitalario o ambulatorio. Los centros correspondientes pueden y deben incorporarse al sistema de notificación de ciertas enfermedades, como las intoxicaciones agudas y lesiones laborales. Los datos obtenidos de ellos permiten determinar además los problemas de salud más frecuentes de los trabajadores, y pueden utilizarse para planificar las actividades de promoción de la salud en el lugar de trabajo.
Toda esta información suele recogerse con carácter rutinario
y se necesitan muy pocos recursos adicionales para transmitir los datos a las autoridades responsables de la salud y seguridad en el trabajo en un país en vías de desarrollo.
Otra posible fuente de información son las compañías de seguros de indemnización o los tribunales. Finalmente, si se dispone de los recursos necesarios, pueden crearse algunos centros regionales de medicina del trabajo, a los cuales se remita a los pacientes y que cuenten con profesionales más cualificados, capacitados para investigar cualquier enfermedad que sospe- chen relacionada con el trabajo.
También puede utilizarse la información contenida en los registros de enfermedades. En muchas de las grandes ciudades de los países en vías de desarrollo existen registros del cáncer. Aunque es posible que la historia profesional que se obtenga de ellos no esté completa ni sea exacta, seguramente serán útiles para un control preliminar de los grandes grupos profesionales. La utilidad de los datos contenidos en estos registros será mayor
si se dispone también de registros de trabajadores expuestos a determinados riesgos, a fin de poder establecer comparaciones cruzadas.


martes, 16 de septiembre de 2014

Notificación de enfermedades profesionales

Pueden adoptarse disposiciones exigiendo la notificación de una serie de enfermedades profesionales. Previamente a la aplicación de estas normas habrá que dar publicidad a la cuestión y educar a las personas. Un paso previo es determinar las enfermedades que deben notificarse y las personas responsables de esta notificación. Por ejemplo, en Singapur los médicos que sospechan la exis- tencia de alguna de las enfermedades profesionales incluidas en la Tabla 32.4 tienen la obligación de notificarlo al Ministerio de Trabajo. Por supuesto, las listas de este tipo han de adaptarse a la economía del país y ser revisadas periódicamente y actualizadas. Es más, las personas responsables de la notificación deben recibir la formación adecuada para saber reconocer, o al menos sospe- char, la presencia de las enfermedades.

necesita un seguimiento continuo y una actuación encaminada a conseguir el cumplimiento de la legislación. De lo contrario, se limitará su utilidad. Por ejemplo, a partir de 1985 se impuso en Singapur la obligación de notificar e indemnizar los casos de asma profesional. Se creó también un centro médico especiali- zado en enfermedades pulmonares. A pesar de estos esfuerzos, se confirmaron sólo un total de 17 casos. Estos datos contrastan con los de Finlandia, país en el que se declararon 179 casos de asma profesional tan sólo en 1984. La población de Finlandia, con 5 millones de habitantes, no es más del doble que la de Singapur. Es probable que esta insuficiencia del régimen de noti- ficación del asma profesional se deba a la dificultad del diagnós- tico. Muchos médicos no están familiarizados con las causas y las características del asma profesional. Así pues, una vez decla- rada la obligatoriedad de la notificación de una enfermedad, es importante seguir educando a los profesionales sanitarios, las empresas y los trabajadores.
Cuando el sistema de notificación se establece por primera vez, es posible que permita una evaluación más exacta de la prevalencia de las enfermedades profesionales. Por ejemplo, el número de casos declarados de pérdida auditiva inducida por el ruido en Singapur se multiplicó por seis cuando se impuso la obligación de realizar reconocimientos médicos a todos los trabajadores expuestos al ruido. Por consiguiente, si la notifica- ción es relativamente completa y exacta y puede obtenerse un población satisfactoria, quizá sea posible estimar incluso la inci- dencia de la enfermedad y su riesgo relativo.
Como en muchos sistemas de notificación y vigilancia, la función más importante es la de alertar a las autori- dades sobre la aparición de casos índice en el lugar de trabajo. Acto seguido habrá que proceder a investigaciones adicionales o intervenciones en el lugar de trabajo. De lo contrario, se desa- provecharán los esfuerzos de la notificación.

lunes, 15 de septiembre de 2014

Registros de fábricas y procesos de trabajo

Además de un registro de enfermedades, puede crearse un registro de fábricas y procesos de trabajo, en el que se incluyan las fábricas existentes con los correspondientes procesos de trabajo y materiales utilizados. La información deberá actualizarse periódicamente, a medida que se introduzcan nuevos procesos de trabajo o materiales. Cuando este tipo de registro es obligatorio según la legislación nacional, ha de exigirse con carácter global.
Por supuesto, en los sectores de pequeña magnitud no suelen mantener estos registros. En tales casos, podría obtenerse infor- mación básica mediante estudios sencillos sobre el terreno y evaluaciones de los tipos de sector y las condiciones de trabajo. La responsabilidad de estas evaluaciones podría recaer también en los profesionales de la asistencia sanitaria primaria y de la salud pública.
Cuando existe este tipo de registro, es imprescindible una actualización periódica de los datos, quizá exigida legalmente. Una alternativa sería exigir la actualización a las fábricas de los sectores de alto riesgo.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Utilización de los recursos existentes

El sistema de vigilancia de la salud en el trabajo puede aprovechar los recursos existentes, como los servicios de asistencia sani- taria o de salud ambiental. Así, las actividades correspondientes pueden integrarse en las funciones encomendadas al personal de asistencia sanitaria primaria, a los inspectores de salud pública y/o a los técnicos de medio ambiente.
Para que esto sea posible hay que dar primero a los profesionales de la asistencia sanitaria primaria y de la salud pública la formación necesaria para poder reconocer las enfermedades potencialmente relacionadas con el trabajo e incluso realizar evaluaciones sencillas de los lugares de trabajo desde la perspectiva de la salud y seguridad en el trabajo. Es indudable que han de contar con una formación apropiada para realizar esas tareas.

A partir de ahí, pueden recopilar datos sobre las condiciones de trabajo y las enfermedades asociadas a actividades laborales durante el desempeño de sus actividades cotidianas. La informa- ción así obtenida puede canalizarse a centros regionales y, de éstos, a un organismo central responsable tanto de controlar las condiciones de trabajo y la morbilidad por enfermedades profe- sionales como de resolver esos problemas.

sábado, 13 de septiembre de 2014

Algunas estrategias para superar los problemas relacionados con la vigilancia

¿Qué tipos de vigilancia de la salud en el trabajo son más adecuados en los países en vías de desarrollo? En general, hay que recomendar sistemas que utilicen mecanismos sencillos y tecnología ya existente y apropiada, teniendo en cuenta al mismo tiempo los tipos de sectores y riesgos profesionales importantes en el país.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Mortalidad proporcional (II)

Los estudios de las tasas de mortalidad relativas proporcio- nales pueden analizarse mejor utilizando índices de probabilidad de la mortalidad , un método que consiste esencialmente en analizar los datos como si fueron los de un estudio de casos y controles. Los “controles” son el subgrupo de todas las muertes que se cree que no están relacionadas con la exposición estudiada. Por ejemplo, en un estudio cuyo principal interés fuera el cáncer, el índice de probabilidad de la mortalidad podría calcularse compa- rando la exposición en los fallecidos por cáncer con la exposi- ción en los fallecidos por enfermedades cardiovasculares. Este enfoque, como la TMRPC, evita los problemas de la TMRP que pueden surgir cuando la fluctuación en una causa de muerte afecta al riesgo aparente de otra simplemente porque la TMRP total debe ser igual a 100. Sin embargo, la elección de las causas de la mortalidad que actuarán como controles es crítica. Como ya se ha dicho, esas causas no deben estar relacionadas con la exposición, aunque la posible relación entre exposición y enfer- medad puede desconocerse para muchas enfermedades poten- ciales de control.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Mortalidad proporcional (I)

En algunas ocasiones, no se dispone de la tabulación completa de una cohorte (es decir, personas-tiempo en situación de riesgo) y sólo existe información sobre los fallecidos o algún subgrupo de los fallecidos de la cohorte (p. ej., fallecidos entre los trabajadores jubilados y actuales, pero no entre los trabajadores que abando- naron el empleo antes de percibir una pensión). El cálculo de las personas-años exige métodos especiales para evaluar las perso- nas-tiempo, entre ellos las tablas de vida. Cuando no se dispone de información sobre el total de personas-tiempo para todos los miembros de la cohorte, con independencia de su situación de enfermedad, no se pueden calcular las tasas relativas estandari- zadas ni las tasas de mortalidad relativas estandarizadas. En su lugar, puede utilizarse la tasa de mortalidad relativa proporcional
(TMRP), que es el cociente entre el número observado de falle- cidos por una causa específica y el número previsto, basado éste en la proporción de todos los fallecidos por esa causa específica en la población de referencia multiplicada por el número total de fallecidos en el grupo del estudio, multiplicado por 100.
La proporción de fallecidos por todas las causas tiene que sumar 1 (TMRP = 100) y, por esta razón, puede ocurrir que se obtengan unas tasas de mortalidad relativas proporcionales en exceso, cuando de hecho están artificialmente infladas por déficit reales en otras causas de muerte. Asimismo, algunos déficit aparentes pueden reflejar simplemente un exceso real de otras causas de muerte. Por ejemplo, si los pilotos de las avio- netas fumigadoras presentan un exceso real de mortalidad por accidente, el requisito matemático de que la TMRP por todas las causas combinadas sume 100 puede hacer que algunas causas de muerte parezcan deficientes aunque, en realidad, la mortalidad por esas causas sea mayor. Para mitigar este posible problema, los investigadores interesados principalmente en el cáncer pueden calcular las tasas de mortalidad relativas proporcionales por cáncer (TMRPC). Estas tasas comparan el número observado de muertes por cáncer con el número previsto, basado éste en la proporción de las muertes totales por cáncer (en lugar de por todas las causas) para el cáncer de interés en la población de referencia, multiplicado por el número total de muertes por cáncer en el grupo del estudio, multiplicado por 100. Así, la TMRPC no se verá afectada por una aberración (exceso o déficit) en una causa de muerte que nada tiene que ver con el cáncer, como accidentes, cardiopatías o enfermedades pulmo- nares no malignas.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Estudios de casos y controles emparejados


martes, 9 de septiembre de 2014

lunes, 8 de septiembre de 2014

domingo, 7 de septiembre de 2014

Europa (V)

En 1994, el Consejo, en respuesta a una propuesta de tres años de antigüedad presentada por la Comisión, creó la Agencia Europea de salud y seguridad en el trabajo, con sede en Bilbao, España. El objetivo de la Agencia es ofrecer a los organismos de la Comunidad, los Estados miembros y las partes interesadas la información técnica, científica y económica útil en el campo de la salud y la seguridad en el trabajo. Se centrará en la consulta y asesoramiento técnico y científico a la Comisión, el intercambio de información, la formación, la recogida de datos pertinentes y el fomento de la investigación.
En 1995, la Comisión publicó su programa de acción para el período 1996-2000. Un aspecto importante es la constante aten- ción prestada a las iniciativas legislativas, lo que garantiza que las directivas comunitarias sean trasladadas adecuadamente a las legislaciones nacionales, y la promulgación de nuevas directivas sobre agentes físicos y químicos, transporte y equipos de trabajo. Se formalizó la constitución de un Comité de Inspectores de Trabajo, que llevaba varios años funcionando, con el fin de armo- nizar los métodos de inspección del lugar de trabajo y controlar la aplicación de las legislaciones laborales nacionales. No obstante, se hizo especial hincapié en las medidas no legisla- tivas, en particular en la información y la sensibilización. Se anunció una nueva iniciativa, SAFE (Acciones sobre Seguridad para Europa), adoptada para abordar los problemas de salud y seguridad que se plantean en las pequeñas y medianas empresas. El planteamiento previsto consiste en identificar las iniciativas eficaces en determinadas empresas tipo y utilizarlas en otras empresas.
En resumen, la integración económica y el librecambio en Europa han evolucionado como parte de un programa más amplio de integración social y política. Este proceso ha exigido un análisis pormenorizado de las cuestiones sociales, incluida la salud y la seguridad en el trabajo. Una administración compleja engloba diversas instituciones que se ocupan de esta cuestión. El punto de referencia para la UE es la legislación comunitaria y las legislaciones nacionales, a diferencia del resto de acuerdos de librecambio. Este sistema constituye el ejemplo más avanzado en el mundo de promoción de la salud y la seguridad en el trabajo como componentes de la libertad de comercio. No afectará únicamente a los Estados miembros de la UE; las consideraciones relativas a la salud y la seguridad en el trabajo formarán parte de toda asociación o acuerdo de cooperación entre la UE y los países de Europa central y oriental, lo que facilitará la difusión de esta tradición progresista. Los problemas pendientes (la concilia- ción de la soberanía nacional con el progreso coordinado, el seguimiento del grado de cumplimiento de las directivas comuni- tarias, la supresión de diferencias entre los países más y menos progresistas y la puesta en común de los escasos conocimientos técnicos y recursos disponibles) seguirán planteando retos a la integración europea en los próximos años.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Europa (IV)

En la Directiva Marco se adopta una visión amplia de los factores del lugar de trabajo que afectan a la salud en el trabajo, incluidas cuestiones relacionadas con el diseño de los lugares, equipos, etc., las tareas rutinarias y el trabajo a destajo. Se insta
a los trabajadores a participar activamente en los programas de salud y seguridad, a celebrar reuniones con los inspectores del gobierno y a negarse a trabajar en caso de “peligro grave, inmi- nente o inevitable” (sin perjuicio de las legislaciones nacionales). En varias de las denominadas directivas “derivadas” aprobadas con posterioridad a la Directiva Marco se aborda la utilización de equipos de trabajo, de equipos de protección personal, el transporte manual de cargas, el trabajo con terminales de orde- nador, la protección frente a agentes cancerígenos, biológicos y otras cuestiones.
¿Se traducirá la Directiva Marco en una política nacional efec- tiva? Aquí subyace el compromiso explícito de la UE con el prin- cipio de subsidiaridad, según el cual todas las políticas deben ser aplicadas por los Estados miembros y no por la UE, salvo que
“por el alcance de los efectos de la acción propuesta” resulte más adecuado llevarla a cabo a escala central. La aplicación de este principio generará tensiones entre las obligaciones impuestas por estas directivas y las acciones soberanas de los Estados miembros.
Los Estados miembros están obligados a transponer la Directiva Marco (como el resto de directivas) a la legislación nacional, a aplicar las políticas pertinentes de acuerdo con ella y a llevarlas
a la práctica. Este proceso deja a los países un cierto margen de maniobra y puede dar lugar a cierto grado de incumplimiento. En todo caso, la UE no dispone de los medios necesarios para comprobar si los Estados miembros cumplen las directivas comuni- tarias sobre salud y seguridad en el trabajo. Será necesario un seguimiento más estricto de las prácticas nacionales y la voluntad política de utilizar las acciones disponibles en caso de

incumplimiento (incluido el recurso al Tribunal de Justicia) si se
quiere materializar todo el potencial de la UE en materia de promoción de la salud en el trabajo.
Esto está relacionado con la cuestión de saber qué suerte correrán las políticas de aquellos Estados miembros de carácter más protector que las de la UE. Puesto que en el artículo 118 (a) se exige únicamente un nivel común mínimo de protección en el lugar de trabajo, puede tenderse a una armonización a la baja debido a las presiones económicas.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Europa (III)

En 1989, dos acontecimientos importantes consolidaron el
papel de la salud en el trabajo en el proceso de integración europea. Once de los doce Estados miembros de la época adop- taron la Carta Social, que incluía una cláusula en la que se subra- yaba la necesidad de la formación, información, consulta y participación equilibrada de los trabajadores sobre los riesgos a los que se enfrentan y las medidas adoptadas para erradicarlos o reducirlos.
También en 1989, el Consejo adoptó la Directiva Marco, la principal iniciativa política emprendida de acuerdo con el AUE. En ella se definía el enfoque de la CE [actualmente Unión Europea (UE) respecto a la salud y la seguridad de los trabaja- dores tanto de empresas privadas como empresas o entes públicos de todos los Estados miembros. A las empresas se les asignó “la obligación [general] de garantizar la salud y la segu- ridad de los trabajadores en todos los aspectos relacionados con su actividad laboral” y las obligaciones específicas de:

• evaluar los riesgos en el lugar de trabajo;
• integrar medidas preventivas en todos los aspectos de la producción;
• informar a los trabajadores y sus representantes de los riesgos
existentes y las medidas preventivas adoptadas;
• consultar con los trabajadores y sus representantes respecto de todas las cuestiones de salud y seguridad;
• impartir formación sobre salud y seguridad a todos los
trabajadores;
• designar trabajadores con responsabilidades específicas en materia de salud y seguridad;
• establecer un sistema de vigilancia de la salud adecuado;
• proteger a los grupos sensibles a determinados riesgos;
• llevar registros de accidentes y enfermedades.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Europa (II)

En 1978, la Comisión presentó el primer Programa de acción sobre salud y seguridad, con la colaboración del ACSH. En él se abordaban cuestiones como el tratamiento de las sustancias peli- grosas, la prevención de riesgos tecnológicos, el control y las inspecciones, y la mejora de las actitudes respecto a la salud y la seguridad. Desde entonces, se han desarrollado nuevos programas de acción centrados en diversas cuestiones relativas a la salud y la seguridad en el trabajo, como la ergonomía, las estadísticas, la asistencia a las pequeñas empresas y la forma- ción. Estas iniciativas han fomentado la adopción en todos los Estados miembros de medidas de salud en el trabajo consistentes en la provisión de formación, asesoramiento técnico y material escrito. Por ejemplo, en 1982, la Comisión convocó un grupo informal de inspectores de trabajo en puestos de responsabilidad para promover el intercambio de personal e información entre los doce Estados miembros y la comparación y mejora de las prác- ticas de cada uno de ellos. Estas iniciativas ponen de manifiesto cómo la integración de las economías nacionales puede tener efectos positivos sobre la práctica de la salud y la seguridad en el trabajo.
El Acta Unica Europea (AUE) de 1987 constituyó un paso adelante fundamental en la integración europea y en el desarrollo del Espacio Económico Europeo. Se fijó 1992 como fecha para la creación del mercado único y se fomentaron las actividades relacionadas con diversas cuestiones sociales, incluida la salud y la seguridad en el trabajo. Dejó de exigirse la unanimidad entre Estados miembros como requisito para formular políticas; en su lugar, comenzó a aplicarse la “mayoría cualificada”. Dos de los artículos del Acta están especialmente relacionados con la salud en el trabajo. En el artículo 100(a) se trata de armonizar las normas sobre productos en los Estados miembros, un proceso que tiene repercusiones importantes para la seguridad. En este artí- culo se establece que las normas deben dar lugar a la consecu- ción de un “nivel de protección elevado”. En el artículo 118(a) se aborda directamente la salud y la seguridad en el trabajo y se estipula que los Estados miembros “procurarán promover la mejora, en particular, del medio de trabajo, para proteger la seguridad y la salud de los trabajadores, y se fijarán como obje- tivo la armonización, dentro del progreso, de las condiciones existentes en ese ámbito”.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Europa (I)

La integración económica de Europa se caracteriza por sus tempranos orígenes, que se remontan al Tratado de Roma de 1957, y por la prioridad concedida a los aspectos sociales y políticos junto a las consideraciones económicas. De hecho, la integración europea va más allá de la reducción de las barreras comerciales; comprende asimismo la libre circulación de trabaja- dores (y pronto la de personas en general), la promulgación de leyes y reglamentos transnacionales vinculantes y la creación de una burocracia internacional con un apoyo financiero notable. Como resultado, la salud en el trabajo ha sido objeto de una atención considerable.

La Comunidad Económica Europea (CEE), o Mercado Común, fue creada en virtud del Tratado de Roma de 1957. Este acuerdo marcó el inicio de la supresión de barreras comerciales entre Estados miembros y estableció la estructura organizativa de la CEE. La Comisión de las Comunidades Europeas se convirtió en funcionariado y el órgano administrativo de la Comunidad, dividido en 23 Direcciones Generales (incluida la DG V, responsable de empleo, relaciones laborales y asuntos sociales). El Consejo de Ministros se ocupa de la formulación de las políticas princi- pales, mientras que el Parlamento Europeo desempeña una función de codecisión. El Tribunal de Justicia resuelve los conflictos planteados en relación con los Tratados. El Comité Consultivo sobre Seguridad, Higiene y Protección de la Salud en el Trabajo (ACSH), creado en 1974 por el Consejo para asesorar a la Comisión, está constituido por representantes de los trabajadores, los empresarios y los gobiernos de cada Estado miembro y cuenta con el apoyo del personal de la Dirección de Salud y Seguridad de la DG V. El ACSH revisa las propuestas legislativas relacionadas con la salud en el trabajo, desarrolla actividades sobre riesgos específicos y coordina las iniciativas conjuntas. El Comité Económico y Social desempeña una función consultiva.

martes, 2 de septiembre de 2014

Infraestructuras, práctica y enfoques de la salud en el trabajo (II)

A menudo se producen confusiones debido al uso de la expresión servicios de salud en el trabajo para designar, indistintamente:

• la prestación de servicios de salud en el trabajo (es decir, la contribución de los profesionales de la salud a la salud y la seguridad en el trabajo);
• los mecanismos establecidos para la prestación de dichos servicios (es decir, los servicios de salud en el trabajo como parte de la infraestructura de protección y promoción de la salud de los trabajadores).

lunes, 1 de septiembre de 2014

Infraestructuras, práctica y enfoques de la salud en el trabajo (I)

Aunque desde el decenio de 1980 se ha avanzado mucho hacia un enfoque integral de la salud en el trabajo, en el que se persiga la protección y la promoción de la salud de los trabajadores junto con el mantenimiento de su capacidad de trabajo y se haga espe- cial hincapié en el establecimiento y mantenimiento de un medio ambiente de trabajo sano y seguro para todos, es mucho lo que aún queda por debatir con respecto a la forma en que se aplica en la actualidad. Actualmente se designa con la expresión práctica de la salud en el trabajo el conjunto de actividades realizadas por la empresa, los trabajadores y sus organizaciones, los diseñadores y arquitectos, los fabricantes y suministradores, los legisladores y parlamentarios, los inspectores laborales y sanitarios, los analistas
y especialistas en organización del trabajo, las organizaciones de normalización, las universidades e instituciones investigadoras, dirigidas a proteger la salud y promover la salud y la seguridad en el trabajo.
Entre esas actividades se incluyen sin limitarse a ellas, las realizadas por los profesionales de la salud en el trabajo.